—¿Recuerdas la segunda vez que nos vimos?.—Pregunté a Blake, él iba muy concentrado manejando.
—Lo recuerdo.
Suspire, Sam se enfadó mucho y me gritó. Pero en parte no era mi culpa, él aún no sabía que hacer con su vida.
—Me dijiste que el bebé iba a ser muy saludable y los padres iban a estar bien, ¿Hablabas del bebé de Alyssa y Sam?.—Blake volteó a verme un momento y asintió, tenía una mueca, estaba malhumorado.
—Ellos dos arreglarán las cosas Eleanor, será una bebé saludable.—Sonreí, deseaba que así fuera.
—¿Cómo sabes el futuro?.
Es era una de la preguntas que más me intrigaba acerca de él.
—No es el futuro, es su destino.—Corrigió, rodee mis ojos y asentí.
—El destino, lo siento.
—Veo a las personas y simplemente lo se.—Lo mire sorprendida, esto era genial.
—¿Ves el futuro de todos?.—Me miró mal—¿Que ves en el mío?.
—Excepto el tuyo.—Mi sonrisa se borró por completo.—Saqué la conclusión de que talvez es porque tienes un lazo muy fuerte conmigo, mi energía penetra la tuya y hace que se eleve más de lo normal, haciendo que esta se elimine por completo de mi vista.—Lo miraba boquiabierta, era increíble, pero...
—¿También ves la muerte?.—Sería horrible saber como se mueren las peronas.
—No veo la muerte, es un don que agradezco no tener, pero aveces no veo mucho futuro en una persona y se que morirá pronto.—Mordí mi labio y suspire.
—¿Y si voy a morir pronto?—Blake me miró, nuestros ojos se conectaron.—Por eso no puedes ver mi destino, moriré mucho antes de lo que imaginan.
Blake negó varias veces, él sabía algo que yo no.
—No morirás Eleanor, no es tú destino morir joven.—Mire hacia la ventana y suspire.—¿Porqué de repente piensa en la muerte?.
Eleve mis hombros.
—Mi destino era morir joven Blake.—Él me miraba fijamente.—Mi corazón, mis pulmones, y mis órganos no funcionaban, nací con un grave problema que no me permitía respirar, nací muerta Blake, ninguno de mis órganos tenían sangre y tampoco funcionaban, pasé veinte minutos en los brazos de mi madre, yo estaba muerta.—Mis ojos empezaron a arder, era un historia que dolía contar.—Hasta que después de treinta minutos de haber nacido, lloré.
Blake me miraba como si no pudiera creer lo que le estuviera diciendo, como si el sabía algo que yo no.
—Fuí un milagro, no había ninguna explicación.—No me había dado cuenta que nos habíamos detenido, Blake acercó su mano a mi mejilla y suspiro.
—Por eso no veo ningún destino en ti, alguien te salvó.—Fruncí mi ceño, limpie mis lágrimas.
—¿Mi ángel de la guardia?.—Blake me miró mal, como si le estuviera haciendo una broma o algo parecido.
—Solo pocos ángeles pueden realizar algo tan poderoso como es regresarle la vida a alguien, la mitad de sus poderes pasan directamente a la persona, en este caso a ti.—Alguien toca la ventana del auto, voltee a ver quien era.
Mi abuela.
Baje del auto luego de quitar por completo cada una de mis lágrimas.
—Nana, feliz cumpleaños.—Besé la mejilla de mi abuela y le di un fuerte abrazo.
—Mi niña preciosa, estoy tan feliz que estés acá.—Se aparto de mi y puso sus dos manos en mis mejillas.—¿Quién es este jovencito?.—Miro a Blake quien estaba mi lado.
—Nana él es Blake, mi novio.—Uní la mano de Blake con la mía.
Mi abuela lo miraba sin poder creerlo, ¿Enserio toda mi familia creía que nunca iba a tener novio?, impresionante.
—Un gusto conocerla señora Robbins.—Mi abuela sonrió y saludó a Blake de un abrazo.
—Eres muy apuesto, tendrán hijos hermosos.—Denuevo mi familia siendo tan directa.
—Bueno si, dejemos de hablar.—Tome a Blake y camino hasta dentro de la casa, hoy era uno de sus días en los que hacía mucho calor.
La casa de la abuela era muy grande, tenía muchas habitaciones y era un sueño siempre venir acá, tenía una enorme piscina y lo mejor de todo es que el mar estaba al frente de la casa.
—Es un linda y acogedora casa.—Habló Blake, yo asentí mirando todo con detalle.
Había escuchado unas voces que venían desde la sala, caminé hasta ella junto a Blake.
No puede ser. En cuanto vi a Bella sentada en el sofá quise irme de inmediato.
—¡Ellie!.—Su voz era irritante.
Quería irme ya, Bella era una chica mimada por sus padres, siempre tuvo todo lo que quería y siempre me decía que yo nunca iba a poder tener todo lo que ella tenía porque mis padres eran pobres. Es una chica fastidiosa y además era mi prima.
—Bella.—Hable sin ganas, mi tía nos miraba de lejos con una sonrisa, Bella me dio un abrazo.
Un jovencito muy apuesto para mi Bella, miré incrédula a mi tía.
—¿Quién es este jovencito?, ¿No me digas que eres un hijo perdido de los Jones?.—Fruncí mi ceño, mi tía era igual o peor que su hija.
—Blake, novio de Eleanor, un gusto conocerlas.—Las dos mujeres me miraban sin poder creerlo.
Es imposible que este chico tan apuesto sea novio de esta idiota, Bella me sonrió. Una sonrisa tan hipócrita.
—¿Novio?, ¿Eres el novio de Ellie?.—Bella negó.—Es imposible.
Debe de ser algo pagado, jamás este chico se fijaría en Eleanor, ni en su pobre familia.
—Un gusto conocerte Blake.—Hablo mi tía, arpías.
Tome la mano de Blake, las dos me miraron atónitas.
—Nos vemos luego.—Aún con Blake de la mano salí caminando de la casa hacia la entrada principal.
—No les agradas.—Miré a Blake sin creerlo.—Solo digo.—Le dí un leve golpe en su hombro.
—Me odian y a toda mi familia también.—Mordí mi labio y esperamos sentados a que llegaran toda mi familia.