Para el ojo ajeno la vida de Dylan Copper no podía ser mejor:
• Encerrado en una prestigiosa escuela de excelente "educación y disciplina" que literalmente consideraba su segundo hogar ✔
• Su familia poseía una buena economía por lo que nunca le faltaba la comida y el WiFi, entre otros lujos ✔
• Y no olvidemos las noches de parranda cada fin de semana en las que solía embriagarse hasta vomitar ✔
Si, si, si... Todo eso parecía algo maravilloso, pero lo que nadie sabía es que eso no era más que un simple disfraz.
Todo cambia cuando una noche de viernes encuentran a Dylan besándose con Chaz Parstone en el baño de chicos.
Dylan era gay.
Desesperados sus padres no solo deciden sacarlo del Instituto, sino que también deciden mudarse a una nueva cuidad lo más pronto y lejos posible para iniciar nuevamente de cero y así con el tiempo eliminar su "error". No podían soportar la idea de que su hijo tuviera otra orientación sexual.
Y justo cuando creía que todo estaba perdido, Brooke Dallas aparece en su vida, cambiándola por completo.