Eat Me: Cómeme

CAPITULO 15.

Llegando a la academia corremos hacia la morgue. Yo soy la primera en entrar y me quedo congelada, mis pies se clavan al suelo al ver el show de los horrores. El cuerpo está repartido en ambas planchas, el cadáver parece de un hombre y está totalmente desmembrado, cada brazo y pierna está separado de su torso así como la cabeza. Por un momento recuerdo al teniente Dan, puedo imaginarme por un momento que así es como lo dejó ese maldito de Burak, metido en bolsas de basura como si fuera un deshecho.

—Cárter, Platz, Clark… llegan justo a tiempo— dice Emerich mientras se mantiene de una lado de la mesa mientras deja trabajar a Aiden y a Kari.

—Así parece— contesta Jason igual de sorprendido que yo.

Cuando me acerco al torso veo como si el vientre le hubiera explotado, de la misma forma que el cadáver del guardabosque, fue desgarrado y eviscerado. El torso está totalmente vacío y por un momento intercambio una mirada con Aiden, como si quisiera que me explicara lo que les pasó mucho antes de que él si quiera pueda comprenderlo.

—Parece que el asesino se vuelve cada vez más agresivo— dice Clark a mis espaldas.

—No es el mismo asesino, esto es otra cosa— volteo hacia ella convencida de que el primer asesino no puede ser el que hizo esto.

—¿Un animal?— Dice Jason acercándose.

—La teoría de que un animal esté haciendo esto parece demasiado descabellada, ningún animal va a ser tan metódico— le responde Aiden molesto.

—Un animal con la minuciosidad e inteligencia de un humano— mi voz los silencia a todos.

—¿Eso es posible?— Pregunta Kari acercándose a mí.

—O tal vez una persona que quiere que parezca que esto es obra de un animal o más bien de un monstruo— responde Clark de nuevo mientras se acerca con los brazos cruzados.

Simplemente no puedo dejar de pensar en esas criaturas que se han acercado a mí durante esos días, tanto el monstruo de debajo de mi cama como la cosa que me atacó en el bosque y en la casa de Catherine Goldberg, puedo jurar que esto está ligado a ellos, pero ¿cómo explico a todos lo que he visto? Voy a parecer una loca.

—¿Obtuvieron algo bueno con la amiga de Goldberg? — Pregunta Emerich volteando hacia nosotros.

—No mucho, la última vez que vio a la víctima fue en un club de la ciudad, fuimos ahí y efectivamente las cámaras nos muestran que estuvo con un hombre—dice Jason y puedo recordar el video, ese tipo, alto, espaldas anchas, bien vestido, cabello negro, guantes de piel.

—Entonces, estamos igual que antes— responde Emerich ante toda la explicación de Jason.

—Tenemos el video, como prueba, además la srita. Smith está segura de poder reconocer al individuo— dice Clark intentando rescatar lo que más pueda de todo el tiempo que perdimos.

—Necesito hablar con la persona más íntima de la segunda víctima, corroborar que Marina Boulton no salía con el mismo hombre— mi voz llama la atención de todos, incluso de Aiden.

—Creo que hay alguien a quien todavía no entrevistamos, la hermana de Marina, ella puede tener información— responde Clark, parece emocionada con esa nueva idea.

—Bien, hablen con ella, programen una cita, necesito toda la información, si ya tenemos un posible sospechoso no podemos dejar que se nos vaya— dice Emerich haciendo que todos entren en acción. Tanto Clark como Jason salen casi corriendo detrás de él, apurados por realizar lo que él pide.

Doy media vuelta y salgo de la morgue directo a la sala de tiro. Camino con paso seguro y las manos me tiemblan. Cuando abro la puerta veo el lugar solo, me acerco al dispensador y veo ahí sentada a la encantadora rubia con mandíbula cuadrada que se encarga de las armas del lugar. Está fumando un puro mientras ve el periódico, cuando es capaz de percibirme sonríe moviendo el puro en su boca, tiene un corte de hongo que la hace ver un poco enternecedora, la nuca la tiene rasurada y sus grandes ojos castaños se clavan en los míos mientras se recarga en la barra que nos separa.

—Agente Cárter ¿en qué le puedo ayudar?— No había escuchado antes su acento, arrastra la g y la r la convierte en gr como si fuera un sonido que sale desde el fondo de su garganta.

—¿Tenemos balas blindadas, expansivas o explosivas?— Le pregunto mientras mis ojos viajan por todas las armas que tiene colgadas a su espalda, ella sonríe de lado sin tirar el puro.

—¿Aquí? ¿En la academia? ¿De qué tratará la próxima clase?— Su voz, pese a su acento, suena burlesca, supongo que es ilógico que pida algo así en un lugar que está destinado a la enseñanza más que otra cosa.

—Son para mí— clavo mi mirada en la suya y parece que le divierte mi petición.

—¿Qué buscas? ¿Para qué objetivo?— Se yergue y pone ambas manos en su cintura esperando.

—Cacería… necesito balas blindadas o expansivas, necesito un arma que sea pequeña, pero potente, capaz de atravesar la piel de un elefante, de hecho capaz de atravesar al elefante completo— noto la sorpresa en su rostro y empieza a reír muy divertida.

Pochemu ty ishchesch’ chto-to vrode estoy devushki?  (¿Por qué buscas algo así niña?)— Ruso, sabía que su acento era especial y conocido.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.