Ebrio Instinto

8. The Girl I Like Is You

El beso. Ese beso.

Fue dulce y cálido, como un abrazo.

Alyssa se quedó quieta y abrió mucho los ojos.

No sabía qué hacer porque entre el alcohol y el asombro iba a colapsar.

Esperó, a que él, se separara y le puso la mano en el pecho.

—Pero, Thomas no puedes hacer esto, ¿qué pasa con la chica que te gusta?

—La chica que me gusta, eres tú—le acarició la mejilla con la yema de los dedos.

Alyssa simplemente se rió, sin entender.

—¿Yo?—se volvió a reír, Alyssa—. Pero, si a ti te gusta Kristal, ¿no? Yo no soy Kristal.

—No lo entiendes muy bien, ¿eh? ¿Nunca te has dado cuenta? Siempre te miro y me preocupo por ti. Me gustas tú Alyssa; ni Kristal, ni Alexa, ni la chica de antes, sólo tú—le volvió a besar para ver si lo comprendía—. Me gustas Alyssa—le confesó.

Hizo una mueca.

—¿No me digas que la chica que te gusta se llama como yo?—se tapó la boca—. Eso puede ser raro—pensó—¿Qué pasa si folláis y te acuerdas de mi? Ay ay. Voy a por una copa.

Se tambaleó por el pasillo, yendo hasta la barra.

<<Bueno lo he intentado>>—pensó Thomas.

Realmente no estaba triste, la había besado, y sabía que no tenía muchas posibilidades con ella.
Aunque parecía como si su mundo, fuese distinto al de ella.

Estaba contento por haberle dado el beso y por haberse declarado.

Aunque sabía que lo suyo realmente no llegaría a ningún lado y no quería insistirle, no pretendía ser pesado; no con ella.

Así que la vio marchar y recordó a la chica de antes.

La verdad era que su "amiguito" estaba con ganas. Así que... Subió las escaleras en busca de ella.

Alyssa iba, después flipando; hablando cosas del estilo:

<<Madre mía, ¿y si gime mi nombre, cuando estén haciendo algo del kamasutra?>>—ella sola pensaba situaciones peores. Después vió a Alexa en la barra y le volvió el cabreo.

<< Si le gusta una tal Alyssa, ¿por qué le dice que vaya a liarse con otras? Qué mal me cae>>—pensó, Alyssa.

Se acercó y pidió una copa.

—Cada vez me caes peor—murmuró, Alyssa.

—¿Me estás hablando a mí?—Alexa quitó sus manos de la cintura de la chica, con la que se encontraba.

—No; simplemente a veces me gusta hablar con el obispo psicológicamente—le dio una mirada de asco–.Me das asco

—Estás borracha. No sé si debería hacerte mucho caso—sonrío—. Mírate, apenas te mantienes en pie, cariño.

—Soy más consciente que tú, hasta con un litro de alcohol en vena—le miró y bebió de ese vaso—.Al menos yo esta noche he besado a Thomas. En vez de dar asco, como tú.

—Eso.... Es interesante—dijo extrañada ¿Se lo habría inventado? ¿A Thomas le había salido bien la jugada?—. Por cierto, ¿dónde está? ¿Y porque estás tú, aquí molestando?

—Me ha dicho que le gusta una chica y he venido a beber, no lo sé. Quizás con esa tal Alyssa—volvió a beber—. No te molesto; alegro tu vida, amiga.

—Tú eres Alyssa, idiota—se sentó en la encimera, al lado de donde estaba ella—.Y sí, puede que de vez en cuando me alegres, pero la vista—pasó su mano por su hombro, bajando con su índice el tirante de su vestido—.Y lo siento, pero quiero volver con aquella preciosura—se acercó a su oído—.Me la voy a llevar a la cama; igual que me llevaba a tu querida amiga, Kristal. ¿Me la vas a prestar un día? ¿O aprovecho que estás borracha?—se separó de ella y quedó mirándole de arriba a abajo.

—Ya sé que me llamo Alyssa, no soy idiota. Pero es oootra Alyssa—volvió a subir el tirante de su vestido con rabia—. ¿Quién te crees que eres para tratar a las personas, así? Kristal tiene más consciencia que eso, y no creo que te deje hacer nada, así por que sí. Y después de lo que le has hecho a Thomas, ya no puedo verte, más como una cagada asquerosa—le apartó de un manotazo—. No quiero que te acerques a ninguno de mis amigos.

—¿Qué hablas, borracha?—sonrió—. A ver... ¿Dime qué le he hecho yo, a tu querido Thomas? Tan solo le he ayudado a declararse. Porque a mí, no; pero a él le flipas, tú. No otra Alyssa, mi niña—la miró con ternura —. Y en relación a Kristal, yo la tenía entre mis brazos mucho antes de que tú, una desconocida, la conocieras. ¿Crees que no se lo pensara un par de veces? Venga, tus amigos.... ¿En serio?—bebió un trago.

—Incluso si eso es verdad, ¿crees que mandarlo con otras chicas es algo bueno delante de la que le gusta?—dijo con unas ganas de pegarle creciendo, se acercó a ella y le agarró el antebrazo, con algo más de fuerza de la necesaria—.Chica, si Kristal, estuviera interesada en ti, no se pondría como un palo cuando te ve. Está incómoda y te crees que actuando como gilipollas, te va a ayudar—se rió en su cara—. Creerte mejor que yo te hace peor, cariño mío, y como vuelvas a hacer algo así, me vas a conocer.

Se alejó unos metros en la barra a por su vaso.

—Fíjate que coincidencia que la idea de inventarle una novia a Thomas, la primera que la pronunció fue Kristal. Yo no lo he separado, al contrario le ayudé emborrachándote. Porque en realidad, debo admitir que en un principio esa era su tarea, pero... Todo se descontroló. Y aquí te encuentras, enfrentándome. Pero sabes, no voy a permitir que una borracha me diga que hacer, y no te tenses. No te hace falta, que ya me voy—se dirigió a la chica de antes.




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