Que no se note que tiemblo si lo veo,
que al escuchar su voz me pierdo,
que en mi pecho florece el deseo
de decir su nombre… y me lo muerdo.
Que no se note que oro por su vida,
como quien reza por un milagro callado,
que cuando él ríe, mi alma se anida
en ese instante tan simple, tan sagrado.
Que no se note que me nace un "te quiero"
en medio de conversaciones sin sentido,
que su ausencia me sabe a aguacero
y su presencia… a cielo encendido.
Que no se note que en mi cabeza suena
esa canción que grita lo que no digo,
“Oh no, I'm falling in love” —qué condena,
caer de nuevo… sin tener abrigo.
Que no se note —te lo ruego, corazón—
que este amor me escribe versos en secreto,
que vivo entre la negación y la ilusión
de amarlo… en un silencio tan completo.