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Es increible como tu vida puede pasar frente a ti en cuestión de segundos, ¿sabian ustedes que un día tiene 86400 segundos?, bueno pues si no lo sabían, ahora ya lo saben. La cantidad de cosas que pueden pasar en este tiempo pueden ser muchas o pocas, jamás lo sabrás con exactitud. 

No creía en cosas como el destino, siempre pensé que uno se labraba su futuro con las acciones que realizaba en el presente, solo eso, lo siento muchas veces uno se puede equivocar, somos humanos al final de cuentas. 

La puerta de la casa está abierta, probablemente mi hermano ha llegado de su entrenamiento un par de minutos antes, siempre se olvida de cerrar y Nun, nuestra pequeña cachorra suele salir, sin embargo, no es algo que me preocupe en este preciso momento. 

12 segundos es el tiempo que me toma recorrer la sala, subir las escaleras y entrar a mi habitación, no sin antes azotar la puerta.

La vida de una chica a los dieciséis es algo difícil, sobre todo por la carga de hormonas que despide nuestro cuerpo a esa edad, y aún más si le sumamos cierta inestabilidad emocional, como es mi caso.

Hay un viejo dicho que habla acerca de que uno nunca es feliz con su primer amor, estoy en completo acuerdo con ello. 

Hace un par de meses conoci al chico mas hermoso que había visto jamás, y eso que había visto a bastantes chicos lindos, no lo malinterpreten, pero los compañeros de mi hermano son bastante lindos y suelen venir a casa con frecuencia, sin embargo ninguno de ellos me llegó a atraer en otro sentido, hasta que apareció el. 

Dan.

Lo conocí en las clases de patinaje, cuando entro a la pista fue algo simplemente magnifico, iba vestido de negro completamente, las luces comenzaron a apagarse cuando entro sumergiendolo en la socuridad misma y camuflandolo, cuando llego al centro un relflector lo ilumino y parecia un verdadero angel de la muerte, tenia todo ese aspecto de chico malo y eso me hizo quedar prendada de el al instante.

Tonta.

Cuando un chico así aparece en tu vida debes huir, no intentar conquistarlo a como dé lugar, como yo lo hice.

Pasé un mes sin que le hablara, se dio de forma espontánea, no tuve que forzar nada, comencé a encontrarlo en todas partes, parecía que conspiraba para que yo cada vez mas y mas cayera en su oscuro encanto y así sucedió. Jamás fuí de muchos amigos y cuando comenzó a interactuar conmigo no pude evitar sentir esa cálida sensación de que por fin tenía a alguien. 

Tonta, mil veces tonta. 

Todo para él era un juego, sin embargo yo ya estaba demasiado enganchada en el momento que lo descubri, asi que decidi perdonarlo y aferrarme a lo poco que tenía, el dijo que me amaba, que le perdonara, al principio había sido un juego pero se terminó enamorando, y esas falsas palabras sirvieron para que yo como tonta cayera de nuevo en la trampa que el lobo le había hecho al conejo.

Cree una dependencia hacia él, lo quería en mi vida en todo momento, así que nos hicimos pareja de patinaje, me cambié al mismo colegio que él, salía con él y deje de hacer las cosas que a mi me gustaban, todo mi mundo giraba en torno a él. 

Todo era tan tóxico, y yo era tan ciega, hasta el día de hoy.

No pude seguir haciéndome la de la vista gorda, el me lastimaba de distintas formas y yo no hacía nada, y aun así con lo que me hizo no tuve el valor suficiente para enfrentarlo, he dejado que me destroce el corazon y se vaya ileso.

Limpio las lágrimas que bajan por mis mejillas, me quito la falda de pastelones que llevo encima y corro hacia al baño, pongo la regadera y me meto aun con el resto de la ropa puesta, y así bajo el chorro de agua rompo a llorar con todo lo que tengo. 

Lloro de rabia. 

Por el y por mi. Por no poder dejar de quererlo, y odiarlo como se merece.

Lloro de tristeza. 

Porque no merecía ser tratada de esa forma. 

Siento mi sangre arder, mis ojos desenfocan mientras las lágrimas salen de manera inevitable. Me duele, me duele tanto. 

Leves golpes se escuchan en la puerta, creando un eco en la habitación y se que es mi madre quien está tras ella, esperando a que le dé una explicación del por qué he entrado como loca, ya que eso no es propio de mi.

No quiero hablar con nadie, solo quiero llorar y destrozar cosas, sin embargo salgo del baño y me visto. Me veo en el espejo y este me devuelve a una chica que no reconozco, esta delgada y con lo pómulos hundidos, ojeras demasiado notables que incluso el maquillaje no logra cubrir, sus ojos hinchados, que si ves con un poco mas de atencion puedes notar las fisuras que tiene a punto de estallar. 

 La desesperación me puede y comienzo a golpear todo, lanzó las cosas  sobre mi peinador y destrozó el vidrio del espejo. La sangre sale rápidamente y siento un leve mareo. 

"Déjate llevar" "déjame tomar el control" dice una pequeña voz en mi mente.

La rabia me consume y solo veo todo rojo, gritos de ayuda se escuchan a mi alrededor pero yo solo me puedo enfocar en liberar todo ese dolor que hay dentro de mi.

Pierdo la noción del tiempo y el espacio, el cansancio llega a mí, al parecer he estado corriendo por un largo tiempo. 

Mis ojos comienzan a cerrarse, cada vez siento menos fuerza, mi entorno se vuelve borroso y me dejó arrastrar a la oscuridad.

...

— No por favor, no le hagas daño – suplica mi madre entre llantos.

Los quejidos de mi padre se escuchan a lo lejos, quiero ayudarlos quiero que dejen de sufrir ¿Quien les está haciendo daño?

Corro en busca de Sun-Ho, él sabrá cómo ayudarlos.