Eclipse

Capítulo 12

—Sabes… quisiera que planeáramos un pequeño viaje, solo nosotros dos, a donde tu quieras. ¿Que dices? —Me dijo mientras mantenía su mirada fija en el vaso.

Me encontraba con Ciro en una cafetería de la ciudad habíamos decidido tomarnos un descanso y salir en pareja. El trabajo en la manada cada vez se hacia más pesado y por la falta de principales.

—No voy a negarte que me encantaría. Actualmente nuestra agenda esta algo apretada, pero luego de las evaluaciones tenemos que tomarnos esas vacaciones —Este me miro y ambos sonreímos.

Una de las cosas que más me gustaba de compartir con Ciro era su capacidad de hacerme sentir bien, con sus propuestas, su sentido del humor y sobre todo con todo ese cariño que me ofrecía.

De momento un chico de la cafetería llamo a Ciro y este se levanto de su asiento y se dirigió hacia el. Un minuto mas tarde Ciro solicito mi presencia y repetí su acción.

Ambos volvimos a la mesa, estábamos conversando muy normal y a gusto cuando note que Ciro recogía un sobre que estaba al pie de mesa.

Le mire con curiosidad, no recordaba haber visto ese sobre al llegar, su expresión al abrirlo fue de sorpresa e confusión, pero en un segundo sus fracciones se endurecieron y como si hubiera captado algo se torno molestó.

—Me preguntaba el porque últimamente todas las cartas, sobres y todo lo demás que llegaba a la mansión primero era revisado por ti o Karen —Se levanto de su asiento, y dejo el sobre frente a mi, mi expresión fue sería nunca había esperado recibir algo así—. Ahora comprendo la razón —Cada palabra expresaba disgusto.

Se alejo un poco mientras pasaba las manos por su rostro, estaba molesto podía notarlo y era la primera vez que lo veía así de molestó. Me levanté de mi asiento y fui tras el.

—Espera no tienes porque enojarte por esto, no se qué está pasando —No me escucho y solo me dio la espalda. Sabia que la única manera de calmarlo era decirle toda la verdad—. Si, tienes razón, los sobres de la mansión solo son revisados por Karen o por mi por este tipo de cosas, pero no sé porque lo hace. Está mujer no ha dejado de acosarme desde ya hace algunas semanas sin ningún motivo.

—En esa carta ella alega que tu estas tendiendo contacto con el…

—Pero no es así, aunque ella lo aleje en todas las cartas que me ha enviado. No he tenido ningún contacto con Dorian Castle —Hable con firmeza, Ciro se la vuelta y me miró mientras soltaba un suspiró.

—No estoy dudando de ti, pero me molesta que busque relacionarte con el —Hablo con suavidad recuperando aquel tono delicado—. ¿Que piensas hacer al respecto?

—No lo sé. Por un momento pensé que hablar con Dorian sería la mejor opción, pero ya no estoy tan segura de eso.

—Así es, Shia. Es un asunto que debes arreglar con ese sujeto —Dijo sin más para luego retirarse.

—Maldición —Maldije por lo bajo al momento que comenzó alejarse.

¿Qué carajos estabas sucediendo?, ¿Porque se empeñaba en fastidiarme?, ¿Debería hablar con Dorian o enfrentarla directamente a ella?, eran las preguntas que me hacía mientras aún seguía parada en aquel lugar.

Tome el sobre en la mesa, mi primera intención era romperlo y deshacerme de el, pero caí en cuenta de que debía tener evidencia para poder parar este asunto de una vez por todas.

Sin más llame un taxi, obviamente sin saber la dirección de la mansión Castle, le indique al chofer a dónde quería ir y este asintió y comenzó a conducir. Esa era una de las ventajas de que los Castle vivieran entre los humanos todos los conocían como una familia de alto prestigio, sin saber lo que se ocultaba tras las paredes.

Al llegar lo primero que hice fue tocar el timbre un par de veces, luego me dispuse a observar toda la fachada de la mansión mientras esperaba a ser atendida.

Me impresionaba lo cuan decorada estaba cada espació de esta, cada detalle estaba diseñado con tal perfección que la simple vista podrías darte cuenta que está mansión valía más que la misma ciudad, pero no era para menos los Castle eran los seres lujuriosos de todo el mundo.

Al momento que escuché la puerta principal abrirse recobre mi postura, la joven chica del servicio se veía sorprendida. No hacia ni decía nada, solo me observaba y lo entendía. Nadie podría imaginarse que yo llegaría a pisar está mansión.

—Estoy buscando a Dorian, necesito arreglar con el un pequeño asunto —Pronuncie y la chica pareció reaccionar, se veía nerviosa.

—Disculpe —La chica abrió la puerta y me hizo un gesto con su mano para que me adentrará al lugar —No creo que sea prudente que este acá y menos en este momento, pero se que los gemelos la aprecian mucho, así que tomare el riesgo de informar su presencia. Por favor, aguarde aquí.

Solo asentí a lo dicho y la chica procedió a retirarse, otra vez me perdí en la increíble decoración del lugar, aquellos detalles modernos y a la vez contemporáneos le daban un toque de película al lugar.

—¿Cómo te atreves a presentarte acá? —La voz de la chica resonó en el lugar con un tono autoritario y desafiante.

—De la misma manera en la que tu te atreviste a enviarme esto —Respondí de la misma manera mientras levantaba y agitaba el sobre en mi mano. La chica rio.

—¿Qué vas a hacer?, ¿Decirle a Dorian? —Su voz era de burla, como si acaso pensará que Dorian sería capaz de echarme de aquel lugar sin siquiera escucharme y restándole importancia al asunto.

—Me rebaje en venir a su casa, ¿Qué no es obvia mi intención? —Por un momento al verla, tan segura y con aquella risa en su rostro, dude en si fue la mejor opción buscar a Dorian.

—No permitiré que hables con Dorian —Decreto, y en ese momento una sonrisa se formó en mi rostro, con solo esa frase supe que había hecho lo correcto el buscarlo.

—¿Quien eres tu para impedírmelo?, hablare con Dorian te guste o no, y acabare con esta estupidez tuya de una vez por todas —Mi intención era caminar hacia ella y encararla, pero antes de que pudiera siquiera dar un paso alguien me tomo bruscamente del brazo.




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