Luego de los acontecimientos volví a la mansión, quise hablar con Ciro al respecto pero el no se encontraba quizás estaría en e pueblo o quizás no. Yo por otro lado me encontraba con Karen en su habitación, ambas acostadas en la cama como un par de grandes amigas. Y la verdad eso era lo que sentía, Karen se había vuelto muy cercana a mi desde que llegué a este lugar.
Karen no solo era la sacerdotisa del lugar, sino que también se había vuelto mi mano derecha, quien me aconsejaba y apoyaba en cada decisión. Aunque la relación que teníamos era muy afectiva había cosas que Karen aún no conocía sobre mi, como el hecho de que su padre decidió desaparecer por completo luego de condenarme a ser temido toda mi vida.
—Danilo Castle tiene un carácter fuerte, si, pero tengo entendido que adora a sus hijos, en especial a Lorenza. Hay rumores que ella es su debilidad, mientras que los gemelos son su dolor de cabeza. Quizás por esa razón es que es tan estrictos con ellos, la verdad no se sabe mucho de Danilo Castle —las palabras de Karen me trajeron de vuelta a la realidad.
—Más que darme miedo me causa admiración, el hecho de que con su sola presencia todos bajan la cabeza es impresionante.
—Ha logrado todo eso generando miedo y poder en ambos mundos. Los Castle siempre han sido poderosos, pero Danilo logró tener un nivel de poder increíble, no se sabe que hizo o como lo hizo pero todos le temen y en el mundo humano es conocido por ser un gran y respetado empresario que tiene mucho poder.
—Es por eso que Sandra conocía a Dorian desde mucho antes de ser traída aquí, son socios de los Beckett.
—Así es, aunque en realidad Dorian solo la vio apenas un par de veces, nunca conversaron. Dorian nunca logro reconocerla y era obvio, nadie nunca había visto a Sandra más que sus padres al nacer y Baltasar al transformarla. Igual sucedió contigo solo tus padres, mi padre y Baltasar conocían tu físico, nadie sabía como lucías pero a diferencia de Sandra el cabello blanco te delataba. Y el empeño de tu padre, Brian, Axel y Dante en encontrarte era sumamente obsesivo…
—¿Cómo sabes todo eso? —Pregunte intrigada, la verdad era Karen sabía mucho más de lo que decía.
—Soy una bruja, Shia —Respondió simplemente— puedo saber todo lo que quiera, igual que Axel. Lo único que no puedo saber es todo lo que es más poderoso que yo y hasta ahora muy pocas cosas lo son. Conozco el pasado, el presente y una pequeña parte del futuro, y es divertido si me lo preguntas.
—Eres una chismosa nivel extremo —Comente, Karen rio—. ¿Cuáles son esas cosas tan poderosas a las que no tienes acceso?
—La mayoría son personas, los dioses obviamente, Danilo Castle, mi padre, la parte importante del futuro que nos espera y tú.
—¿Yo? —Karen asintió y me pareció extrañó.
—Así es, tu poder es superior al mío y al de Axel ninguno de los dos podemos seguir tus pasos o siquiera saber lo que sucede contigo —A pesar de que para mí si era interesante el tema no lo era para ella, su tono desinteresado la delataba—. ¿No has tenido noticias sobre la prometida de Dorian?.
—No, y espero no tenerlas. Creo que en tan poco tiempo muchos problemas me han caído encima como para tener que lidiar con una mujer celosa —Cuando me di cuenta del error que había cometido, Karen ya me miraba como si no pudiera entender a que me refería.
—¿De que hablas? Todo ha marchado bien, tu único inconveniente hasta ahora a sido esa mujer —Pregunto.
—Ciro esta perdiendo la confianza en mi —Intenté agregar un punto fijo en la conversación para evitar que se desviara—. Siento que muy distante.
—Es entendible, el sabotaje que te hizo está chica ha tenido su efecto —Le mire sin decir nada—. Por más que no lo creas Ciro siempre estará inseguro de Dorian, es tu destinado y hay cosas que no podrán controlar. A pesar de que el sentimientos más notorio entre ustedes sea por su lazo, su cercanía sigue siendo amenazante para lo que no estén de acuerdo con ellos.
—No me tortures con eso —Le dije.
—Tu única solución para evitarlo encontrar la manera de que Dorian acepte rechazarte —Me dijo.
…
Todo parecía ir perfectamente bien. Me encontraba en mi habitación alistandome para salir con Ciro, había logrado conversar con el aclaramos todo lo que había sucedió y me ofreció una salida a un lugar de la ciudad. Todo era normal hasta que un invitado no deseado entro a mi habitación por el balcón:
—Hola Pequeña —La voz del demonio se hizo presente, de inmediato me sobresalte.
—¿Que haces aqui?, ¿No tienes mejores cosas que hacer? —Le pregunte sin mirarlo.
—No, no hay nada mejor que verte —Rode los ojos ante lo dicho.
—Eres patetico. ¿hay un motivo especifico tu visita? —Pregunte al mismo momento que gire sobre mi eje, cruzando me de brazos mientras recostaba mi cuerpo levemente en el tocador. Lo observé de pies a cabeza y su aparien me tomo por sorpresa.
Era extraño nunca había visto a Dorian arreglado de esa manera. Llevaba un pantalón negro, y sus zapatos del mismo color, cosas que normalmente usaba, pero la camisa negra que lucia estaba desabotonada hasta la mitad de su pecho dejándolo al descubierto.
—No, aparte de querer pedirte disculpas por lo que hizo Valeria. La verdad es que siento mucho ese incidente, si me fueras dicho desde un principio…
—Bien, aceptó tus disculpas. Ya puedes retirarte —Lo interrumpí. En otro momento quizás me hubiera tomado el tiempo de escucharlo pero Ciro no tardaría en venir por mi.
—¿Tratas así a todas tus visitas?, ¿En que momento te volviste tan amargada? —Dorian dio unos pasos hacia mi. Rei ante lo dicho.
—No es amargura Dorian. Sencillamente me cansé de muchas cosas, especialmente de estar esperando algún comportamiento distinto de tu parte —Mi intención era salir de aquel lugar, no queria volver a experimentar la angustia de tenerlo en mi habitación mientras Ciro tocaba la puerta del otro lado, en especial ahora que estaba algo disgustado por lo sucedió, pero Dorian no me dar ni cinco pasos cuando se acerco de más a mi y me jalo del brazo para acercarme a el —No te acerques, no me toques —Las palabras salieron involuntariamente de mi boca al momento que me soltede su agarre y me aleje.