Flashback:
Me encontraba en la mansión, acostado en mi cama con Valeria a mi lado cuándo de la nada la pantalla de mi celular se encendió, comenzó a sonar y el nombre de unos de mis hombres apareció en el ella.
—¿Quién es? —Pregunto Valeria, adormilada.
—Quédate aquí, necesito contestar esta llamada. Es importante —Le dije al momento que me levanté y dirige al baño.
—Dorian son las tres de la madrugada, ¿Quién carajos llama a esta hora? —Cerré la puerta del baño tras de mi ignorando sus palabras.
—¿Qué sucede? ¿Porque llamas a estas horas?
—“Señor, han surgidos problemas con la señorita Goodwell” —Eso hizo que mi corazón se paralizara al instante.
—¿Qué sucedió? ¿Ella está bien? —Pregunte rápidamente.
—Esta bien, solo que está tomada, muy tomada y varios hombres se le han acercado con ninguna buena intención y se me hace muy complicado alejarlos de ella…
—¡Acaso eres idiota!, lo primero que tenías que lograr era que dejarán de servirle tragos —Le reprendí.
—Lo intento, pero el sujeto de la barra no se atrevió a negarle los tragos…
—¿En donde carajos está? —Lo corte, no necesita explicaciones innecesarias.
—Éxtasis, un antro al oeste de la ciudad…
Corte la llamada y procedí a salir del baño y buscar una camisa para ponerme.
—¿A donde vas? —Pregunto Valeria, mirándome con el ceño fruncido.
—Tengo algo urgente que hacer. Volveré rápido —Le dije para luego tomar mis llaves e irme del lugar directo a aquel sitio.
Fin del flashback.
—¿Que demonios crees que haces? —Me pregunto molesta al momento que me empujó para alejarme del sujeto.
Mis manos temblaban de rabia al ver como ese imbécil y asqueroso chupa sangre intentaba aprovecharse de su momento de ebriedad.
—Si te molesta que se acerquen a ella deberías decirle que deje de comportarse así, y que no se vista como una puta —Explote de rabia. Me lance hacia el y mi mano impacto con todas mis fuerzas en su rostro del sujeto haciendo que retrocediera.
—¡Lárgate! —Le ordene al vampiro quien se fue del lugar molesto.
—Dorian —La voz de Shia llamo mi atención por completó, procedí a escanearla de pies a cabeza y no pude evitar mirarla con desaprobación —¿Que haces? —Me Pregunto.
—¿Que hago?... Pues alejando al imbécil. Explícame que fue ese espectáculo —Le reprochaba por su comportamiento tan inadecuado.
—¿Y que hay con eso? No veo en que te afecte a ti —Se cruzó de brazos molesta, lo que me hizo enojarme más.
—¿Qué estabas pensando? Parecidas una mujer cualquiera bailando y más besándote con ese imbécil —Shia ignoraba mis palabras como si su comportamiento de hace un rato no fuera importante.
—Me confundes con tus mujeres fáciles…
—¡¿Y acaso no lo parecidas?! —Sentí como su mano impacto en mi rostro haciéndolo girar levanté, estaba molesta. Observe como varias personas miraban a nuestra dirección por lo que me dispuse a esperar que ella se alejara del lugar para seguirla.
Se dirigía a la barra donde había dejado su bolso y posteriormente salió del lugar. Caminaba tras ella intentando seguirle el paso.
—Shia detente, ¿a donde crees que vas? —Le pregunté al notar que caminaba sin rumbo y en dirección opuesta a la mansión Goodwell.
—¡Vete al infierno! —Exclamo sin dejar de caminar.
—Shia, hablemos —Pedí intentando que frenará sus pasos, andes que decidiera desaparecer con la velocidad en que los vampiros podían hacerlo.
—¿Hablar de que?, crees que soy una cualquiera, me dejaste bien claro lo que piensas de mi.
—Te comportas de una manera inmadura, no se cómo lidiar contigo —Le dije mientras caminaba tras ella.
—Inmadura —Río fuerte—. Por favor Dorian, soy una adolescente de dieciocho años, ¿Que esperabas? —Suspire cansado, sabía que está seria una noche larga.
Shia freno sus pasos en medio de la calle, giro a mi dirección observándome con una mirada asesina, imponente. Todo lo contrario a lo que solía gustarme en una mujer, pero en ella era distinto, de alguna forma me gustaba verla molesta.
—Estas siendo ridícula, te pones esa ropa y te embriagas por capricho y para hacer berrinches y luego soy yo quien tiene que lidiar contigo —Le dije.
—Quería relajarme un rato, ¿Que tiene de malo que beba y me divierta un poco? Estoy cansada de ser infeliz —Sus ojos se comenzaron a cristalizar, y un sentimiento de tristeza se instalo en mi pecho.
»Me traen aquí en contra de mi voluntad Y lanzan sobre mi responsabilidades para las que nunca me preparé también en contra de mi voluntad. Me obligan a comportarme de una manera “acta para mí posición”, una posición que yo no quería —Hablaba intentando no romper en llanto, podía notarlo en el tono de su voz y en la manera desesperada que sus ojos evitaban mirar un punto especie—. Solo quiero ser yo misma —Mi ceño se aun más, porque sabía perfectamente que esa no era ella, quizás era rebelde y obstinada pero jamás se comportaba de manera vulgar.
—Pero tu no eres así, no entiendo en que momento aprendiste a comportarte de está manera ¿Así vas a hacer desde ahora? —Di unos pasos hacia ella y procedí a encararla—. ¿Te vas a vestir y a comportarme como si valieras tan poco?, mírate… vales mas de lo que crees y aun no lo comprendes —Intentaba hacerla reaccionar aunque sabía que sería inútil, en ese momento hablaba bajo los efectos del alcohol que había consumido.
—Hay quienes quieren matarme por ser quien soy y por lo que supuestamente valgo —me mira fijamente y una lágrima comenzó a descender por su mejilla—. Se suponía que tu serías mi apoyo en todo este proceso y lo único que has hecho es confundirme y crearme inseguridades con cada una de tus acciones —No pude evitar alejarme ante esas palabras, la frustración repentina que se apoderó de mi hizo que frotara mi rostro e intentara estabilizar las emociones que se habían revuelto en mi.
—Ya basta, te llevaré a la mansión —Intente tomarla del brazo para llevarla a mansión, pero Shia huyó de mi, alejándose lo suficientemente para que no pudiera alcanzarla en el próximo intento.