Capítulo 17

La semana había pasado volando desde aquel encuentro, y mis pensamientos estaban hechos un caos. Me encontraba en una montaña rusa emocional. Primero, debía mantener la cabeza fría para poder tomar decisiones con respecto a la reapertura, mis estudios se estaban volviendo más complicados y estresantes cada vez mientras reclamaban más de mi tiempo, tenía que llenarme de paciencia para hacer el intento de conformar el acuerdo con Dorian sobre las cinco salidas, y estaba obligada mantener la tranquilidad a toda costa para no perder el control y no dar a conocer el monstruo que había dentro de mi.

Por otro lado Axel y Karen se encontraban trabajando en todo lo que necesitarían para el rechazo. Axel decidió que no se quedará en la mansión, y como el brujo que es, aparecería en la mansión cuando fuera necesario.

Había llegado el día de la primera salida con Dorian. Nos encontrábamos en una pequeña cafetería en el centro de la ciudad. El lugar estaba lleno de gente, risas y el aroma del café recién hecho llenaba el aire. Estaba sentada frente a el mientras me miraba con una sonrisa que iluminaba su rostro.

Hablábamos de cosas triviales, de nuestras preferencias, de música y películas. A medida que la conversación avanzaba, me sentía más cómoda. Sus ojos brillaban cada vez que reía, y por un momento, olvidé que estaba allí para rechazarlo.

***

—Eres una ilusa si crees que las cosas sucederán de la manera que quieres —Axel caminaba por los pasillos de la mansión Goodwell mientras Karen seguía sus pasos.

—Entonces las cosas pasarán de la manera en que tú las desees, ¿Es eso? ¿Acaso estás planeando algo? —Axel freno sus paso y giro su cuerpo en directo de Karen.

—Lo que tiene que pasar tiene que pasar y ya, entiende eso de una vez por todas —Le dijo Axel a Karen.

—¿Así como tenía que pasar la muerte de mi mate por culpa de un capricho de tu madre? —Lo encaró y este le miro serio.

—No me culpes por cosas en las que yo no tuve nada que ver, y deja de estar planeando cosas para cambiar el rumbo de lo que sucede, terminarás haciendo mas caos del que ya está previsto —Le dijo para luego desaparecer.

***

Luego de unos días la segunda salida se hizo presente. Ambos dábamos un paseo por el parque. El clima era perfecto, con el sol brillando y una suave brisa que acariciaba nuestras pieles. Caminamos lado a lado, y Dorian comenzó a contarme historias de su infancia, mientras ambos comíamos helados.

No fue hasta mucho tiempo de conversación después que me di cuenta de que lo escuchaba con atención, sintiendo que cada palabra creaba un lazo más fuerte entre nosotros. La risa ahora fluían fácilmente entre nosotros, y al final del paseo, Dorian confesó que en estás dos primeras “citas” solo estaba analizándome para hacer de las próximas unas “citas” inolvidables.

…

La tercera salida con Dorian estaba programada para una cena en un restaurante que él había elegido. Mientras me arreglaba, mi mente estaba en otro lugar, pensando en el poco tiempo que faltaba para lograr el objetivo de todo esto. No tenía ningún interés en mantener relación con Dorian; estaba simplemente cumpliendo con el acuerdo de salir cinco veces antes de que el aceptará mi rechazo y no lograba proyectar algún tipo de relación con el luego de que eso sucediera.

Me había mentalizado mucho en lo que sucedería de ahora en adelante y esa era mi decisión, mantener mi distancia hacia el, alejarme todo que fuera posible y evitar crear algún tipo de relación…

Al llegar al restaurante, la iluminación era tenue y la decoración elegante. El ambiente era acogedor, con el murmullo de conversaciones y el tintinear de copas llenando el aire. Dorian ya estaba allí, esperando en una mesa en un rincón. Su sonrisa me recibió.

—Hola —dijo al verme, levantándose para darme la bienvenida al lugar—. Tengo que admitir que estás hermosa.

—Hola —respondí a su saludo, tome asiento.

Comenzamos una conversación superficial sobre el lugar y las decoraciones y me dio la impresión de que Dorian se había esforzado en elegir un lugar, pero decidí pasar por alto esa idea. Cuando llegó el camarero, Dorian hizo un pedido entusiasta, y me hablaba de cada plato para darme algunas recomendaciones. Luego de terminar de ordenar, el camarero se retiró y nosotros continuamos conversando.

—¿Has venido alguna vez a este lugar aquí? —Pregunto.

—No, la verdad es que aun no conozco mucho de la ciudad y lo poco que conozco es gracias a Andrés o Ciro —Note como sus manos hacían un poco de tensión ante la mención de aquel nombre.

—Me gustaría algún día pasar por ti y darte un recorrido por toda la ciudad, llevarte a conocer todos los lugares que sean posibles. Pero como te empeñas en mantenerme alejado, resulta algo imposible —Inmediatamente entendí que se refería al hecho de que no había permitido que pasara por mi en ninguna de nuestras salidas.

—Lo siento, pero así lo prefiero. No quiero que hayan chismes al respecto de estás salidas y que me recojas y lleves a la mansión puede crear muchos —Le dije.

—Chismes siempre habrán, Shia. En nuestro mundo el más mínimo hecho puede ponerte en la portada principal de las páginas o revistas de farándula —Me dijo.

—Si, esa es la principal razón por la que no te lo permito —Le dije simplemente.

A medida que avanzaba la cena, Dorian intentó hacer comentarios más personales. Yo, estando mentalizado en que debía evitar formar más lazos con el, respondía con respuestas breves, evitando profundizar en cualquier tema que pudiera generar una conexión más fuerte entre nosotros. Quería que la velada fuera solo una cena más, sin ataduras ni complicaciones emocionales.

—¿Qué tal está yendo el proceso de reapertura? —Pregunto mostrando interés por el tema.

—Sinceramente no está resultando como esperaba. Sabía que sería difícil y arriesgado, pero me esta costando mantenerme cuerda con respecto al tema, la estabilidad de la manada se ve afectada por todo esto. Me pesa más el hecho de que fue una decisión impulsiva de mi parte comenzar este proceso estando consiente de que aún teníamos mucho por recuperar antes de siquiera pensarlo —Confesé.