Eclipse

Capítulo 20

Desperté la mañana siguiente sintiéndome desorientada. La luz del sol entro por la ventana iluminando la habitación, y la claridad de la situación me golpeó con fuerza. ¿Había algo que cruzará por mi cabeza en ese momento? Si, claro que sí. Solo podía pensar en una frase con demasiado significado para mí. Lo has arruinado todo.

Mientras los flashback llegaban como destellos repentinos, mi mente se concentraba en revivirlos en cada parpadear. Comencé a vestirme mientras al mismo tiempo buscaba mi celular, que rápidamente conseguí sobre la mesa de noche que había junto a la cama.

Sabia que había cruzado una línea de la cual no podría volver por más que lo quisiera, y en ese momento me negaba a que todos hubiera sido real. Marque el número de Bladimir, quien no tardó en responder.

—“Buenos días Shia”

—Bladimir necesito que vengas a recogerme —Ni siquiera lo deje terminar de hablar, no podía verlo pero sabía que su expresión facial había pasado a ser una totalmente neutral.

—“¿Estas bien? ¿Dónde estas?” —pregunto sin emoción alguna.

—Estoy bien, estoy en el apartamento de Dorian —mire hacia la puerta asegurándome que Dorian no estuviera cerca—. necesito que vengas a recogerme ahora mismo. Te enviaré la ubicación —Colgué la llamada y sin esperar mas procedí a enviarle la ubicación.

Sabía que no era el fin del mundo, sabía que esto me traería complicaciones en mis planes, pero nada que no tuviera solución. Y aún así, quería huir de ese lugar, sentía la necesidad de salir corriendo de ese lugar, me sentía abrumada.

Termine de alistarme, y ahora sabía que era el momento de enfrentar la realidad. Salir de la habitación en ese momento me parecía la peor decisión pero tenía que hacerlo, pero antes de que pudiera pensar en algo más, Dorian, entro a la habitación causando mi sobresalto.

Llegó con una bandeja en sus manos, cual dejo en una mesita que había como decoración. Me miraba algo extrañado y confundido. No podía culparlo, sabía que me veía extraña, pero no solo me veía también me sentía extraña.

—¿Te sientes bien? —No sabía que responder a eso, ¿Me sentía bien?, no tenía ni idea—. Si quieres hablar de lo que sucedió, estoy aquí para hacerlo.

—Estoy bien, o eso creo —Me miró aún más confundido—. Necesito irme —Sin mas de la habitación.

Dorian venía tras de mi intentado intervenir en mi plan de huida, intentaba detenerme mientras me pedía hablar sobre lo sucedido, se le notaba confundido y yo también lo estaba.

“¿Que hice?”

Sin importarme que alguien me viera, baje las escaleras lo más rápido que pude evitando perder tiempo en el ascensor. Dorian no se inmuto por eso y intentaba seguir mis pasos, pero no lo logro. Justo e la entrada estaba Bladimir con la puerta del auto abierta esperando por mi.

—Lo siento, Dorian. No puedo enfrentar esto ahora —Murmure por lo bajo.

Me subí al auto y Bladimir procedió a cerrar la puerta, mi mirada se mantenía en la nada y solo podía escuchar como Bladimir y Dorian mantenían unas palabras.

—Bladimir déjame hablar con ella, te juro que no hice nada. No sé que pasó.

—La llevaré a la mansión, y luego, cuando esté mejor y ella lo permita, podrás hablar con ella —Dijo simplemente en un tono amargo para luego subirse en su asiento y comenzar a conducir el auto.

Mientras el conducía, yo intentaba mantener una respiración estable, pero cada inhalación un desafío. Bladimir, por otro lado, miraba reiteradamente por el retrovisor del auto, notando mi inquietud.

—Shia, ¿estás bien? —Pregunto con voz suave.

Asentí con la cabeza, al mismo tiempo que unas lágrimas brotaron de mis ojos. Bladimir pareció comprender lo que estaba sintiendo y detuvo el auto en medio de la calle. Luego, deslizó su cuerpo desde el asiento del conductor hasta la parte trasera, sentándose a mi lado.

—Tomate tu tiempo —Las lágrimas comenzaron a brotar descontroladamente y me cubrí el rostro con mis manos. La sensación de descontrol era abrumadora. Bladimir retiro las manos de mi rostro y aún tomarlas entre las suyas noto que estaba temblando—. Estas teniendo una crisis nerviosa, eso es todo, estarás bien. Respira hondo —me dijo, y aunque intentaba controlar mi respiración como el me indicaba, el nudo en mi pecho no se deshacía.

Sentía que estaba atrapada en un torbellino de emociones y la confusión me consumía. ¿porque me sentía así?. Cualquier emoción que hubiera podido sentir antes de esto se había convertido en vulnerabilidad y un miedo paralizante. Lo único que podía llegar a procesar eran las lejanas palabras de Bladimir pidiéndome que respirara con el…

***

Después de haber experimentado aquel violento ataque de nervios, llegaron a la mansión. Shia, se había dirigido hacia su habitación, cerrando la puerta de golpe. El sonido resonó por los pasillos, dejando un aire de inquietud entre los presentes.

En una de las salas principales, se encontraba Karen, junto a Andrés, James y Angelina. Todos preocupados por lo que fuera que hubiera ocurrido. En el momento en que Bladimir se presento ante ellos, Karen, con el ceño fruncido y los brazos cruzados, se atrevió a romper el silencio.

—¿Qué está pasando? ¿Por qué llegó en ese estado? —preguntó, su voz temblando entre la preocupación y la indignación.

Bladimir, se mantuvo firme, y una expresión seria y protectora que por primera vez se apoderaba de su semblante. Con un tono calmado pero autoritario, se dirigió hacia todos:

—Shia está bien. Solo ha tenido una crisis nerviosa y necesita descansar. No debe ni quiere ser molestada en este momento.

Karen, frunció el ceño sintiéndose indignada. Quería asegurarse que Shia estuviera bien, ya que para ella cualquier paso en falso podría causar en desastre.

—Creo que tengo el derecho de verificar cómo está. No puedo quedarme aquí sin saber si necesita ayuda. Quizás hablé conmigo —insistió, avanzando hacia la salida de la sala que dirigía hacia el pasillo que llevaba a la habitación de Shia.




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