-Una fea, mírate nadie creería que me enamoraría de algo tan feo como tú-se me formo un nudo en la garganta-.si estaría contigo todos pensarían que sería por lastima-las lágrimas corrían por mis mejillas.
-Qué piensas que no lo sabía, tú no eres la única persona que me lo dice llego a mi casa y mi madre todo el tiempo me repite lo fea que soy y que por mi culpa mi padre la abandono-mi vos era quebrada.
-Perdón –pidió.
-Qué piensas que con un simple perdón arreglas todo el daño que me has hecho-lo encare.
-No pensé en el daño que te hacia-su mirada era suave.
-Eso es lo malo que nunca piensas el daño que le hacías cada vez que me pegabas-mi vos era de impotencia.
-Ya para, por favor-suplico.
-No lo voy a hacer, tú nunca lo hacías cada vez que me pegabas-dije llena de odio.
-¿Quieres saber por qué te trato así?-preguntó con sinceridad.
-Si porque el daño que me hiciste no tiene explicación-mis lágrimas habían cesado.
-¿Porque te trato haci?-se preguntó a sí mismo-. Bueno pues cada vez que salía del colegio mi padre le pegaba a mi madre hasta que un día se harta de los golpes y se fue dejando solo con el sufriendo su mismo infierno a diario.
- Bueno pues los problemas que tengas en tu casa se quedan ahí, no tenías que desquitarte conmigo-le reclame.
-Sabes que no te quiero lastimar, haci que adiós- se fue dejándome hablando sola.
***
# Al día siguiente:
-Levántate buena para nada- grito mi madre desde la sala.
Baje a desayunar mi madre ya me lo había servido.
-¿Quién es ese niño que vino ese día?-me pregunto.
-Un compañero-respondí.
-Eso creía ese niño tan lindo no se figaría en algo tan feo como tú- dijo con franqueza.
-Bueno mami, ya me voy-dije con voz triste despidiéndome.
***
Camino a la escuela unas lágrimas caían por mis mejillas yo las limpie con mi mano no iba a dejar que Santiago me viera llorando.
-Hola Andrea-salude a una compañera.
-Hola ¿Qué tal gabi?-pregunto.
-Bien ¿y tú?-sonreí fingidamente.
-Muy bien- respondió.
-Bueno me voy al salón- afirme.
-Adiós gabi-se despidió.
-Adiós Andrea-me despedí yendo al salón.
Me fui adentrando al salón hay estaban Salvador y sus amigos conversando. Ellos me miraron menos Salvador fui un sitio lejos de él y me puse a leer mi libro favorito “El eclipse”.
-Gabriela-escuche la vos gruesa de u hombre que me llamaba.
¿Sí?-pregunte alzando la mirada me sorprendía al ver que era Alejandro uno de los amigos de Salvador.
-Necesito hablar contigo-su voz era suave.
-¿Que necesitas?-pregunte.
-Te amo-su voz era dulce.
-¿Qué acabas de decir?-me sorprendí.
-Que te amo-afirmo.
-No lo entiendo-aclare.
-Qué crees que lo que te dije es verdad nunca estaría con algo tan feo-dijo despreciativamente.
-¿Por qué no lloras?-pregunto al ver mi cara desganada.
-Porque ya otro hiso lo mismo-mire a Salvador con odio.
-¿A dónde miras?-pregunto muy intrigado.
-A otro lado que no sea tu cara-respondí mirándolo directo a los ojos. Luego se fue.
-Gabriela ¿Cómo estás?- pregunto Salvador.
-Bien, antes de verte- sonreí falsamente.
-Disculpa, por lo de ayer-pidió.
-No te preocupes, es lo que piensas de mi- dije tristemente.
-Pero no lo pienso-se defendió.
-pero lo dijiste-contra ataque.
-Lo que dije ayer no es verdad-me miro intensamente.
-Por favor no quiero oír más mentiras-dije con un suspiro muy triste.
Iba Santiago a contestar pero la vos de una mujer lo interrumpió:
-Amor estas………..-Andrea se calló al verme-. Gabriela no sabía que estabas aquí.
-¿Ustedes son?-pregunte extrañada.
-Novios-contesto.
-Bebe necesito hablar con Gabriela a solas ¿puedes esperarme afuera?-Salvador le pidió a Andrea.
-Si claro, adiós Andrea-dijo moviendo su mano asiendo que yo haga lo mismo.
-Te lo iba a decir- dijo Salvador con un tono de voz triste.
-No somos nada a sí que no me lo tenías que decir-sentí ganas de llorar pero no iba a dejar que me viera sufriendo por culpa suya así que no lo hice.
-Si debía, estas enamorada de mi-dijo riendo.
-No estoy enamorada de ti-dije me moleste.
-¿Segura?-pregunto.
-Si muy segura-le respondí.
-¿Entonces como se le llama a mujer que se pone celosa al ver a un chico con otro?-pregunto con sarcasmo.
-Se le llama ilusa-me reí en su cara.
-jajaja-rio.
-Voy a comprobarlo-se fue acercando más y más a mi acorralándome contra la pared poniendo cada uno de sus brazos a mi costado hasta que…………