Lina ha pasado una noche inquietante, atormentada por las visiones que se mezclan con la realidad. El sueño no le brinda alivio; sus sueños están plagados de sombras y figuras distorsionadas. A la mañana siguiente, la sensación de desesperanza y confusión la envuelve.
Decide regresar a la clínica del Dr. Ramírez, buscando respuestas desesperadamente. El edificio, que antes le parecía distante y frío, ahora parece una fortaleza de hielo que encierra la verdad. Al entrar, la sala de espera le parece un lugar extraño, como si fuera parte de un escenario de su propia mente.
El Dr. Ramírez la recibe con su usual calma profesional. "Hola, Lina. ¿Cómo te has estado sintiendo desde nuestra última sesión?" pregunta con una sonrisa amable pero calculada.
Lina se sienta y respira hondo antes de hablar. "He estado enfrentando más alucinaciones. Ayer vi a Sasha en el parque y me dijo que no debía sentirme sola. Pero luego me di cuenta de que Sasha no es real. Es una alucinación creada por mi mente."
El Dr. Ramírez escucha atentamente, su expresión imperturbable. "Eso es un avance importante, Lina. Reconocer que algunas de tus percepciones no son reales es un paso hacia el entendimiento de tu situación."
Lina lo mira con una mezcla de alivio y desconfianza. "Sí, pero ahora estoy más confundida que nunca. No sé qué es real y qué no lo es. A veces siento que estoy atrapada en un juego de sombras y mentiras."
"Es comprensible sentirse así," dice el Dr. Ramírez, "pero es crucial que continúes trabajando a través de estas percepciones. A veces, nuestras mentes crean mecanismos de defensa para lidiar con el estrés y el trauma."
Durante la sesión, el Dr. Ramírez sugiere que Lina se enfoque en los símbolos del libro y trate de encontrar patrones que le den sentido. "Estos símbolos pueden tener significados personales que podrían ayudarte a entender mejor tus experiencias," dice él, guiándola a revisar sus notas y anotaciones.
Lina se siente exhausta al final de la sesión, pero decide seguir el consejo del Dr. Ramírez. Al regresar a casa, se sumerge en el libro de simbología, tratando de descifrar cualquier significado que pueda aliviar su confusión. Mientras revisa sus anotaciones, algo llama su atención: un patrón recurrente en los símbolos que parece estar relacionado con el concepto de control y liberación.
Mientras estudia los símbolos, Lina comienza a conectar los puntos. Siente que hay un mensaje oculto en ellos que podría ayudarle a desentrañar el misterio de sus alucinaciones. La idea de que el libro podría estar ofreciendo respuestas reales y útiles la impulsa a seguir investigando con renovado fervor.
Esa noche, mientras Lina trabaja en el libro, recibe un mensaje en su teléfono. Es un video corto del Dr. Ramírez, en el que él le dice que ha encontrado algo importante y le sugiere que lo vea. El video muestra al Dr. Ramírez en una habitación con varios monitores de vigilancia, observando a Lina sin que ella lo sepa. La revelación la deja helada: el Dr. Ramírez ha estado observándola y monitoreando su comportamiento en todo momento.
El miedo y la traición inundan a Lina. Se da cuenta de que ha sido manipulada y vigilada, y que el Dr. Ramírez ha estado jugando con su mente desde el principio. El libro y el Dr. Ramírez parecen ser parte de un elaborado juego para mantenerla en un estado de desesperación y confusión.
Lina se enfrenta a una decisión crucial. Debe confrontar al Dr. Ramírez y descubrir la verdad detrás de su manipulación, o continuar en la oscuridad, atrapada en sus propias percepciones distorsionadas. La realidad y la ilusión están colisionando, y Lina se encuentra en una encrucijada que podría determinar su futuro.