Capítulo 1:
El sol se estaba poniendo en el horizonte, tiñendo el cielo de tonos anaranjados y morados, cuando Clara decidió aventurarse hacia la mansión Ravenscroft.
Desde que era niña, había escuchado historias sobre esa imponente construcción, una joya del pasado convertida en un símbolo de terror y misterio para el pueblo. Los ancianos hablaban en susurros sobre la desaparición de la familia Ravenscroft y las sombras que danzaban en las ventanas durante las noches de tormenta.
Impulsada por una mezcla de curiosidad y desafío, Clara se acercó a la entrada, donde las puertas de madera estaban entreabiertas, como si invitaran a los valientes a entrar.
Al cruzar el umbral, un escalofrío recorrió su espalda, pero no se detuvo. La mansión, aunque cubierta de polvo y telarañas, conservaba una elegancia antigua. Los muebles estaban cubiertos con sábanas blancas, como fantasmas que habían perdido su forma.
Cada paso resonaba en el silencio, y Clara sintió que la casa la observaba. Se adentró en el vestíbulo, donde un gran candelabro colgaba del techo, su luz apagada, pero aún imponente. Las paredes estaban cubiertas de retratos de la familia Ravenscroft, sus ojos parecían seguirla mientras caminaba.
Clara se preguntó qué secretos guardaban esos rostros, qué historias se habían perdido en el tiempo.
Editado: 15.08.2024