Capitulo 3:
Mientras Clara continuaba su exploración, comenzó a escuchar susurros que parecían fluir de las paredes mismas. Al principio, pensó que era su imaginación, pero los murmullos se intensificaron, llamándola por su nombre. "Clara... Clara...", resonaban en su mente, envolviéndola en una sensación de inquietud. Con cada paso que daba, las sombras se alargaban y parecían moverse a su alrededor, como si la mansión estuviera viva.
Cautivada por los ecos, Clara siguió el sonido, llevándola a una escalera que descendía hacia el sótano. A medida que bajaba, la temperatura se volvía más fría, y el aire se sentía denso, casi opresivo. En el fondo del sótano, encontró una puerta entreabierta, que crujía como si la invitara a entrar. Al cruzar el umbral, se encontró en una habitación oscura, iluminada solo por la tenue luz de una vela que parpadeaba sobre un altar.
El lugar estaba adornado con símbolos extraños y objetos que parecían pertenecer a rituales antiguos. Clara sintió que algo la observaba, un peso en su pecho que la instaba a salir corriendo. Sin embargo, su curiosidad la mantenía anclada en el lugar. Fue entonces cuando vio una figura oscura en la esquina de la habitación, un susurro de movimiento que la hizo retroceder. ¿Era el Espectro de la Noche del que hablaba el diario? Con el corazón latiendo con fuerza, Clara comprendió que la mansión guardaba secretos más oscuros de lo que había imaginado.
Editado: 15.08.2024