Noches que parecen eternas sin poder dormir,
he llorado tanto que llenaría todo Santa Lucía
hasta que se inundara todo el barrio antiguo.
Odio-me más que nunca.
Me odio con todo mi ser.
Odio lo que siento, odio lo que soy, odio en lo que me convertido al crecer.
No quiere seguir creciendo siquiera.
Odio mi cuerpo.
Quiero dejar de pensar en qué dirán
los demás sobre mí, quiero dejar de estar preocupado por qué van a decir de mí.
Quisiera por aunque sea unos segundos poder verme como lo hace él...
Lo amo con todo lo que puedo siquiera sentir.
Ni todas las palabras que existen pueden describir cuán grande es mi sentir por él.
¿Qué debería hacer si ahora ya no se valora nada de esto?