En el corazón del bosque luminoso, el grupo descubre un claro donde las flores emiten una luz suave y las piedras parecen estar dispuestas en un patrón específico. Moira, con su ojo para los detalles históricos, sugiere que el patrón podría ser un mapa estelar antiguo, mientras que Diego, el arqueólogo, especula que podría ser un lugar de poder donde los portales se activan con mayor facilidad.
La curiosidad del grupo se intensifica con cada teoría presentada. Álvaro, el líder y experto en simbología, se arrodilla para examinar más de cerca las piedras, trazando con su dedo las líneas que conectan una flor con otra. “No es solo un mapa estelar o un lugar de poder,” murmura, “es ambos. Las flores representan las constelaciones y las piedras los puntos de energía terrestre.”