Ecos del alma

SECCIÓN III: La Paradoja de no ser Nadie: Auto-Traición y Deseos de Paz

Quisiera sentir mi vida tan plena, de alegrías, de paz y de besos que no frenan. Quisiera sentir mi alma tan llena, de sonrisas, de miradas y de caricias obscenas. PERO SIGO ESCOGIENDO MAL, las decisiones, no las personas. Porque sé que nada es como yo quiero, pero soy inteligente, por eso con el tiempo haré que sea de esa manera. Tener a la mujer que quiero tan bonita y noble, tan mía. Tener el auto que quiero tan capaz de llevar a toda mi familia (un niño y una niña), es todo lo que pediría. Que al despertar lo primero que escuche sea el sonido de la puerta del cuarto de mis hijos abriéndose mientras corren con rapidez hacia mis brazos, diciéndome: "¡Papi, te quiero!", dándome muchos besos y abrazos. Siento que no pido mucho, pero hoy en día es mucho pedir, una mujer tan buena, una compañera con quien compartir. Solo espero no tirar la toalla, solo espero que mis ángeles me dejen seguir.

Siempre trato de ser invisible ante tus ojos, un ser transparente.

Me gusta extrañarte, por eso disfruto cuando te anhelo, pero odio cuando te tengo.

Es que sí siento que seas mía, pero ¿qué tanto? Solo sé que si fuese tanto en mi mente ganarías la batalla, pero es empate.

Y si hoy solo quiero pensar en tus ojos y no en el pasado que me quema. Y si hoy quiero pensar en tus besos y no en tus mentiras que me frenan. ¿Estaría siendo justo conmigo por pensarte o injusto conmigo por hacerlo? Muchas veces fui malo y no sé si tu amor sea lo que merezco. A veces me amas y no hay dudas, pero otras las mismas atormentan. Mejor evito eso y hoy no te pienso.

Yo dejé de amarme para amarte más.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.