La batalla final se desató, no solo entre nosotros y las sombras, sino dentro de mí. La oscuridad intentó seducirme una última vez, pero ya no podía ceder. Ya no había miedo. Solo amor, solo luz.
Con Lian a mi lado, enfrentamos la última prueba: el sacrificio. Pero no era uno que nos destruyera, sino uno que nos transformara, que nos hiciera más fuertes, más completos. Y cuando la oscuridad finalmente se desvaneció, lo único que quedó fue la luz.
Un nuevo amanecer llegó, y con él, una nueva era para nosotros. El amor no había sido nuestra debilidad, sino nuestra fuerza más poderosa.