Ecos en la Noche.

Capítulo 1: La Llamada.

La lluvia caía con fuerza sobre las calles de la ciudad, creando un sinfín de charcos que reflejaban las luces de neón de los bares y restaurantes. En el aire flotaba un olor a asfalto mojado y a humo de cigarrillos, un recordatorio de la vida que nunca dejaba de moverse, incluso en las noches más oscuras. Yisus, con su abrigo negro y su sombrero de ala ancha, se encontraba en su oficina, un pequeño y desordenado espacio en el tercer piso de un edificio antiguo.

El sonido del teléfono interrumpió el silencio, resonando como un eco en la habitación. Yisus, que estaba revisando un viejo expediente, se enderezó en su silla. Con un suspiro, se acercó al teléfono y descolgó la línea.

—¿Yisus? —preguntó una voz femenina, temblorosa y cargada de preocupación. Era Clara, la hermana de la joven desaparecida.

—Sí, soy yo. ¿Cómo estás, Clara? —respondió él, intentando sonar calmado, aunque en el fondo sentía un nudo en el estómago.

—No sé a quién más acudir. Mi hermana, Laura, ha desaparecido. La policía dice que no hay pistas y que probablemente se fue con alguien, pero yo… yo sé que algo no está bien —su voz quebrada resonó en el receptor.

Yisus sintió que su instinto de detective se activaba. La desaparición de una persona nunca era un asunto trivial, y menos si la familia estaba convencida de que había algo más oscuro detrás.

—Cuéntame todo lo que sabes. ¿Cuándo la viste por última vez?

—La vi el jueves por la tarde. Dijo que iba a reunirse con unos amigos, pero nunca volvió. Desde entonces, su teléfono está apagado y no ha respondido a mis mensajes.

—¿Tenía algún problema reciente? ¿Alguna pelea con alguien?

Clara dudó un momento. Yisus podía escuchar su respiración acelerada.

—Últimamente ha estado extraña, como si tuviera algo en mente. Pero nunca dijo nada. Solo… solo espero que no le haya pasado nada malo.

Yisus tomó un sorbo de café frío que había olvidado en su escritorio. La situación se tornaba más grave con cada palabra.

—Voy a encontrar a Laura, Clara. Te lo prometo. Necesito que me des una foto de ella y cualquier información que creas que pueda ayudar.

Después de unos minutos de conversación, colgaron. Yisus se quedó mirando el teléfono, planteándose las posibilidades. Laura no era solo una desaparición más; había algo en la voz de Clara que le decía que había un trasfondo más oscuro, un secreto que clamaba por salir a la luz.

Con determinación, se levantó, se puso su abrigo y salió de la oficina. La lluvia seguía cayendo, pero eso no lo detendría. Tenía que encontrar a Laura, y para ello, debía adentrarse en las sombras de la ciudad, donde los ecos de la verdad a menudo se perdían en la oscuridad.

Afuera, el sonido de sus pasos resonaba sobre el pavimento mojado. Mientras se dirigía al barrio donde Laura había sido vista por última vez, una sensación de desasosiego lo invadió. La noche aún estaba joven, y los secretos de la ciudad estaban esperando ser descubiertos.

Yisus sabía que este caso no sería fácil. Pero estaba decidido a enfrentar cualquier peligro que se interpusiera en su camino. La búsqueda de la verdad a menudo lo había llevado a lugares oscuros, y esta vez no sería diferente.

—Esto es solo el comienzo —murmuró para sí mismo, mientras la lluvia continuaba cayendo, lavando las calles y ocultando las huellas del pasado.

Con el corazón palpitante y la mente alerta, se adentró en la noche, listo para enfrentar lo que el destino le tenía reservado.




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