Yisus se acercó a "El Serpiente", quien estaba rodeado de un grupo de hombres que reían y brindaban con copas en alto. La música vibrante del club parecía desvanecerse en el fondo mientras su mente se concentraba en su objetivo. Sabía que este era un momento crucial; no podía permitirse titubear.
—¿El Serpiente? —dijo, alzando la voz para hacerse escuchar sobre el bullicio.
El hombre se volvió lentamente, sus ojos oscuros y penetrantes se posaron en Yisus. La sonrisa que se dibujó en su rostro parecía más una mueca de desdén.
—¿Y tú quién eres? —preguntó, con una mezcla de curiosidad y desafío.
—Soy Yisus. Estoy aquí por Laura. La viste la noche que desapareció. Necesito respuestas —dijo, tratando de mantener la voz firme.
El ambiente a su alrededor se congeló por un instante. Los hombres del grupo intercambiaron miradas, y la risa se desvaneció. "El Serpiente" dio un paso hacia Yisus, mirándolo de arriba a abajo.
—¿Y qué te hace pensar que yo tengo respuestas? —preguntó, su tono burlón a la vez que amenazante.
Yisus sintió el sudor frío en su espalda, pero no iba a retroceder.
—He oído que estuviste con ella. Lo que pasó esa noche es importante. Si la has visto, por favor, dímelo. No quiero hacerte daño, pero necesito saber la verdad —respondió, tratando de mantener la calma.
El Serpiente se rió, pero no había alegría en su risa. Era una burla, una forma de desestimar la urgencia de la situación.
—La verdad, amigo, es un lujo que pocos pueden permitirse. Laura se metió en problemas. ¿Y tú crees que yo tengo tiempo para jugar al héroe? —dijo, cruzándose de brazos.
Yisus sintió que la frustración comenzaba a burbujear dentro de él. Era evidente que "El Serpiente" disfrutaba de la situación, pero no podía dejar que eso lo intimidara.
—Escucha, no estoy aquí para amenazarte. Solo quiero que me digas dónde está —replicó, apretando los puños.
En ese instante, uno de los hombres del grupo se acercó, interrumpiendo la conversación.
—¿Qué está pasando aquí? —preguntó, con una mirada desafiante.
—Solo un pequeño intercambio de información —respondió "El Serpiente", sin apartar la vista de Yisus—. Este tipo cree que puede encontrar a Laura solo porque está decidido. Pero no sabe con quién está tratando.
Yisus sintió que la tensión aumentaba. Sabía que estaba arriesgando su seguridad, pero no podía dar marcha atrás.
—Si tienes algo que ver con su desaparición, no dudaré en llevarte ante la justicia —dijo, decidido a mantener su postura.
El grupo empezó a reírse, pero "El Serpiente" no parecía divertirse. Su mirada se volvió fría y calculadora.
—Tienes agallas, eso te lo reconozco. Pero no eres el único que juega en este juego. Si realmente quieres saber lo que pasó con Laura, tendrás que hacer algo por mí primero —dijo, inclinándose hacia Yisus.
—¿Qué quieres? —preguntó, sintiendo que ya no tenía muchas opciones.
—Hay un tipo que debe dinero por un trato fallido. Si lo encuentras y le haces entender que debe pagar, quizás yo considere ayudarte. Pero si decides ignorarlo y seguir persiguiéndome, no te gustará lo que te espera —advirtió, mirando a Yisus con una expresión de desafío.
Yisus sabía que estaba atrapado. La vida de Laura dependía de su capacidad para navegar por este oscuro laberinto, y no podía permitirse perder más tiempo.
—Está bien —respondió, sintiéndose como si estuviera vendiendo su alma—. ¿Dónde puedo encontrar a ese tipo?
"El Serpiente" sonrió, satisfecho.
—Se llama Marcos. Suele estar en un bar al otro lado de la ciudad, "El Último Refugio". Pregunta por él y verás lo que te dice. Pero recuerda, no te va a dar la información fácilmente. Te advertí que esto no es un juego.
Yisus asintió, sintiendo que había tomado un riesgo calculado. Si eso era lo que tenía que hacer para acercarse a la verdad, entonces lo haría.
—Gracias —dijo, dándose la vuelta para marcharse.
Pero antes de que pudiera alejarse, "El Serpiente" lo detuvo con una mano en su brazo.
—Ten cuidado, Yisus. Este mundo no es como el tuyo. Aquí, las palabras pueden ser más peligrosas que una bala —susurró, antes de soltarlo.
Yisus salió del club, sintiendo que el aire fresco de la noche lo envolvía. Tenía una nueva dirección, pero también un nuevo peligro. La búsqueda de Laura lo había llevado a un punto sin retorno, y sabía que cada paso que daba lo acercaba más a un abismo del que podría no volver.
Con la mente llena de pensamientos y el corazón acelerado, se dirigió al siguiente destino. El tiempo no estaba de su lado, y la vida de Laura estaba en juego. La noche aún era joven, y el camino por delante estaba lleno de incertidumbres. Pero Yisus estaba decidido a enfrentarlas. La verdad lo esperaba.
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Editado: 15.12.2025