Ecos en la oscuridad

Alma helada.

Volviendo a la realidad, el silencio después de mi risa fue tan profundo que pude escuchar su respiración, la forma en la cual respiraba, casi sin poder evitar temblar causó en mi una alegría indescriptible.

Los papeles se voltearon.

Ya no soy yo quien tiene miedo.

Él siguió allí inmóvil, sus ojos fijos en los míos, intentando convencer a su mente que aquella mujer no era real.

Pero lo era.

Lo soy.

Cuando di un paso al frente su cuerpo reaccionó antes que su razón, retrocedió un paso chocando con el borde del callejón.

Podía oler su miedo, era diferente al mío, él suyo tenía un rastro de cobardía, un olor miserable y patético como él.

Poco a poco me fui acercando cada vez más hasta estar cerca pero no lo suficiente.

—¿Lo sientes? —Pregunte con la garganta seca.

No sé si me oyó o si solo fue el viento quien transmitió mi mensaje pero su mirada cambió, era la misma de aquella noche, una mirada vacía y sin vida.

El susurro de mi voz acarició su piel, por como se tenso puedo suponer que el aire era demasiado fría para él.

Dió un paso atrás y corrió.

El eco de sus pasos desesperados mientras se alejaban parecían las notas de una canción terrorífica.

Yo me quede quieta en mi lugar, no podía seguirlo porque el callejón era el límite de mi frontera pero no necesitaba salir de aquí para sentirlo.

Su error fue aparecer en esta noche, donde los muertos tenemos mucho más poder del que aquellos con vida pueden imaginar y en donde la sed de venganza se vuelve el motor de nuestras almas.

Aunque estuviese lejos podía escuchar cómo su corazón palpitaba, hasta podía oír mi nombre escapando de sus pensamientos.

Ahora sería él quien no podría dormir, quien miraría sobre su hombro esperando encontrarme.

El miedo cambiaría de dueño.

Me quedé ahi mirando mi reflejo en los pedazos rotos del espejo y por primera vez sonreí desde mi muerte.

Ahora sé que no necesito tocarlo para que sienta mi presencia ya que el frío de mi ser lo había alcanzado y el alma una vez helada, nunca vuelve a calentarse.



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En el texto hay: fantasmas, pasado oscuro, paranomal

Editado: 24.10.2025

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