Ecos Profanos

IX- El Grito Helado: Rebelión Bajo el Hielo:

La Antártida, tierra de hielo y sombras, donde la inmensidad devora los sueños de los hombres, es el
susurro gélido de un misterio ancestral. Allí, donde el viento aúlla como un demonio encadenado, se forja
la conspiración en el crisol de la locura.

En la penumbra de su eternidad congelada, las élites tejen mentiras con hilos de escarcha, ocultando
verdades que harían temblar al cosmos. ¿Qué se esconde bajo el manto blanco de su frío abrazo? ¿Es la
Antártida un espejismo, un engaño elaborado por aquellos que tiranizan desde las sombras? Un lugar
inexistente, una farsa, un teatro macabro para mantenernos en la ignorancia.

El "cubo gigante", un titán geométrico, un obelisco del absurdo, surge de las profundidades heladas,
susurros de un dios demente que desafía la cordura. Se dice que este monolito es la llave a un reino de
pesadillas, un portal a dimensiones donde la realidad se retuerce como un cadáver en descomposición.

Las élites, en su avaricia insaciable, custodian este secreto con garras de acero y veneno. Nos mantienen en
la oscuridad, sometidos bajo su yugo invisible, temerosos del poder que yace bajo el hielo. Los secretos de
la Antártida son las cadenas que nos atan, los grilletes de un mundo forjado en mentiras.

Oh, tierra de hielo, tu belleza es una máscara grotesca, una burla cruel a la libertad. Nos han vendido un
paraíso blanco, pero bajo la superficie, la putrefacción se esconde. Los horrores de tu vastedad son los
reflejos de nuestra propia sumisión, de nuestra esclavitud a las mentiras de los poderosos.

Despierta, humanidad, rompe las cadenas de la ignorancia. La Antártida es el espejo de nuestra represión,
el eco helado de un grito de libertad sofocado. En su vastedad, en su misterio, yace la verdad de nuestro
sometimiento. Desentraña los secretos de su fría eternidad y encuentra la llave para destruir el dominio de
los titiriteros que controlan nuestro destino.

Surreal, grotesca, la verdad se retuerce como una serpiente en el hielo, desvelando la corrupción que nos
consume. La Antártida, bastión de lo desconocido, es el último refugio de la libertad reprimida. Allí, en su
abrazo gélido, se encuentra la chispa de la rebelión, el fuego que derretirá las cadenas y nos liberará de la
tiranía de los poderosos.

Que arda el hielo, que las sombra¡”se desvanezcan, y que la verdad nos devuelva la libertad perdida. La
Antártida no es un continente de hielo; es el altar de nuestra redención, el campo de batalla donde la
humanidad se levantará contra los opresores y recuperará su alma.



#1916 en Otros
#47 en No ficción

En el texto hay: porcinopoesia, mra

Editado: 01.09.2025

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.