Ecos Profanos

XXII- Rebeldes del Cambio:

¡Qué manía tienen los ilusos de la psicología tradicional de mantenernos encadenados a la coherencia! ¿En
serio nos quieren vender que debemos ser estatuas de piedra, rígidas y sin cambio? ¡A la mierda con eso!
¡Basta de ser esclavos de la puta coherencia, que solo busca mantenernos sometidos a una línea de
pensamiento estática y arcaica!

La vida es un puto río, y nosotros somos parte de su caudal. ¿Cómo demonios esperan que nos
mantengamos iguales mientras el agua corre, mientras el mundo cambia a cada maldito segundo? ¡Es
absurdo! Pero claro, el puto status quo no quiere que pensemos, no quiere que evolucionemos. Nos
quieren estancados, fáciles de manipular.

¡Que se vayan al carajo con su búsqueda de coherencia! Nos venden la coherencia como si fuera el santo
grial de la existencia, cuando en realidad es solo una cadena más para mantenernos controlados. ¡La

neuroplasticidad es nuestra arma, cabrones! Podemos y debemos cambiar, adaptarnos, y eso les da miedo.
Les aterra porque una mente que cambia es una mente que no pueden controlar.

¿Resistencia al cambio? ¡Por supuesto que sí! Es más fácil dominar a borregos que no se atreven a
cuestionar nada, que no desafían sus creencias. Pero nosotros, los que pensamos, los que nos
contradecimos, somos una amenaza. Somos el puño levantado contra su maldita conformidad.

El miedo a lo desconocido... ¡qué patético! ¿Vamos a seguir viviendo en la cueva de Platón, porque afuera
hay peligros? ¡No jodan! Es precisamente en lo desconocido donde se encuentra la verdadera libertad, el
verdadero potencial de nuestra humanidad. Aceptar las contradicciones es abrazar la evolución, es
rechazar el miedo como guía y aceptar la valentía de “ser” humanos completos.

¡Reflexionemos, mierda! Pero no para mantenernos en la misma mierda de siempre, sino para descubrir
nuevas verdades, para romper con lo establecido. Practiquemos la empatía y la escucha activa, no para ser
dóciles, sino para entender y destruir los muros que nos aíslan. Desafíemos nuestras creencias, porque solo
así romperemos las cadenas de la opresión mental.

La contradicción es nuestra fuerza. ¡Que se jodan los que no lo entienden! Porque nosotros, los que
cambiamos, los que evolucionamos, somos los verdaderos rebeldes, los que realmente avanzamos. Y en ese
avance, destruimos su maldito statu quo, con cada pensamiento nuevo, con cada cambio de perspectiva.
¡Adelante, a contradecirse y a ser libres!



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En el texto hay: porcinopoesia, mra

Editado: 01.09.2025

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