Edith e Ivan

Día 42

Ivan.

Su ceño fruncido me parece tan tierno, su sonrisa es para mi lo mejor, puede sonar masoquista pero me gusta que me rechace ya que eso me hace pensar en que falle y así lo hago mejor, ella llega a alegrar mis días con tan solo mirarme de reojo. 

Hay chicas tímidas, malvadas, dulces, inteligentes y luego esta Edith, ella es del tipo cortante, con un solo comentario te podría hacer llorar, sus arranques de ira me hacen sonreir igual que el que me llame idiota, soy su idiota y ella mi muñeca aunque no lo acepte.

Me encanta la cara que pone cada que la sorprendo con un regalo, recuerdo que cuando teníamos diez años en San Valentin le regale una caja de chocolates en forma de corazón, ella no supo que fui yo quien le dio ese regalo pensó que Spencer lo había hecho, su mirada llena de ilusión me hizo imposible decirle la verdad, aunque Spencer no desaprovechó la oportunidad de hacerla llorar, le dijo que el jamas le regalaría algo a una niña tan fea, lo único que pensé fue en romperle la cara a ese idiota lo cual hice, pero Edith se enojo conmigo.

Verla feliz me encanta y más cuando se ríe de mis muestras de amor, no por que me guste que se burle de mi si no por que ella se divierte de lo que hago, ella siempre esta con su ceño fruncido y aunque me encanta como se ve asi, es para mi fascinante verla sonreir, por eso no me quejo de que lo haga cada que le demuestro mi afecto.

Su expresión de sorpresa cada que ve mis regalos es muy gratificante, aunque esa expresión no dura mucho pues se transforma en un ceño fruncido, sigo sin comprender que hago mal, una vez le lleve rosas a la puerta de su casa y lo único que obtuve fue una media sonrisa, dicen que con algo se empieza.

Justo ahora estoy terminando de pegar el letrero que le hice, junto al ramo de Gerbera, pronto saldrá de su clase de historia y vera el letrero con la frase

Por una mirada, un mundo; 

Por una sonrisa, un cielo;

Por un beso... Yo no sé

que te diera por un beso

El poema no era mio era de uno de mis autores favoritos Gustavo Aldolfo Bécquer, y es que refleja lo que siento por ella, deseo poder  probar esos labios que estan tan prohibidos para mi, anhelo poder decir que ella es mi novia o tal vez mi esposa, somos tal para cual, ella es la gasolina y yo el fuego, la necesito para subsistir.

Aunque mi tan anhelado deseo podría versé imposible gracias a su constante rechazo, en algún momento ella aceptara que me ama, podría esperar años por Edith, esperaría milenios para estar a su lado.

Aveces pienso que pasaria si ella consigue pareja, la verdad me dolería pero con tal de verla feliz la dejaría ir, mi amor por ella es tanto que si es feliz con alguien que no sea yo con eso me siento bien servido, después de todo dicen que si amas algo lo dejes ir, si regresa es por que era tuyo si no nunca lo fue, no niego que sufriría si ella no regresa.

Esperare paciente ser el siguiente en su vida, Edith te amo.

 



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En el texto hay: tristeza, amorodio, historiascortas

Editado: 22.02.2020

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