Edward

Capitulo 4- Confrontación

Nuestras miradas conectaron. Otra vez pasó; yo me quedé como un idiota, perdido en ti, en alguien que no conozco. Cuando me di cuenta, él estaba caminando hacia mí; en ese momento salí huyendo, subí a mi auto y me fui sin mirar atrás. "¿Por qué estaba ahí? ¿Cómo me encontró?" Mi mente daba vueltas.
Llegué a casa, estaba muy nervioso, miré mi celular y Catherine me había llamado mil veces, también me había mandado muchos mensajes; en el último decía: "Él me pidió tu número y se lo di". Empezó a sonar de nuevo; ya sabía que era él. Me quedé sorprendido; también se me cayó el celular de la mano. Miré hacia el piso; seguía sonando y sonando. Entonces decidí atenderlo; ya me había rendido, ¿para qué seguir huyendo? Él conocía dónde trabajaba; si no lo atendía, me iría a buscar de nuevo, así que decidí atenderlo.
—Hola, ¿quién habla? —me temblaban las manos, solo pensaba en fumar para calmarme.
—Hola, yo te fui a buscar en tu trabajo, quería hablar contigo.—
—¿Quién eres? —Quería que él piense que no lo conocía.
—Era la pareja de Michel, nos vimos algunas veces; Susan me dijo dónde te podría encontrar. —Me quedé en silencio un rato; mi voz no salía.
—¿Estas ahí? Solo quiero hablar contigo, por favor.—
—Sí, ¿qué necesitas? Yo solo quiero terminar con esta historia —me puse furioso.
—Quiero que nos veamos personalmente—
—Está bien, ven a mi casa. —Solo le di la dirección; ya quería sacarme todo eso de una buena vez.
—Ya voy, muchas gracias. —Me colgó; me agarraba la cabeza, caminaba por toda la casa pensando "qué es lo que quería,¿ella le dijo todo?".
Al rato tocaron el timbre, abrí la puerta, no lo miré a la cara, solo lo dejé entrar y le dije que se siente para hablar.
—Hola, Edward. Primero que nada, mi nombre es Alexánder. Perdóname por perseguirte así, pero necesito saber algo. —Levanté mi mirada; pensaba que si lo miraba se iban a aclarar mis ideas, pero no fue así. Me puse como loco y le grité:
—¡Cómo sabes! ¿Cómo me llamo, dónde trabajo?,¿Por qué Susan te lo dijo? ¿¡Qué quieres de mí!? —Él me miró asombrado; solo empecé a llorar, ya no soportaba todo esto.
—Cálmate, por favor. Solo quiero saber qué pasaba entre Michael y Lucien, tu pareja; ella me dijo que tú me lo dirías.—Solo explotaba de la rabia; lo miré fijo y le dije:
—¿Qué te imaginas tú? ¡Qué mierda! ¡¿Qué es esto, me vas a decir que no encontraste nada?! ¿Que nadie te lo dijo? —Él solo me miraba asombrado; yo estaba hecho un desastre, mi cabello suelto , mi rostro lleno de lágrimas; tomé coraje y le dije:
—Eran amantes... (suspiré) hace dos años, antes del accidente —se lo dije, porque tendría que ocultar ese secreto.
Estaba tapándose la cara con sus manos. Yo me paré de la silla, fui a lavar mi rostro, prendí un cigarro, caminé un momento.Luego me acerqué, toqué su hombro y le pregunté:
—¿Estás bien?—
Se destapó la cara y sus lágrimas brotaban sin cesar ,entendía perfectamente sus sentimientos,ese dolor ya lo había pasado;con su voz temblorosa me dijo:
—Yo lo sospechaba... (Sollozaba)... desde el día que nos cruzamos tú y yo... en el momento que vi sus dos cuerpos fríos juntos... —seguía llorando.
Yo acerqué mi silla, me senté a su lado, agarré su mano y le dije:
—Te entiendo, yo solo me enteré por cosas que me encontré de casualidad; no me pidas verlas porque ya las tiré a todas. Lamento esto, pero yo estoy en el mismo lugar que tú; su madre, sí lo sabía y guardó silencio hasta el final. —Sequé sus lágrimas con mis manos; él no hablaba nada.
En un momento nos quedamos mirándonos; él agarró mi rostro, se acercó a mí y me besó. "¿Qué es esto? ¿Qué está pasando?" Lo empujé y le dije:
—¿Qué haces? ,¡No hagas esto por venganza! ¡Ellos ya no están aquí, no ganas nada haciendo esto! —Me levanté apresurado, abrí la puerta y le pedí que se fuera; solo se levantó en silencio y se fue.
Me quedé desolado, daba vueltas y vueltas, me fumé un paquete de cigarros, mi cabeza quería explotar, estaba que me moría de la impotencia; pensaba: "¿Por qué lo hizo, qué le pasa? ¡Quién se cree que es!". Me acosté en la cama, tocaba mis labios recordando una y otra vez el beso que nos dimos; no lo podía creer. Después solo cerré mis ojos.
Al otro día estaba muy mal, sin ganas de nada; no fui a trabajar, solo me quedé en casa. Catherine vino a hablar conmigo, se quedó impactada cuando le conté lo que había pasado y me dijo que le preguntara por qué lo hizo. Yo no quería saber nada, solo quería que todo terminara. Después de eso, Alexánder no se contactó conmigo; igual todo era un desastre.
A los días tocaron mi puerta; la abrí y era él. Me acerqué y le dije:
—¿Qué haces aquí, qué quieres de mí?, ¡¿hasta cuándo vas a seguir con esto?! —Quería cerrar la puerta, pero él puso su mano y entró; me hice hacia atrás.
—Yo te voy a decir qué pasa —se iba acercando; solo lo empujaba y cerraba mis ojos. Él ya estaba demasiado cerca de mí; podía sentir su calor, su respiración. Solo puso su mano en mi cintura y con su otra mano tocaba mi cabello, también mi rostro.
Abrí lentamente mis ojos al ver esos ojos celestes como el primer día; me di cuenta de que todo estaba perdido...




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