Afuera había alguien extraño que yo no conocía. Un joven de cabello colorado delgado con una cara muy bella. Se acercó y me dijo:
—Hola, te llamas Edward. —Me sorprendió.
—Si soy yo, ¿por qué? —me miraba atento.
—¿Eres la pareja de Alexander? —Yo me quedé helado mirándolo.
—¿Quién eres? —le dije un poco molesto; pensaba: "Hace solo unos días que estamos juntos".
—Me llamo Cristofer, y yo lo amo. Vine a ver a la persona por la cual me rechazó. —No sabía qué decir, solo lo miraba. En un momento vi que paró una moto y era Alex; bajó apurado y se quitó el casco.
—¿Qué es lo que haces aquí? —estaba furioso; yo lo tomé de la mano para que se tranquilice.
—¡Yo vine aquí a ver quién te arrebata de mi lado! ¿Qué es lo que le ves a este viejo? —él gritaba y lloraba. Yo me quedé muy sorprendido porque no sabía qué hacer; los estudiantes se estaban amontonando. Me puse en el medio y les dije:
—Ya basta, vamos a hablar en otro lado, aquí no, por favor. —Yo ya estaba nervioso, sentía que todos me miraban.
Alexander me miró y me dijo:
—Está bien, perdona por esto. —Acariciaba mi rostro y apretó mi mano.
—Ya vamos a hablar a otro lado, ya basta, Cris.
—Está bien, sígueme. —Subió a su auto; Alex iba atrás de él. Le dije que me llame para saber a dónde iban.
Yo me quedé y les dije a los chicos que se vayan a sus casas, que no pasaba nada; obvio que algunos sacaron fotos porque lo reconocieron, a Alex; también comentaban que Cristofer también era modelo y actor.
Subí a mi auto, agarraba mi cabeza y pensaba: "¿Qué es esto?, ¿qué acaba de pasar?, no sabía que estaba conociendo a alguien". Sonaba mi celular, lo atendí; era Alex, me dijo a dónde estaban, y fui.
Llegué a un bar muy discreto; ellos ya estaban hablando, el chico de pelo colorado lloraba, Alex estaba furioso.
—¿Qué es lo que pasa? Necesito que me lo expliques, Alexander. —Yo ya estaba furioso también.
—Perdón, cariño, por este problema; él es mi compañero de trabajo. No tenemos ninguna relación, espero que me puedas creer. —Yo solo te quiero a ti. —Se acercó y tocó mi cabello; yo lo miraba angustiado.
Entre los sollozos, Cristofer dijo:
—Yo estaba primero, yo era la persona que debería estar conmigo —caían sus lágrimas; yo, a pesar de todos los problemas que ya había ocasionado, me daba pena.
—¿Tú estabas con él? —Lo miré.
—No, no solo somos amigos. Yo nunca tuve nada con él. —Sus ojos no mentían, me estaba diciendo la verdad.
Miro a Cristopher y le digo:
—¡Ya basta de esto! Yo ya te lo expliqué, solo somos amigos. Sé que te gustó, pero esto no puede pasar. Amo a Edward, por favor. —Ya basta de esto, o no vamos a volver a ser amigos. —Había mucha tensión entre ellos, yo estaba muy nervioso.
—Está bien, adiós. —Se dio la vuelta y se fue. Miré a Alex y le dije:
—Vamos a casa, por favor. Cuando lleguemos, vamos a hablar bien. —Solo me miró y subió a la moto; subí a mi auto y me fui; él iba por detrás.
Llegamos; yo estaba nervioso y cansado. Había sido un largo día y peor aún por este problema. Me abrazó por detrás y me dijo:
—Perdón por esto. Perdóname, no me voy a cansar de pedirte perdón. —Tocaba mi cabello y besaba mi rostro.
Me di la vuelta, me puse en frente de él y lo besé.
—Está bien, ya vamos a salir de los problemas de a poco, sí. Necesito que me digas si tienes otro amigo así. Además, lo que dijo es verdad: ¿cómo vas a ser novio de un viejo? —Lo miré y se enojó.
—Ya te dije que no digas así, no eres viejo. —Eres muy hermoso y me encantas, voy a estar contigo toda mi vida. —Me sonrió y comenzó a besarme, fuimos a mi cuarto e hicimos el amor varias veces que ni recuerdo cuántas fueron.
Sonaba su celular por la mañana; me levanté asustado pensando que era el mío, pero era el de Alex. Me cansé de tratar de levantarlo y no abrió ni un ojo. Me reí de él; también besaba y tocaba su rostro, me perdí en él observándolo. Después me di cuenta de que su celular seguía sonando, entonces lo atendí:
—Hola, ¿quién habla? —estaba muy curioso.
—Hola, ¿Alexander? ¿Eres tú?
—No, él está dormido, ¿le quiere dejar un recado?
—Entonces, ¿quién eres? —yo pensaba "¿qué le digo?".
—Eres su nuevo novio, ¿él que está causando problemas?
—Disculpa, ¿qué? Sí, soy su novio, ¿pero qué problema estoy causando?
—Soy Frederick, su manager. ¡No viste las páginas, las noticias, está lleno de fotos de ustedes dos con ese idiota de Cristopher! —
—¿Sabes cómo me enteré de ti? —¡Obvio que por fotos que les sacaron!, no por él, ¡todo esto es un problema! ¿No sabes que él es una figura conocida?
Yo estaba callado, no sabía de todo esto; Alex no me lo contó, entonces corté la llamada, no sabía qué decir. En ese momento pensé: "¿En qué lío me metí? No sabía nada de esto. ¿Por qué no me lo dijo? ¿Por qué me lo oculta?".
Me levanté, fumé un cigarro, caminé por la casa; no sabía si pedirle explicaciones o no, temía que él ya me dejara; realmente no sabía qué hacer.
Me fui a dar un baño, y sentía que él hablaba por teléfono.
—¿Qué pasó?, ¿por qué tengo tantas llamadas tuyas? —Yo cerré la ducha para escuchar lo que hablaba; se dio cuenta y salió al balcón.
Entonces terminé y salí tranquilo; él ya entraba, se acercó a besarme y decirme por qué no lo había despertado. Yo solo lo miraba y esperaba que me dijera algo. Seguimos hablando de cosas cotidianas hasta que ya era hora de irme a trabajar; pensaba: "Es momento de preguntarle, necesito saber qué está pasando, no quiero ser una carga". Fui al living, donde él estaba sentado, y le dije:
—¿Por qué tu manager dice que soy un problema para ti? ¿Qué es lo que me ocultas? —Se quedó mirándome sorprendido...
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Editado: 31.08.2025