Edward

Capitulo 8– Aferrado a tí

Salí furioso de casa al ver que él no me contestó nada, subí a mi auto y caían mis lágrimas; pensaba: "No puedo creer que no me quiera contar sus problemas, a pesar de que ya pasó un mes de que estamos juntos".
Llegué al trabajo, nadie dijo nada de lo que había pasado, solo Catherine me lo preguntó cuando estábamos a solas; ella me dijo que no me ponga mal por cosas tan pequeñas. Sabía que yo estaba afectado por lo que había pasado; tenía temor a ser engañado. Pasé el día tranquilo; como siempre, mis chicos me sacaron sonrisas con sus bromas; eso me calmó muchísimo y liberó mi mente de los problemas.
En la salida subí a mi auto y fui a casa; cuando llegué, él no estaba. Yo me quedé sorprendido en la puerta; entré corriendo al ver que sí estaban sus cosas,me calmé pero me parecía raro que no me avisara nada y no me llamara en todo el día.
Ya era de noche, y yo me estaba por acostar cuando tocaban a mi puerta. Fui a abrir y estaba él hecho un desastre, ebrio y con su ropa sucia; lo hice pasar y le dije:
—¿Qué pasó? ¿De dónde vienes? —Solo me miraba desorientado;lo llevé al baño, lo ayudé a bañarse y fuimos a nuestra cama; es muy alto y por poco y nos caemos varias veces.
Se durmió profundamente; yo no podía pegar un ojo pensando: "¿Qué pasó? ¿Dónde estabas?". Después de unas horas me dormí por cansancio, me desperté al otro día y él no estaba. Me levanté apresurado y estaba en el baño; entonces fui a hacer el desayuno. Pasó un rato y él salió del baño, se sentó en la mesa, le di el desayuno; él no decía nada, tampoco me miraba. Entonces le dije:
—¿Ahora no me vas a mirar a la cara? ,¿Qué es lo que pasa, Alexander? —Levantó la mirada y sus lágrimas caían.
Me acerqué a él y lo abracé
—¿Ya está? Tranquilízate y habla conmigo, ¿sí?—sollozaba y me apretaba fuerte.
Después de un momento, él me habló:
—Perdóname, yo no te quise ocultar nada, solo tenía miedo de que rompamos, por mis problemas. —Me senté a su lado y secaba sus lágrimas.
—Yo sé que tienes temores, también los tengo, pero si queremos seguir con esta relación, necesito que me cuentes todo lo que pase—Lo miré y le sonreí para que deje de llorar.
—¡Está bien, perdón por esto! Ayer salí a beber, volví hecho un desastre. No merezco tenerte a mi lado, eres tan bueno conmigo. —Se acercó y comenzó a besarme; también lo besé y lo abracé. Lo miré y le dije:
—Yo tengo miedo, tú eres joven, famoso, tienes muchos conocidos, temo que te canses de mí, no quiero que me dejes, yo siento cosas por ti.—Se quedó mirándome sorprendido; no me acordaba de que no se lo había confesado.
—¿Qué es en serio? —me moría de vergüenza, estaba ruborizado.
—¡Sí!, yo siento cosas por ti. —Me agarró con fuerza y comenzó a besarme.
—¡No lo puedo creer! ¡Ahora sí somos una pareja de verdad, que se quiere mutuamente! —sonreía con felicidad.
—Ya éramos una pareja, sí, solo que ahora sabemos lo que sentimos los dos; quiero que tengamos confianza uno con el otro—
—Sí, sí lo entiendo, te voy a contar todo— Nos abrazamos un momento; después vi la hora y era supertarde. Entonces fui a cambiarme; para trabajar, él también tenía que ir a hablar con su manager para aclarar lo nuestro, así que salimos juntos, después de eso quedó todo muy bien y las cosas siguieron avanzando, mejor de lo que yo esperaba.
Pasó un año desde nuestro comienzo extraño; los días pasaron cálidos y tranquilos, llenos de paz y tranquilidad.
Después de todos los problemas que nos acecharon desde el comienzo, él se mudó conmigo, trajo todas sus cosas; fue un desastre acomodar todo y tirar mis cosas viejas. Pero fue bueno, es muy atento, me ayuda mucho con las tareas del hogar; me di cuenta de que ya le había tomado mucho cariño, me di cuenta de que lo amaba; todas las noches nos amamos con pasión.
Yo a veces iba a sus secciones de fotos o grabaciones cuando tenía tiempo; ya había hablado con su manager y estaba todo arreglado al calmarse todos los problemas de las redes. También hice que mis alumnos lo conocieran, pero fue tapado a la escuela y solo ellos lo vieron; estaban como locos, pero era lo justo, para que él conozca mi entorno, ya que conocía el suyo.
Lo que me parecía raro es que él no nombraba a su familia; yo sí le comenté de la mía, ya que mi hermana me llamaba seguido ;pensaba que seguía depresivo por Lucien, pero después se lo conté, se puso muy contenta y le contó a nuestra madre, pero le dije que espere un poco para que se conozcan.
Yo estaba curioso, pero nadie lo llamaba, ni lo visitaba, entonces se lo pregunté:
—¿Tienes familia? Me parece muy raro,ya que nadie te llama y no me cuentas sobre eso... —levanto la mirada; sus ojos se llenaron de lágrimas.
—¿Qué pasó? Lo siento, no quería que te pusieras mal —me abrazó fuerte,con su voz entrecortada me dijo:
—Soy hijo único, mis padres fallecieron en un choque cuando tenía 18 años. —Me quedé sorprendido mirándolo, no lo podía creer.
—Perdón, perdóname por preguntar, soy muy tonto por ser curioso está bien, yo sí te lo iba a contar, lo estaba pensando; estoy solo en este mundo,tú eres ahora lo único que tengo—lo besé y lo abracé fuerte.
Mi corazón estaba como un loco y con una carga tan pesada para mí; pensaba: "Si algún día pasa algo, ¿con quién se va a quedar él?" solo tenía la certeza de que ahora era su mundo y él mi salvador, porque llegó a mi vida para darme felicidad.




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