Comencé mi día como siempre; lo miro y molesto a Alex besándolo y acariciándole la cara para que se despierte. Nos bañamos juntos, desayunamos, me arreglo, lo saludo, salgo al trabajo; él se queda en casa, por lo general tiene trabajo por la tarde. Llegó a la escuela, doy clases, adoro a mis chicos; la verdad que estoy muy agradecido y alegre por toda esta tranquilidad. Gracias a Alex por cambiar mi vida; me siento tan completo como nunca me sentí.
En este tiempo hicimos algo que nos faltaba: lo llevé para que conozca a mi madre y a mi hermana; estaban contentas porque encontré a alguien para mí. Lo amaron, es un chico muy carismático. Tuvimos un almuerzo tranquilo y muy gracioso; la verdad que fue bueno reunirnos.
Por otro lado, dejé de fumar; me costó muchísimo, pero él ya no quería que lo hiciera. Tenía una cita con mi médico porque me dolía el cuerpo en algunas ocasiones, más el pecho; yo pensaba: "¿Será por las poses que hacemos? ¡Qué vergüenza!". Él no lo sabía, no le conté nada porque se altera y se pone muy mal; fui a la cita, me dieron muchos exámenes para ver lo que era.
Me hice todos los exámenes, volví de nuevo y me dijo algo que yo no esperaba...
Llegué a casa; Alex estaba muy contento. Le dieron un papel muy importante en una serie que quería desde hace mucho tiempo; brincaba de la felicidad, me alzó y me besó. Entonces no le dije nada, solo lo guardé para mí; era algo que iba a solucionar o iba a pasar con los medicamentos que comencé a tomar.Entre sus ensayos, grabaciones y mis médicos, pasaron dos meses en que bajé de peso y tenía muchas ojeras; solo le mentía que tenía mucho trabajo. Además, él volvía, comíamos, nos bañábamos y nos amábamos cada noche, entonces también era una excusa más para que no se diera cuenta de lo que realmente pasaba.
Un día me desperté con mucha fiebre, la cama estaba toda mojada, no tenía fuerzas para levantarme. Lo llamé; ya se había levantado para bañarse y salir. Hasta los fines de semana grababa. Vino corriendo a verme, me ayudó a bañarme, también me dio medicinas para el resfrío; pensaba que eso tenía. Me volví a dormir, pero antes lo corrí, que se fuera porque ya era tarde. Me desperté por la tarde muy aturdido; no me quedó otra opción que llamar a mi médico:
—¿Hola, Doc? —Mi voz apenas salía; estaba acostado tapado hasta la cabeza.
—Hola, Edward, ¿cómo estás? ¿Sucedió algo?—
—Sí, hoy me desperté muy mal, con fiebre y estoy muy débil; solo tomé unas pastillas para el resfrío—
—Te dije que es una secuela de la medicación; yo creo que estás muy débil, te tendría que internar para ponerte un suero con vitaminas.—Me quedé horrorizado.
—¡No!, todavía no se lo dije a mi pareja—
—¡No seas tan terco, ya pasaron dos meses! Las cosas se van a poner peor, se merece saberlo—
—Está bien, hablaré con él e iré a verlo.—
—Sí, por favor, no demores, esto no es chiste, adiós.— Mi mente estaba en blanco, tenía miedo de lo que él me diga o cómo reaccione.Volvió a casa muy cansado y se acostó a la par mía; no llegó a decirme una palabra y se durmió. Me daba pena despertarlo, así que lo dejé dormir. Yo me levanté, me volví a bañar y comí algo; me sentía un poco mejor. Traté de despertarlo, pero no tuve suerte, no se despertó, así que me acosté a su lado y lo abracé; solo me dormí profundamente.
Al otro día me desperté asustado; me di la vuelta para verlo y no estaba. Lo llamé, no me contestó, me levanté a verlo y no estaba; entonces lo llamé por celular.
—Hola, Alex.—
—¡Hola, cariño!, perdón por no hablarte, te vi durmiendo tan tranquilo. Estoy en el set hoy; también tenemos muchas escenas por grabar. No sé a qué hora voy a volver a casa.—
—¡Está bien, te deseo mucha suerte! Te amo, cuídate y come bien.—
—¡Sí! ,Tú también cuídate, ¡te amo mucho, cariño! —cortó la llamada, y yo solo le quería contar para terminar con esto; por suerte me sentía bien.
Pasaron dos semanas y yo todavía no le podía contar. Eso era algo que me carcomía, la culpa de que él no sepa qué está pasando; hasta Catherine lo sabía, fue la primera a la que se lo conté. Después tuve que hablar con el director y contarle también porque tuve que sacar licencia en el trabajo porque estaba cada vez peor. Estaban todos angustiados y diciéndome que me cuide y que vaya al médico. Mis alumnos también, no me dejaban ir; eso me hizo ponerme mal verlos así, pero bueno, me voy a curar y a ponerme fuerte para volver con ellos.
Ese día en la noche me puse a cocinar para hablar con Alex, para contarle todo, además de que pasaron muchos días que no cenamos juntos, así que estaba muy contento. Preparé todo muy lindo, escuché que él entró a casa y me levanté apresurado para saludarlo; en ese momento solo recuerdo que vi su sonrisa y escuché cómo me decía:—¡Hola, cariño! —Mi mirada se fue nublando de a poco. Estiré mi mano para agarrarlo y ya no recuerdo nada más; después de eso recobré el sentido,no sabía que me pasaba, me dolía todo el cuerpo, tenía los ojos pesados, los logré abrir poco a poco, vi un techo extraño y también escuchaba muchos ruidos. Entonces vi mi cuerpo y tenía muchos cables. Me di cuenta de que estaba en la clínica de mi médico. Miré para el costado y Alex estaba recostado sobre mi mano. En ese momento me di cuenta de que había cometido un gran error no contándole desde el comienzo lo que pasaba...
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Editado: 31.08.2025