Edward

Capitulo 13– Sanando,paso a paso

Me abrazó por un largo tiempo, no lloré porque él parecía muy afectado, además que fue fuerte todo este tiempo. Todavía me quedaba la quimio; yo ya quería salir de allí, no soportaba todos los cables, el ruido y el olor a hospital que ya me había hartado en realidad me odiaba a mí mismo por esto ,todo el tiempo perdido, pero lo tuve que superar para poder salir y sacar adelante a Alex...
Pasó la primera ronda y estaba devastado, muy débil; estuve todo el tiempo dormido, solo me despertaba para tomar agua, vomitar y seguir durmiendo. Pasó así una semana,de a poco me fui recuperando. Alex siempre estuvo a mi lado; estaba muy preocupado, pero le dije que no tenga miedo. Esa tarde le imploré a Octavio que ya no quería hacerlo y que no iba a suceder nada, ya que la operación fue un éxito, pero solo me dijeron que lo siga haciendo, que era fundamental, así que lo tuve que aceptar.
Al terminar las dos rondas que quedaban, no me sentía tan mal como yo pensaba; mi cuerpo estaba más fuerte y no me descompuso tanto como la primera vez, pero solo quería salir de allí. Después de eso me hicieron más estudios y ya no quedaba nada; fue un alivio para mí; ya no pensaba tanto qué pasaría si dejaba atrás todo; estaba muy agradecido con mi madre y mi hermana, también Alex, por estar conmigo todo este tiempo. Estaban que rebosaban de felicidad; se abalanzaron sobre mí y me abrazaron.
Seguí internado por algunos días para recuperarme por completo, además de que me pasaban vitaminas y otras cosas. Una tarde, de sorpresa vinieron a visitarme Catherine y mis estudiantes; se sorprendieron al verme lo deteriorado que estaba y me sorprendió verlos tan grandes y cambiados, pero me alegré muchísimo. Conversamos, lloraron y reímos juntos; fue muy bueno.
Días después me dieron el alta; las enfermeras y los médicos que me atendieron, todos me fueron a despedir. Yo lloraba de la emoción y alegría que tenía. También la persona que me salvó, y como yo ya le dije anteriormente, estuvo desde el primer día. Le agradecí tanto y lo voy a seguir haciendo porque Octavio es un amigo para mí; gracias a él sigo con vida.
Al fin pude regresar a casa, sentir la comodidad y tranquilidad de nuestro hogar; no había nada mejor que eso. Alex fue antes a limpiar; estaba todo lleno de polvo, también su ropa tirada por todos lados, por lo que iba y volvía del hospital. La verdad, no tengo palabras para agradecerle a él todo lo que hizo por mí; lo amo muchísimo y ahora voy a hacer lo posible para que seamos felices.
Todo era tan tranquilo , estaba encerrado en casa todavía tenía licencia por otro mes,por otro lado me costó mucho hacer que Alex vuelva al trabajo ya que había abandonado todo por estar conmigo ,yo hablé con su manager y le expliqué las cosas entonces lo perdono ,pero de inmediato tendría que volver , lo acepto después de que yo hablara con el ,como iba a abandonar su carrera y todo lo que había logrado era ilógico ;asi que me quedaba solo por algunas horas , leía , también acomodaba de a poco cuando él estaba en casa no me dejaba hacer nada y eso me aburria demaciado es muy sobreprotector,sobre todo iba preparando las cosas para volver a trabajar era algo que anelaba volver a la rutina que tenía antes de todo esto.
Alex siempre llegaba y preparaba la cena, lavaba todo y seguía insistiendo en que yo no haga nada; pensaba que era de cristal. Eso no me gustaba, pero solo lo dejé pasar. Después de una semana que volví a casa, nos acostamos y yo lo tocaba por todo el cuerpo porque había pasado mucho desde que hicimos algo de eso; yo estaba desesperado, pero cuando ya nos habíamos besado y le estaba sacando la remera, todo iba bien, hasta que él se hizo a un lado y me dijo:
—Por favor, cariño, me contuve todo este tiempo, pero si sigues así, no creo que pueda. —Yo lo miré enojado.
—Ya basta, Alex, pasó mucho tiempo y ya descansé, ¿estoy listo, sí?, o tal vez ¿yo ya no te gusto como antes? —Levanté un poco la voz porque eso me molestó.
—No vuelvas a decir tonterías, tú eres el amor de mi vida, me encantas, pero tengo miedo de hacerte daño; fue muy duro para mí cuando estabas enfermo. —Agarraba mis manos y las besaba.
—Está bien, lo entiendo, pero yo quiero hacerlo, quiero sentir cómo me llenas por completo—Está bien, cariño, lo vamos a intentar, pero me detendré si algo va mal. —Entonces seguí besándolo y sacando su pantalón; después él me sacó la ropa muy despacio, besando cada parte de mi cuerpo delgado lleno de cicatrices. Me di cuenta de que todavía me seguía deseando como el primer día; siendo así, yo me pregunté: "¿Qué tan fuerte puede ser el amor?"...




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