Escuché a lo lejos que alguien decía mi nombre muchas veces; yo pensaba: "¿Quién me llama? ¿Me quedé dormido para ir a trabajar?". Abrí mis ojos; me dolían mucho, veía borroso y no sabía quién era la persona que me llamaba tanto. Pasó un rato hasta que note que era mi hermana por su panza.
Ella me vio y comenzó a llorar y a decirme:
—¿Qué pasó? Gracias a Dios que despertaste.—Se puso a llorar en mi pecho; en ese momento los recuerdos volvieron a mi mente. Miré al costado y estaba Alex lleno de cables, también con respirador; comencé a llorar y ella me abrazaba muy fuerte.
Nos calmamos y le pregunté:
—¿Cuánto tiempo pasó? ¿Qué nos sucedió? No lo recuerdo.—Ella me miraba asombrada.
—Escucha, Edward, los chocaron. En el momento que me llamaron, salí corriendo a verte, me asusté mucho, pasaron dos semanas, tenía mucho miedo de que no despertaras.—Quise estirar el brazo para tocar su mano y me di cuenta de que tenía quebrado un brazo; miré mis piernas y también una tenía quebrada; no tenía idea de qué más me había lastimado.
—¿Qué pasó con Alex? ,¿Él estará bien?, dime la verdad.—Ella se quedó callada y solo me miraba.
—Por favor, dímelo, necesito saber, él es todo para mí. —Me besó la frente y acarició mi rostro.—Está bien, te lo diré, pero tienes que ser fuerte, ¿sí?, ¿me lo prometes? —
—Sí te lo prometo. —Acaricié su panza y le sonreí.
—Alex recibió todo el impacto del choque y golpeó su cabeza, por eso no despierta; aparte de eso, lo operaron en el estómago por algunas lesiones internas. —Todo mi ser temblaba y comencé a llorar.
—También tengo algo que decirte; además de tus fracturas, hicieron muchos estudios, encontraron células de cáncer en tu cuerpo. ¡Yo no entiendo por qué esto sucede! —comenzó a llorar y a decirme:
—¡No quiero que mueras, tienes que conocer a tu sobrino, sí me enteré de que es un niño! —Yo estaba en shock, no sabía qué decirle y cómo reaccionar, solo me quedé observando. Ella me abrazaba muy fuerte y me decía que todo estaría bien. Ya no le dije nada, solo escuchaba lo que ella me decía. Después se fue a buscar agua para darme y yo me quedé mirando a Alex. Me quería levantar a tocarlo, pero no podía; solo quería que él esté bien y vuelva a despertar. Eso era mi gran temor, no ver sus ojos hermosos y su sonrisa, escuchar su voz; lo amo demasiado, me duele, tengo miedo...
Estaba más preocupado por él que por mí. Octavio fue a verme, me dijo que me haría más estudios, que quería ver si el cáncer había vuelto; estaba muy angustiado, era un gran amigo. Le dije que está bien, que haría todo; en realidad no me importaba, solo quería que Alex despierte.
Pasaban los días; mi madre y mi hermana venían a visitarme con frecuencia. También vino Catherine, muy asustada, llorando. Yo estaba en automático; ellas hablaban y me decían cosas, yo no prestaba atención; mi mente solo pensaba en Alex. Lo miraba, me sentaban en una silla de ruedas y tocaba su cabello, besaba sus manos, lloraba apoyando la cabeza en su cama, rogaba que despertara, que volviera de nuevo para mí. Los médicos venían a verte, te hacían estudios, me decían que todo estaba bien, que ya ibas a despertar; yo esperaba mucho verte abrir los ojos, entonces no dormía, peleaba con las enfermeras hasta que me ponían a dormir a la fuerza. Despertaba desesperado, pero todavía no, no querías despertar.
Octavio fue y me llevó a hacerme estudios; estaba enfadado, no quería separarme de él, me retó mucho por descuidarme, pero no me importaba nada. Después vino a hablar conmigo para decirme los resultados; todo estaba mal, mi cáncer ahora estaba en el hígado. Me dijo que debían hacer quimio; lo miré y comencé a gritar:
—¡No voy a hacer eso, no voy a hacer nada! Prefiero morir si Alex no despierta —lloraba como un loco.
—Ya basta, basta, Edward. Por favor, piénsalo. ¿Si él despierta y tú no estás? Sé un poco racional, necesitas iniciar el tratamiento ahora, lo más pronto posible.—Tocaba mi hombro y me consolaba; yo estaba harto, quería que fuera un sueño y despertar a su lado, muy felices como estábamos.Le dije que estaba bien, que lo haría. Estuvo un rato conmigo hasta que llegaron mi hermana y mi madre; él les contó todo, ellas lloraban y me abrazaban, me pedían por favor que haga todo lo que me dijo Octavio; yo solo asentí con mi cabeza. Después de que se fueran, les pedí a las enfermeras que me sentaran en la silla de ruedas y estuve horas a la par de Alex; estaba tan lleno de pensamientos, no sabía hasta dónde podría llegar sin él...
«Mis lágrimas caen por mi rostro al estar leyendo esto, no lo puedo creer, encontré este diario de casualidad, acomodando tus cosas. No sabes cuánto te amaba y todavía te amo, lo siento por haberte hecho esperar y sufrir tanto. ¿Qué voy a hacer sin ti, Edward? Eras mi vida, todo para mí, solo me queda este vacío inmenso que no puedo llenar. Quiero abandonar esta vida para poder encontrarme contigo, pero no puedo, te lo prometí, lo intento, me cuesta mucho ser fuerte».
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Editado: 09.11.2025