Aún era difícil entender los golpes que había recibido Edward durante toda su vida, un dolor buscando justicia se apoderaba cada vez más de su mirada, y cómo lidiar con una noche que sin piedad se adhiere a cada destello de vida. Pasó su eternidad sujeto a la oscuridad junto con su personalidad un tanto introvertida, un corazón inmenso pero con algunas inseguridades que le aterraban
Entre una brisa intranquila encontró de casualidad a Amber una chica dulce, cálida y a la vez extrovertida que vivía un martirio desde un trágico accidente que cambió todo pero que vendría a ser su aliento.
La razón seguía tendida a la noche y su escándalo, el demonio torciendo con juegos que desvestían el alma. A pesar de que sus corazones estaban hechos pedazos era evidente que se necesitaban
Ambos vivían entre el filo de la espada pero cuando se juntaban... cuando rozaban su piel se desvanecían las penas y aquellos malditos estragos dejaban de funcionar.
El dolor podía seguir inventando porque ante su conexión era prácticamente imposible tocarles y si lo hacía no ganaba.
En lo más profundo de su ser Edward lucha por una luz que se mantiene apagada Amber igual y solo hasta que sus latidos se juntan sus caminos despiertan y se enciende lo que había permanecido dormido por mucho tiempo.
El mundo podría caer en lo más profundo o tomar un camino distinto sin que se rompa.
¿Qué les espera en una ciudad a ciegas? ¿Lograran conocer la razón por la que el destino les juntó o no es la razón el destino? ¿Dolor, milagros, un par de tragedias? o ¿un intento por sobrevivir?
Bajo la noche se salvan o se hunden