Edward Stephan

Capítulo 11. Arrollado

Tuvo que comprar uno nuevo porque lo ocupaba bastante y solucionaba sus problemas de una manera más fácil. Pasó dos días sin teléfono y uno de ellos lo sufrió.

Salió por la tarde a comprarlo, faltaba quizás una hora para que oscureciera casi por completo. Tuvo suerte que todavía seguía abierta la tienda.

Salió junto a una bolsita negra con su compra. Caminada de regreso a casa y se encontró con un semáforo y esperó a que fuera momento para cruzar. No estaban circulando muchos autos por ambas calles a esa hora. Al dar paso peatonal comenzó a avanzar. Un auto comenzaba a llegar al semáforo en rojo pero no le bajaba la velocidad. Nadie podía percatarse que a lo mejor no se detendría y siguieron caminando.

Se escuchó un golpe muy fuerte.

Las personas voltearon a ver por instinto, no podían imaginar qué había pasado hasta verlo.

Atónitos y preocupados, unos no decían nada, otros llamaban a la ambulancia que fuera al lugar.

Uno o dos se adentraron a la acción. Luchaban por ayudarle.

— ¿qué pasó?— preguntaban algunos.

Solo seguían viendo

—al auto se le fueron los frenos— dijo alguien

— ¡por Dios!

—por suerte no fue demasiado grave.

—pero ¿hubieron más lesionados?

—no, solamente el conductor que le están ayudando mientras llega la ambulancia.

—qué bueno que no hubieron más víctimas, ojalá no sea grave lo que tenga él.

—ojalá— dijo —si no es por ese chico se hubiese pasado llevando a una señora.

—¿quién? ¿El que está ayudando a sacarlo? — preguntó

—sí, él. Rápido actuó y luego fue a ver si el conductor estaba bien.

—yo lo he visto antes— dijo una chica que presenciaba también como los demás —es el mismo que se hizo viral una vez por ayudar a un señor que estaba a punto de suicidarse en un puente—

Ambos que antes hablaban se sorprendieron.

                                                                                   ✧✧✧✧

—tranquilo, ya te vamos a sacar de acá— dijo Edward —no te muevas tanto okay para que no te vayas a lastimar—

—me duele— respondió

—ya casi te sacamos, aguanta un poquito.

Con su consentimiento lo sacaron con mucho cuidado para evitar que fuera algo mayor. El auto podría incluso explotar.

—te voy a intentar controlar la sangre está bien. Respira no estás solo, estamos aquí para ayudarte. ¿Tienes familia para poderle llamar?

—no, me vine a trabajar aquí y mi familia se quedó en mi país— dijo quejándose por el dolor de los golpes

La ambulancia sonaba cerca. Al llegar los paramédicos se bajaron y se acercaron a él para atenderlo.

Lo subieron a una camilla y lo metieron inmediatamente a la ambulancia.

— ¿puedo acompañarle? — preguntó Edward

— ¿usted es familiar?

—no, un conocido. Él no tiene familia aquí en el país.

—está bien suba.

Rápido entró junto a ellos y salieron volando al hospital. Los bomberos se habían quedado en el lugar para controlar otro posible accidente con el auto.

Siete minutos entre calle y calle hasta llegar al hospital. Al llegar actuaron muy rápido y Ed se quedó en la sala de espera.

Pasaron casi una hora y media hasta que salió un doctor junto a uno de los paramédicos que le había atendido en la escena. Le señaló diciéndole algo al doctor y se marchó. Se acercó a él.

—buenas noches, ¿usted fue quién ayudó al paciente que sufrió un accidente?

—buenas noches, sí. ¿Cómo se encuentra?

—ya está estable. Estaba preguntando por usted. ¿Quiere entrar a verlo?

—claro.

—sígame por aquí.

Ambos se fueron adentrando más al área del hospital donde tenían a los pacientes.

—Está en la habitación 30B, en unos minutos le alcanzo— dijo el doctor

—muchas gracias.

Caminaba despacio hasta llegar a la habitación mirando a todos lados.

—pasa pasa— dijo muy contento al ver a Edward

— ¿cómo estás?

—me siento mejor. No sabes lo agradecido que estoy por todo.

—no me agradezcas, fue un gusto.

—pero es que ni me conoces y aun así me ayudaste y te quedaste.

—todos necesitamos que alguien nos acompañe, más si son pruebas difíciles de llevar.

—ojalá hubieran más personas así.

Estuvieron hablando unos doce minutos conociéndose hasta que llegó el doctor.

                                                                                      ✧✧✧✧

—bueno George, lo bueno es que no tuvo graves repercusiones pero si tendrá un largo proceso de recuperación.

—está bien doctor. No haber muerto es mucho para mí.

—lo harás bien— dijo Edward —Bueno George me tengo que ir por hoy. Te vendré a visitar luego okay—.

—sí, ve. Muchas gracias Ed.

—de nada. Recupérate pronto.

Salió del hospital casi las nueve y media de la noche. Se paró en la acera y le hizo parada a un taxi. Ya era un poco noche y estaba algo lejos de su casa.

Tardaron veinte minutos en llegar. Le cobraron un poco caro pero era la mejor y única decisión.

                                                                                        ✧✧✧✧

Ya en casa por fin abrió su nuevo teléfono y lo revisó todo. Le escribió a Amber con el nuevo número para que lo guardara.

hola buenas noches Amber, éste es mi nuevo número. Att: Edward



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En el texto hay: romance, valentia, amor dolor

Editado: 12.09.2020

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