Decido que lo mejor que puedo hacer es seguir con mi vida normal, pero eso significa que tengo que deshacer los hechos anteriores a Kelvin, así que decido ir a la morgue y poder resolver todo esto. Antes de irme me doy cuenta de que tengo una foto con Kelvin, al parecer es el día que me pidió matrimonio puedo viajar y decirle que no y todo puede volver a la normalidad.
Tomo la foto para caer inconsciente y viajar al momento exacto. Veo como Kelvin toma fotos del lugar y sus apuntes, me duele mucho hacer lo que voy hacer; decirle que no a alguien cuando te propone matrimonio es algo difícil y se requiere de valor, todos sabemos que es una patada en los bajos es pero que dejarte a la friendzone.
Kelvin escribe en una hoja, la arranca y me la entrega.
“Tengo una sorpresa para ti”
—Kelv— digo.
Veo como se arrodilla frente a mí y saca un anillo de compromiso. Las lágrimas comienzan a brotar de mis ojos y no son de felicidad.
—Lo siento, Kelv pero no te puedo corresponder—
En ese momento me levanto del sofá, al parecer ese suceso jamás ocurrió veo en la mesa que hay dos fotos una en blanco y la otra foto es de Alex. Creo que nada más ocurrió.
Decido tomar un descanso, mi vida sigue su curso natural. Tengo mi trabajo y noticias que cubrir, pero no sé qué puedo hacer, tengo el poder de cambiar la vida de alguien, pero no sé quién será el afortunado.
Mis amigas me pueden ayudar, pero necesito algo más, algo en mi vida para que sea emocionante, quizás lo intente con mi amigo el camarógrafo, sé que teníamos sexo por diversión, pero ya tengo que madurar y tratar de tomarme las cosas en serio. Mi hermana y madre necesitan una oportunidad conmigo, no me refiero a perdonarlas por mi actitud, me refiero a pasar ese tiempo de calidad juntos.
Decido llamar a mi camarógrafo para que tomemos un café, salgamos a bailar o tratemos de pasar un tiempo de calidad juntos, quizás hasta resulte ser mi esposo.
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Editado: 23.06.2018