Efecto Doppler

4

KATRINA

 

Seth prácticamente tira al piso la última caja, lo miro con reproche, el me da una sonrisa que pretende ser inocente. Al menos hoy ha sonreído. Mi hermano no es una persona risueña, pero antes sonreía todo el tiempo, de manera sarcástica la mayoría de las veces, pero lo hacía y se veía feliz al hacerlo. Desde hace meses ya casi nunca sonríe, se limita a observar con disgusto, o levantar su roja ceja izquierda, parece que ese gesto a reemplazado su sonrisa irónica, como la extraño.

Tal vez la peor parte de perder a alguien no es sólo eso, perderlo, sino que, a su vez, las personas que lo amaban también pierden un pedazo de sí mismas. Mamá, la persona más expresiva que conozco ahora sólo adopta expresiones indiferentes. Seth perdió esa jovialidad maliciosa y alegre que lo hace tan especial, en ocasiones parece volver a lo superfluo, luego se ahoga nuevamente en esa máscara de tristeza y disgusto… Espero vuelva por completo a ser él mismo algún día.

—¿Por cuánto tiempo crees que nos quedemos? —pregunta mi hermano desde su cómoda posición en mi cama.

—No tengo la menor idea —respondo, con absoluta sinceridad—. Mamá parece muy convencida con el plan de que estudiemos aquí. Luce entusiasmada incluso… feliz.

—Sí, feliz, particularmente por ver a cierta persona —dice, con ese tono un poco desdeñoso y sarcástico, pero en fondo herido, tan propio de él.

—Por supuesto que esta feliz de verlo, fueron grandes amigos cuando ella y papá vivían aquí, papá incluso lo ayudo a conseguir su puesto en la academia. — me sorprendo al nombrar a papá en voz alta con tanta facilidad.

—¿Cómo sabes eso? —me mira cono si lo hubiese traicionado.

—Me lo dijo mamá, no es mi culpa que nunca hable contigo, siempre la rechazas, la miras justo así, como si fuera una traidora, cada vez que habla con otro hombre parece que quisieras arrancarle la cabeza —me relajo un poco, a vece elevo el tono de voz sin darme cuenta —. Además, para ella también es debe ser difícil verte a los ojos, te pareces mucho a él.

Esto último lo deja tan desconcertado que ni siquiera responde y Seth siempre tiene algo ingenioso que responder.

—¿De verdad crees que me parezco a él? —pregunta después de un rato. Muy lento y suave, vulnerable.

—Por supuesto, creo que eres el único que no lo había notado —afirmo, sentándome junto a él.

Me mira bajo sus largas pestañas con duda, sus ojos se ven aún más verdes, parecen lámparas.

—Palabra de honor —declaro, levantando la mano.

Sonríe, parece creérselo un poco más. Luego cierra los ojos con tranquilidad.  No hay nada que lo convenza más que un juramento de honor, con todo y su sarcasmo Seth es muy solemne, a pesar de que dice que todo el mundo es falso, contradictorio, lo sé; en un momento puede estar criticando de la vida militar y al otro estar maravillado con la lealtad y la disciplina que demuestran los soldados. Supongo que por eso no esta tan molesto con venir aquí, a pesar de que dice el ejército es deshumanizante tiene una fascinación con él.

—Deberías ir a desempacar —le sugiero antes de que se quede dormido y no pueda despertarlo ni una tormenta.

—¿Me estás echando? —finge estar indignado, como extrañaba su teatralidad.

—Tal vez.

—Bien, adiós hermana, tú eres quien se pierde mi agradable compañía —expresa, con una mano en su herido corazón.

Se levanta de la cama a grandes zancadas con sus largas piernas, se detiene en el umbral de la puerta y gira el cuello de manera casi inhumana.

—De todas formas, siempre estamos juntos, estamos conectados—pone su índice izquierdo en su frente —. Poder de mellizos —me giña un ojo y se va.

Lo observo…se va sonriendo. No bromeábamos así desde hace meses, lo extrañaba tanto.

Extrañaba a mi hermano.

 Parece que poco a poco vuelve a ser el Seth sarcástico, bromista, teatral, solemne, irónico, cariñoso, protector, y muy en el fondo realmente sensible, aunque nunca lo admita.

Me pregunto que habrá impulsado esa actuación ¿sería la mención de su parecido con papá que lo hace feliz?, ¿o las montañas que parecen tenerlo tan encandilado? Seguramente ambas, tal vez está recuerda los momentos felices que pasamos aquí, en la Tierra junto a papá.



#4595 en Ciencia ficción
#11662 en Joven Adulto

En el texto hay: academia, mellizos, telepatía

Editado: 19.11.2018

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.