KATRINA
Observar las estrellas siempre ha sido la mejor forma de tranquilizarme, es terapéutico. Nuestra casa en Neftis tenía una enorme terraza que nos proporcionaba una vista espectacular del cielo nocturno. Cuando éramos niños y teníamos pesadillas, papá siempre nos llevaba allí, después de las diez, cuando todos apagan las luces por la regulación obligatoria de ahorro energético, solo éramos nosotros tres y las estrellas. Solíamos subir las fresas con semilla que papá encargaba exclusivamente de la Tierra (en Marte solo hay cultivos transgénicos) y las leche que soya hidratable (nada se compara con la leche de verdad, decía papa con un guiño).
De esta manera esperábamos a mamá, quien luego se unía a nosotros y nos contaba como había sido su día. Mientras la esperábamos papá nos contaba historias de su vida en la Tierra, de cómo lucía el mar, el océano, cosas increíbles, ya que Seth y yo nunca habíamos salido de Marte para esa época, nunca habíamos visto una vaca, u observado el cielo directamente sin la cúpula de oxígeno de por medio, pero mientras papá nos hablaba, aquella capa que nos permitía vivir se desvanecía durante unas horas, para que pudiéramos perdernos en los confines del espacio y el tiempo, adentrándonos en las memorias de papá, donde las reglas parecían menos crueles y ningún límite era imposible.
Ojalá la barrera de la muerte tampoco fuese imposible. Según la Iglesia y todas las religiones en general, somos eres inmortales, ¿pero de qué me sirve eso si no voy a volver a ver las personas que amo? Solo podré volver a ver papá en tortuosos sueños como los que me despiertan últimamente. Después del primer mes de su muerte ya había logrado superar esas pesadillas, habían desaparecido siendo reemplazas por ese sueño largo y profundo del que no recuerdas nada a la mañana siguiente. Pero los que me atormentan ahora son peores, en ellos papá parece muy tiste, como si vaticinara una nueva tragedia.
Me pregunto si Seth sueña lo mismo, porque estas pesadillas aparecieron desde el día en que comenzamos el nuevo entrenamiento experimental. Antes creíamos que estábamos conectados, unidos por el simple hecho de ser mellizos, ahora realmente podemos estar en la cabeza del otro.
Levanto los dedos e intento tocar el potenciador de ondas en mi sien, pero no logro dar con él, está perfectamente puesto debajo de mi piel, “como si no estuviera allí” dijo mamá cuando hablamos con ella antes de que nos lo colocara. Es raro verla ahora trabajar en el hospital de la academia y ser tratados como sus pacientes, cuando nos enfermábamos en Neftis, ella tenía totalmente prohibido atendernos, sin embargo aquí es diferente, es como si no fuéramos parientes.
Todo ha cambiado drásticamente desde ese día, justo en el momento que nos instalaron el prototipo. Los simulacros son ahora una experiencia arrolladora, puedo me puedo guiar con la misma facilidad con que lo hace Seth, “como convertirte en un mapa con patas”, efectivamente o tener una brújula interna y lo más impresionante es que siento a Seth como si estuviera justo detrás de mí aunque estemos a kilómetros de distancia.
—Las ondas cerebrales de gemelos y mellizos se encuentran casi en la misma frecuencia. El potenciador solo los ayudará a crear un canal de intercambio abierto. Utilizando el principio del efecto Doppler para logra maximizar las frecuencias positivas de las ondas, permitiendo una comunicación perfectamente clara, además éste simple aparato está diseñado para ser inmune a pulsos electromagnéticos, característica que permite comunicarse a pesar de cualquier catástrofe—dijo el ingeniero, muy orgullosos de su trabajo.
Es fascinante, pero también un poco turbador. Telepatía, uno de los mayores enigmas de la ciencia, y somos de los primeros en probarlo, algo maravilloso, el problema está en que me siento como parte de un experimento, el prototipo fue probado primero en Seth y en mí, luego en otros mellizos en las demás sedes de la academia y en los poco que hay aquí en Gea.
¿Kat?
¡¿Seth?!
Wow, esto es increíble, es como hacer una llamada de voz.
Solo que más aterrador.
¿Te preocupa estar en mi cabeza?
Por supuesto que sí.
Ya, no es como si pudieras conocer mis más oscuros secretos o algo así.
¡Seth!, esto es serio, espera ¿ya lo intentaste?
Tal vez…Vale, estamos en la sección sudoeste, una tropa se acerca, así que ustedes tienen que acercarse. ¿Crees que puedas dar con nosotros?, creo que sé dónde estás, ¿es como setecientos metros al sur?