El tiempo pasó y Jamie volvió al día en que recibió la invitación del doctor Phillips para festejar su reciente triunfo en la lotería. Aún faltaba para aquel día en que regresó al pasado, pero ya no quería esperar más, necesitaba contarle todo al científico, quizá él le podría dar una idea de qué había cambiado esta vez.
—Una parte de mí me dice que puedes estar diciéndome esto para timarme y obligarme a aceptar que tengo esa máquina, muchacho —respondió el doctor Phillips cuando escuchó a Jamie—, pero la descripción que me das de la computadora es muy exacta, y la casa que me mencionas aún no la he comprado, pero es justamente una de las que está la lista que me dio el agente de bienes raíces y…
—No se preocupe, doctor —lo interrumpo—, no estoy interesado en la máquina del tiempo, yo ya no me atrevería a regresar de nuevo a cambiar nada, no me arriesgaría a meter la pata. Pero si estoy aquí es porque no quiero romper mi promesa de venir y darle la bitácora que creé durante todo este proceso.
—Pero hay algo que falta en este informe —el doctor señaló el documento aun sin leerlo—. Me dices que en la primera línea de tiempo Sandy murió, entonces ¿por qué Sandy sigue con vida? Es lógico que su corazón fallara de nuevo en la misma fecha a pesar de que aminoraste su estrés, quizá el estrés no tuvo nada que ver desde la primera vez, pero ¿así simplemente?, ¿su corazón mejoró? Si me dijeras que duró un poco más con vida, lo suficiente para encontrar un donador habría entendido el cambio, pero no hubo tal, no me parece nada razonable que cambiara sólo porque regresaste a ayudarla a terminar su cortometraje.
—Yo tampoco lo entiendo.
—Si me vas a dar este reporte, dámelo completo —el doctor le regresó la bitácora—. Si en verdad quieres agradecerme lo que hice por ti, tienes que aliviar esta intriga que has dejado en mi pecho. Como uno más de los del club de corazones rotos, realmente quiero saber qué es lo que hizo la diferencia.
Pero a Jamie no se le ocurría dónde buscar esa respuesta y entonces pensó en lo único que fue diferente, la primera vez, cuando ella sufrió ese ataque, ni Loreen ni Grant estaban ahí, si alguien podría ayudarlo a entender eran ellos. Era arriesgado, pero confiaba demasiado en ellos como para dudarlo, tenía que contarles todo, incluso a Sandy. Quizá lo creerían un loco, pero tenían que saber lo que pasó para que le ayudaran a entender cómo fue que Sandy sobrevivió.
Grant y Loreen recién se habían mudado juntos a un departamento en Santa Bárbara y con el pretexto de llevarles algún regalo para celebrar su mudanza, fue a visitarlos junto con Sandy.
Mientras convivían, salió al tema lo del premio de lotería del doctor Phillips y fue ahí que Jamie encontró el motivo para hablarles de su máquina del tiempo. Los tres escucharon atentamente el relato de Jamie y, en cuanto mencionó que necesitaba entender qué le salvó la vida a Sandy en esta segunda oportunidad, Sandy y Loreen intercambiaron miradas sombrías.
—Sé que todos en este equipo no creemos en ninguna religión —habló Loreen—. Hubo algo, pero Sandy y yo decidimos que, por lo mismo, lo mejor era no decirles nada.
—No me van a decir que fue algo espiritual, ¿o sí? —preguntó Grant con el ceño fruncido.
—Es justo por la mirada que tienes ahora que decidimos no decirlo —respondió Sandy—, pero si Jamie asegura que hubo otra realidad en la que yo no lo logré… bueno, sería la única explicación. Por aquellos días yo sugerí que le diéramos un giro al clímax mostrando a la hechicera cruzar al más allá… —Sandy miró a Loreen como si le pidiera que ella lo contara.
—Cuando Sandy lo sugirió yo investigué en artículos y documentales sobre las experiencias cercanas a la muerte, quería usar alguna historia de ese tipo en el guion. En todos es lo mismo, ya saben, el túnel de luz, la sensación de paz, ver a sus familiares o a seres divinos al otro lado… pero hubo una en específico que me pareció muy curiosa. Una mujer aseguraba haber padecido cáncer, lo que la llevó a un paro respiratorio. Según su relato, ella vio todo igual que los demás, pero una vez cruzando el túnel ella pidió que le permitieran regresar, ella quería volver por el bien de sus hijos, y rogó que le dejaran volver con su salud intacta. Según los testimonios, esta mujer regresó de la muerte y, para sorpresa de todos los médicos, su cáncer desapareció por completo. Como agnóstica que soy lo tomé como una simple posibilidad, pero aquel día cuando entré al hospital y vi a Sandy inmóvil con los ojos fijos… —Loreen mordió su labio sin continuar.
—¿Acaso le dijiste que lo intentara? —preguntó Jamie.
—En cuanto la vi supe que se había ido y no lo pude aceptar —la voz de Loreen se quebró—, ella es mi mejor amiga, no quería que se fuera sin ver su cortometraje en el festival, así que me acerqué a su oído y le dije que no podía irse así, que dijera a todos esos seres del más allá que le permitieran regresar con su salud completamente restaurada para que ella pudiera ir al festival con nosotros. Entonces los médicos entraron, le hicieron el RCP y… ella volvió.
—¿Sólo así? —Grant habló con una mirada de incredulidad que intercambió con Jamie.
—No pensábamos decirles nada —Sandy frunció los labios—. Por mi enfermedad yo siempre me sentí enfadada con la gente que me hablaba de un dios lleno de amor, pues con mi padecimiento lo sentía como una burla —Sandy suspiró—. Sigo sin creer en una religión, sin tragarme ciegamente todo lo que dice la Biblia, pero ahora sé que hay algo más allá, un mundo que nos espera después de la muerte. Aquel día todo se estaba oscureciendo para mí, sólo quedaba esa luz al final y yo no sentía nada, y cuando digo nada es nada: ni miedo, ni terror, ni dolor… pero tampoco aquella paz de la que habla la gente que ha experimentado la muerte, simplemente me iba apagando poco a poco. Entonces escuché aquella voz: “Si no estás lista para irte, díselos, diles que te dejen regresar con tu salud intacta para que vayas al festival con nosotros… ” Entonces fue como si me encendiera de nuevo, la luz se hizo más brillante y ahora sí, conforme caminaba hacia ella, yo iba sintiendo un amor y una paz que jamás sentí en vida.