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Sídney, Australia al 10 de Julio del 2012
 

Tú y solo tú.

Tuve pesadillas... de nuevo, aparecidas en ellas.

Eres el dueño de mis pesadillas y de mis mejores sueños, aunque las primeras siempre son más abundantes. Cinco días sin escribirte, cinco miserables días sin ti.

Hoy cumpliríamos un año de relación y dos de conocernos, no podía simplemente actuar como si fuera un día normal... un día sin ti.

Me levante de lo más feliz, cumplimos un año, me arregle y me puse bonita, aún sin acordarme de lo que había ocurrido, salí con una enorme sonrisa de mi habitación, llamando a tu celular, mandaste a buzón de voz.

«- Hola Lena, cariño» Escuche tu voz en la contestadora, había olvidado que hiciste una respuesta solamente para mí. «-Te llamaré en cuanto pueda, amor, tal vez ahora este ocupado, pero siempre haré tiempo para ti, te amo.»

Mi familia se sorprendió al verme bajar, más aun sonriendo y con el vestido que te encantaba que usara, el que use en nuestra última cita, pero ellos se encargaron de romper mi burbuja.

«- Lena, princesa, ¿Estas bien?» Pregunto mamá mirándome de pies a cabeza, asentir feliz. «- Siéntate, hice tus favoritos.»

«- ¿Qué hizo que tu animo se levantara?» Inquirir papá, mirándome como si mirara a un fantasma.

«-Roger y yo cumplimos un año juntos» Me limite a responder dándole una mordida a mi tostada con mermelada, su rostro se congeló.

«- Oh. La pequeña bruja olvido lo ocurrido y que hoy no cumple nada con nadie.» Se burló Elena con una sonrisa macabra en el rostro, me levante rota, como siempre, corrí a mi lugar seguro y me encerré aquí.

No he comido nada desde entonces y de eso pasaron alrededor de siete horas, no te preocupes por mí, Rogg, ha ocurrido demasiadas veces.

Me da vergüenza mirarme en el espejo, odio hacerlo, cuando lo hago me da asco, mis huesos sobresalen y, estoy demarcada por ti, por todo lo que siento hacia ti.

¿Por qué te aferras tanto a vivir en mi mente y corazón?

Quiero que cuando te recuerde no duela como lo hace, quiero recordarte y sonreír por los momentos vividos, pero no puedo, me es imposible no querer llorar tan fuertemente cuando te recuerdo, cada mísero momento a tu lado.

Quiero creer que nuestros caminos se reencontraran en algún punto, es lo que más anhelo, pero para verte ahora, tengo que dormir y soñar.

Esa es la manera en la que te veo diariamente.

Lena.