Efímero

VI

Verdades a medias 

🌺 Julie Lewis 🌺

Ya han pasado dos semanas, en las cuales solamente he tenido paz, completamente paz. Nadie me buscado, me aleje de Henry. Pero no siempre hay calma

Muñequita, por fin nos volvemos a ver. —Owen entra por la parte trasera del restaurante. 

— ¿Qué quieres? 

—Sabes muy bien que es lo que quiero, así que dime, ¿Has encontrado alguna pista? el tiempo corre y mi jefe comienza a estresarse por no tener lo que es suyo, vamos, cuéntame qué has encontrado. 

—Nada, busqué en todas sus cosas, pero no encontré nada. Absolutamente nada. 

— ¡Eso es imposible! Raúl tuvo que dejar algo, una estúpida pista para ayudar. Tal vez para que tú lo encontraras. 

—No sé de qué hablas, no sé qué buscas. Realmente no encontré nada extraño. Si me dijeras mínimo de que se trata podría ayudarte un poco más. 

—No pudo llevárselo a la tumba, es algo imposible. Busca mejor. No quiero que corras peligro, muñequita. Mi jefe cuando se pone de malas es muy, pero muy peligroso. 

Se aleja sin decirme más, solo viene a confundirme más. Tomo mis cosas y salgo del restaurante, fuera de él se encuentra Emmet, después de tratarme tan mal como lo hizo aquella vez que me encontraba con Owen me pidió disculpas. Suele venir a comer la mayoría de los días sino es decir que todos los días y después me suele acompañar a mi departamento. 

— ¿Qué tal, Julieta? Tardaste un poco. —se coloca a un lado de mí y comenzamos a caminar. 

—Me faltaban unas cosas por limpiar. ¿Qué tal tu día? 

—Diría que tranquilo, pero realmente nunca son tranquilos mis días. Sin embargo, los disfruto. Tener a un jefe como Henry y John no es nada fácil. Para nada, a veces son insoportables, su exigencia me estresa... —lo interrumpo. 

— ¿Trabajas para ellos? –pregunto curiosa. 

—Bueno... Digamos que es así, ellos reciben órdenes de más arriba, bueno Henry en específico, en cambio yo recibo órdenes de ellos, más de Henry por supuesto. 

—Aún no me contarás a qué se dedican. ¿Es cierto lo que cuentan de ellos? Lo que... lo que se rumora ¿es verdad o solo rumores? 

— ¿Qué cuentan, Julietita? 

—Pues, que son mafiosos, se dedican a matar gente, a traficar drogas y armas. Toda esa mierda que pasa en las series. 

—Oh, bueno no sé qué puedo decirte. No debería contar sobre mi trabajo, pero sí. Corres peligro siendo mi amiga. Y siendo la Julieta de nuestro Romeo Henry mucho más. 

—Corro peligro, ¿Y aun así estás aquí? Dime la verdad Emmet. —suspiro antes de seguir hablando. 

— ¿Cuál verdad? No te sigo, ¿de qué verdad hablas? —pregunta ansioso. 

—Sigues viniendo a mí, bueno por mí, digamos, sigues acompañándome a mi departamento por qué te lo pidió Henry ¿No es así? 

—No, por supuesto que no. Lo hago porque me nace, eres una persona agradable y disfruto pasar el rato lejos de mi toda esa mierda. 

—No soy estúpida, Emmet. Es raro que desde que me cruce en el camino de Henry estás aquí ¿No te parece? O bueno, si esa no es la verdad, ¿Por qué lo haces? 

—Ya te lo dije, porque me nace. Te he tomado cariño, te considero como una amiga. Yo cuido a mis amigos. 

—Con solo las pláticas que hemos tenido dentro y fuera del restaurante ¿Ya me consideras amiga? —enarco una ceja. 

—Está bien, te diré la verdad, al inicio empecé a acompañarte porque Henry me lo pidió, bueno, me lo ordeno, me pidió que te siguiera para cuidarte, para que nada te pase. Pero, después te tome cariño, y ahora lo hago porque realmente no quiero que te hagan daño, quiero protegerte. —suspira antes de seguir hablando— Me hace bien tener una persona como tú. 

—¿Cómo yo? —pregunto confundida— ¿Por qué debería pasarme algo? 

—Bueno, Owen, digamos que no te traerá cosas buenas. Es mejor mantenerte alejada de él. Y si como tú, alguien que no pertenece a mi mundo. 

—Owen, Owen, para todo es Owen. Pero sabes qué. Él tiene muchas respuestas las cuales yo quiero saber, solo él sabe cosas de Raúl, solo él me puede dar respuestas. Así que sí lo que pretende es que me aleje de él, no será así. Necesito saber más de Raúl. Necesito respuestas de mis dudas y solamente una persona puede ayudarme a resolverlas. —resoplo, cansada. 

—Raúl ya está muerto, enfócate en el presente. Sigue tu vida, mantente alejada del pasado. —me detengo. Nunca he hablado de Raúl con él. 

—¿Cómo sabes que Raúl está muerto? —cuestiono. 

—Bueno... Una vez lo mencionaste —me responde nervioso. 

—No, nunca he hablado de Raúl contigo. Jamás. Esto no solo es por Owen, ¿verdad?, ¿Ustedes también buscan lo mismo que él? 

—No...quizá, no lo sé... —lo interrumpo. 

–Si es así, si buscan lo mismo que Owen, no sé qué hacen aquí. Si esperan que yo los ayude o les brinde información, lo siento. Lamento decepcionarlos, yo no sé nada. ¡Váyanse a la mierda todos! ¡Estoy harta! —grito y sigo mi camino sola. 

—Julieta, cálmate. Deja que hable... —lo interrumpo, no quiero escucharlo. 

—¡No soy Julieta! soy Julie. Estoy harta, déjame sola. ¡Quiero estar sola! 

—No deja... —su celular suena y contesta— Ahora no Henry, estoy ocupado. Te marco cuando me desocupe. —cuelga. 

—Tu jefe necesita que vayas a matar a alguien o a perseguir a alguien. Ve, no lo hagas esperar. 

—Julieta, no me iré hasta que te deje en tu departamento a salvo, lejos de Owen. 

—Entiende que Owen es mi maldito problema, deja que yo lo solucione. Y dile a Henry que no necesito que mandé quien me cuide, puedo hacerlo sola. 

—Te acompañaré a tu departamento porque quiero, no porque Henry me lo ordene. Y lo siento, si quieres respuestas yo no puedo darte las. 

—¡Ese es el puto problema! —exploto— Nadie, absolutamente nadie me quiere dar respuestas, el amor de mi vida murió hace años, mi vida era lo más tranquila. Sin embargo, ahora tengo a personas peligrosas detrás de mí por algo que Raúl tenía en su poder y corro riegos cada maldito segundo que pasa según ustedes. Estoy hasta la madre. No sé qué buscan, no sé qué quieren, y lo peor es que no sé quién era realmente Raúl —quito una lágrima de mi camino— No sé quién era la persona de la cual estuve enamorada, no lo sé, y estoy, estoy harta...solo quiero...quiero —suspiro— que se alejen de mi todos, que se vayan a la mierda. Qué me dejen respirar. 




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.