VIII

Realidad 

🌺 Julie Lewis 🌺

Llevo casi una hora esperando a Owen, quedamos en vernos para llevarlo al departamento en el que solía vivir con Raúl, para que el busque por su propia cuenta lo que tanto quiere. ¡Qué impuntualidad tiene! 

De lejos alcanzo a mirar que un auto se acerca a mí, seguramente es Owen, al fin llega. Estaba a punto de irme. El auto se estaciona y, bueno al parecer me equivoqué no es la persona que esperaba. 

Camina con una tranquilidad que me causa miedo, se para justo frente a mí con los brazos cruzados. 

— ¿Por qué tan solita? ¿Te dejaron plantada? —me pregunta con total burla. 

—Al parecer si, ¿se te ofrece algo? —contesto tajante con una ceja enarcada. 

—De hecho, si, necesito que vengas conmigo. —menciona con tranquilidad. 

— ¿Yo? —pregunto confundida. 

—Obviamente, acaso ves a otra persona aquí. Porque yo no —me toma del brazo— Andando vamos. 

— ¡Alto! No iré contigo a ningún lado, estoy esperando a alguien. 

—Se qué esperas a alguien, lamentablemente él no llegará, se encuentra en una reunión con mis muchachos. 

— ¿Qué quieres?  —pregunto con la piel de gallina 

— ¿Yo? Realmente....nada. —suspira— En cambio, Owen, quiere hablar contigo. Al parecer necesita algo de ti, para que nosotros lo dejemos ir. 

— ¿Por qué lo tienen con ustedes? Él no es parte de su gente. 

—Nosotros no contratamos gente incapaz de lograr lo que uno le pide e ignorantes realmente no nos sirven así, necesitamos gente capaz, por eso él no es parte de nuestra gente. 

—Para que... —me interrumpe. 

—Deja de cuestionar y sube al auto, Owen quiere hablar contigo, pues vamos a darle al muchacho lo que quiere. Ya después te vas a tu casa. 

—Si voy contigo no me pasará nada ¿Verdad? 

— ¿Eso es lo que te preocupa? Tranquila no tengo interés en lastimarte, ni es nada. Él que tiene interés en ti es mi hermano. —lo menciona con un tono tan calmado. 

— ¿Tu hermano? ¿Henry? ¿Qué interés tiene en mí? —cuestiono, la curiosidad me mata. 

—Yo no tengo porque responderte a eso, vámonos... ¿Julie? ¿Cierto? 

—Si, Julie. —caminamos hasta llegar al auto de John y nos subimos. Comienza a manejar. 

—Debería taparte los ojos, sin embargo, confío en ti. No me vayas a traicionar Julie. Cuando estés con Owen, habla con la verdad no ocultes ninguna información, no quiero dañarte. No se me da lastimar a las mujeres. 

—Ni si quiera se para que me quiere. No voy a mentir en nada. 

—Eso lo averiguaremos en un momento más. 

El resto del camino nos la pasamos en silencio, es un camino solitario, causa cierto miedo y escalofríos, hasta que por fin el auto se detiene cerca de una bodega. 

—Llegamos, bájate. Owen te espera. 

Me bajo del auto y sigo a John en silencio. 

—Lleven la con Owen. Si pide que los dejen solos, los dejan solos, pero no se alejen tanto. Entendido. —demanda con voz gruesa. 

Un hombre vestido completamente de negro me lleva hacia una habitación vacía, donde se encuentra Owen, atado de manos y de los pies. 

Owen levanta la mirada y me ve, me sonríe de lado, me siento en una silla frente a él y, comienza a hablar. 

—Al fin, te has tardado mucho, muñequita. —comenta con tranquilidad. 

— ¿Qué quieres? ¿Para qué me haces venir aquí? ¿Porque te tienen en este lugar? ¿Has hecho algo malo? —comienzo a lanzar todas mis preguntas. 

—Yo siempre hago cosas malas que a veces parecen buenas, en fin, no viniste a qué te respondiera tus preguntas. Necesito que busques perfectamente en las cosas de Raúl, necesito urgentemente una pista. 

—Necesito que me cuentes más, que me hables más de lo que quieres para saber que buscar y dónde. 

—Muñequita, necesito que seas rápida. Mi jefe me tiene en la mira y ahora estos imbéciles me tiene atado sin hacer nada y buscando información, que no les ayudará en nada. Y al parecer me tienen en la mira por haber perdido su cargamento, que tengan gente inútil no es mi problema. 

—Owen, habla. No sé qué buscar y yo no puedo. —suspiro— Estoy harta, estoy metida en esto por algo que no sé, no tengo la más mínima idea de lo que quieres Raúl... Él no me dijo nada... 

—Raulito te ocultaba muchas cosas ¿No es así? Pero creo que es tiempo, te contaré las cosas más a fondo porque necesito que seas más eficaz. O sino terminaremos muertos. Ambos. Tú y yo. 

—Habla. —lo incito a que comience a decirme más. 

—Raúl trabajaba para mí, era parte de nosotros. Aún recuerdo cuando entró, —comienza a reírse— era un niño bueno, que se convirtió en malo. —se detiene y toma aire— Trabajó para nosotros un buen tiempo, decidimos subirlo de rango, entonces, ya era de la gente importante, la cual corre más riesgos, más peligros. Raúl era un excelente trabajador, hacia su trabajo tal cual se lo ordenaba, tan limpio, tan obediente. Sin embargo. Aquí viene la peor parte ¿Lista para oírlo? 

Miro a los ojos a Owen, y no sé si estoy lista. Raúl, él... Raúl no era así, él nunca trabajaría para gente de gente en malos pasos, él era tan lindo, tan bueno. Jamás, no. Nunca. No lo puedo creer. Me niego a creerlo. 

—Si no estás lista no lo contaré, pero quiero que busques y encuentres... —lo interrumpo. 

—Estoy lista. —realmente no lo estoy, pero necesito saber más, quiero saber sobre la persona de la cual estaba enamorada. Una persona que ahora desconozco. 

—Un día, le tocó llevar un cargamento pesado. Era uno de los más importantes para nosotros, ese mismo día, al igual que nosotros otro de los negocios haría uno. Mandamos a Raúl a hacerlo porque era el más eficaz en ese momento. —ese no es mi Raúl, él no se dedicaba a eso— En cambio, Raúl no llegó, jamás llegó. La entrega no se hizo, despareció al igual que la de la competencia. ¿Y quién se lo llevó? Exactamente Raúl.