Efímero

XVII

Cariño

🌺 Julie Lewis 🌺

Al salir de clases me encuentro a Henry esperándome. Se ve tan guapo, jodidamente guapo, siempre se ve guapo. Mi corazón se acelera en el primer momento en que mi mirada choca con la de él. Mi pulso aumenta su velocidad, y los nervios me invaden cuando me brinda una sonrisa. Es una sensación exquisita el tenerlo cerca, él tenerlo a mi lado. 

Camino hasta llegar a él, me coloco de puntitas y le dejo un sube beso en sus labios él me toma de las caderas y profundiza el beso haciendo que nuestro contacto dure más y nuestras lenguas comiencen una danza entre sí mismas. 

—Hola —susurro al terminar el beso. 

—Hola, ¿En serio tienes que ir a trabajar? —me pregunta con voz baja— ¿Por qué debemos estar tanto tiempo separados? —intenta realizar un puchero, pero fracasa haciendo una mueca horrible, lo vuelvo a besar.  

—En serio —menciono cerca de su boca— tengo que ir a trabajar sino como sobreviviría a este mundo sin dinero. Moriría y eso aún no quiero que pase. —menciono con obviedad alejándome. 

—Podría llevarte conmigo, yo te ayudaría a sobrevivir. Solo con una condición —lo miro con intriga y sonríe—, que seas solamente para mí. —me da un beso en la frente.  

—No, no, imposible. Yo sola puedo salir a delante. Soy una mujer independiente. 

—Un poco de ayuda no te haría mal, cariño o.… ¿A caso no quieres ser solo para mí? —estaba a punto de hablar y empezar una mini discusión, pero me descoloca lo último. 

Lo miro con una estúpida sonrisa en mi rostro, le dejo besos alrededor de toda su cara, sigo sonriendo como una tonta en el proceso.  

—¿Por qué me miras así? ¿Por qué tanto beso? Soy tan irresistible. —pregunta curioso  

—Me has dicho cariño. —recalco la última palabra. 

—¿Te he dicho cariño? —pregunta levantado las cejas de forma extraña y suelto una carcajada. 

—Los has hecho. —afirmo  

—¿Lo hice? —vuelve a cuestionarse.  

—Aja, y me ha encantado. —lo beso en los labios suavemente una vez más. 

—¿Y te ha encantado? —sonríe. 

—Aja, muchísimo. —sonrío y lo vuelvo a besar  

Me separó de él y camino hacia el lado del copiloto. 

—Se me hará tarde anda llévame o pediré un taxi. —se da la vuelta y se sube al auto fingiendo molestia. 

—No necesitas un taxi, tienes un chófer a tu disposición. —me guiña un ojo  

Un guapo chófer, por cierto. —sonrío poniéndome el cinturón. 

—Ese guapo chófer quiere secuestrarte, llevarte a un lugar que se encuentre lejos y solo para hacer que tengas múltiples orgasmos.  —su mano la coloca en mi muslo y yo suelto una carcajada. 

—Lastima, el deber llama. —sonrío al terminar de decirlo— Tanto como tú, cómo yo, tenemos que trabajar.  

—El trabajo puede esperar cuando se trata de ti. —me guiña un ojo. Se ve tan guapo manejando.  

—¿Y si sucede una emergencia? —indago. 

—John lo resuelve o Emmet. Da igual cualquiera de ellos lo haría bien. —menciona acariciando mi pierna y me sorprende un poco que hable bien de ellos, sé que los quiere y mataría por ello, pero nunca lo había mencionado. 

—¿Alguna vez se los has dicho? —pregunto curiosa. 

El enarca una ceja y voltea a mirarme un tiempo para regresar su vista a la carretera. 

—¿Decir qué?  

—Decirles que ellos pueden hacer las cosas bien, comentarles que hacen las cosas bien. No sé...halagarlos.  

—No, nunca. Y no lo pienso hacerlo. Jamás —remarco la última palabra. 

—¿Por qué?  

—Perdería mi estatus. —vuelvo a reír y el vuelve a mirarme 

—¿Que estatus? ¿Orgullo? o ¿Superioridad? —lo molesto un poquito 

—Me encantas mucho, mucho más cuando te ríes. —suelta de repente, yo tomo su mano y la entrelazo con la mía. 

—A mí me encantas tú, siempre. Todos lo días un poco más.

Llegamos a el restaurante y me empiezo a quitar el cinturón, mientras él hace lo mismo.  

— ¿Te veo en la noche? —cuestiona girando su cuerpo un poco hacia mi dirección. 

—Tal vez, puede ser. No estoy segura de poder. Tengo mi agenda muy ocupada. —me giro para encararlo. 

—¿Agenda muy ocupada señorita Julie? —cuestiona en tono juguetón. 

—Así es, mi novio tiene mi agenda muy ocupada. —sonrío acercándome a él— Estaré ocupada con él toda la noche en tener multi orgasmos. —lo beso mientras me toma de las caderas y hace que me suba encima de él. 

—Mmmm, que novio tan complacido tienes. —sus manos bajan a mis glúteos y hace que me pega más a él— Solo que está fallando en algo.  

—¿En qué? —cuestiono quitándole los cabellos que están en su frente. 

—En no darte un orgasmo ahora mismo. —vuelve a besarme con intensidad. 

Cielo, debo ir a trabajar. —rompo el beso. Él sonríe y me acuna mi cara con sus manos  

—Nunca me habías llamando cielo. —me besa— Solo por eso te dejare ir, por llamarme cielo. Joder me ha encantado. 

—Tú me has llamado cariño hace un rato. Tenía que emparejar la situación, cielo.  

Le soy un último beso antes de pasarme al asiento del copiloto y tomar mi mochila. Abro la puerta  

—Nos vemos en la noche, cielo. —menciono antes de bajarme. 

—Hasta al rato, cariño. —sonrío como una estúpida y bajo. 

Me adentro al restaurante, saludo a Alex con una sonrisa en el rostro que será imposible quitarme en el resto del día. 

—Realmente estás enamorada de él. —afirma Alex dándome la orden 

—Eso parece. —me voy a la mesa a entregarlo. 

—Me da gusto que seas feliz, hace mucho que no te veía tan contenta y tranquila como estás últimas semanas. Te lo mereces —me dice al regresar. 




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