Efímero

XX

Ocultar la realidad  

☘️ Henry Miller ☘️

Tomo las llaves de mi auto y salgo a velocidad sin embargo Emmet y John se atraviesan e impiden mi paso, cómo quiero ahorcarlos ahora mismo.  

—¿A dónde vas? —cuestiona Emmet con un tono de voz alzado. 

—A buscarla, se ha ido con ese imbécil. No la pienso dejar con él más tiempo. —grito enfadado. 

Por la estúpida idea de Emmet sobre enfrentarme y querer saber algo que no le incumbe, Begonia está lejos de mí y me jode que se haya ido con ese imbécil, que este en un estado emocional pésimo y más que ese imbécil de mierda me dijo que se encontraba en peligro. Me jode muchísimo. 

—Ella no quiere verte, necesita su espacio, déjala que procese las cosas que la asimile. No es tan sencillo afrontar algo de esa magnitud. 

—Si no fuera por tu estúpida culpa, ella no sabría nada, no tenías que meter tus jodidas narices en dónde no te llaman. —le grito acercándome a él, con intención de golpearlo. 

John me jala y me lleva al otro extremo. 

—¡Cálmate ya!, nadie tiene la culpa de esto más que tú. Te has tardado en terminar tu puto trabajo y por la simple razón de que te dejes llevar por tu puto pene que por la cabeza de arriba así que basta Henry, basta y termina esto ya. 

—No, no lo entiendes John. Iré a buscarla y le explicaré... —me interrumpe. 

—¿Que le explicarás he? Dime, que le dirás, que sabes quien, en su verdadero padre, que sabes por qué la abandonó, que sabes que la quiere de regreso y que tú, tú eres el encargado de llevársela... Eso quieres explicarle, porque déjame decirte que estará feliz de escucharte.  

Me quedo callado, solo puedo imaginarme sus ojos color avellana llenos de lágrimas, solo puedo imaginar su cabello rojizo hecho un desastre, y le he fallado. Sin más me subo al auto y lo pongo en marcha, en cuestión de nada tengo a John y a Emmet en el auto, conmigo. Sin dejarme solo. 

—Iremos contigo. —es lo único que dice Emmet  

Manejo hasta llegar al edificio donde se encuentra su departamento, me bajo del auto y subo al elevador esperado que llegue a su piso, el de la entrada no me a impedido el paso, sabe quién soy. Sabe que estoy regularmente todas las noches aquí, llegó hasta su departamento tocó, pero no abre, no hay señales de ella, tomo la llave donde sé que siempre la deja y abro la puerta sin esperar más tiempo. 

—Julie, tenemos que hablar. —es lo primero que menciono al entrar  

No recibo repuesta y esto hace que me altere, entro a su habitación y no está, en el baño tampoco se encuentra, No está aquí. Me desespero quiero tenerla frente ami y abrazarla. 

Me quedo en la puerta como un estúpido hasta que John me habla y me saca de mi mundo. 

—Vámonos, ella no está aquí. Mañana la busca cuando ambos estén más calmados. 

—Quiero hablar con ella ahora. 

—Tal vez este...—Emmet habla, pero se calla cuando John le lanza una mirada reprochable. 

—¿Dónde? Termina lo que ibas a decir —espeto con voz alta. 

—Tal vez este en casa de Owen. Tal vez... no sé.

No, ese imbécil no puede estar con ella, ¿Que haría con él? No, no y no. Me niego a creer esa estúpida opción. 

—¿Podríamos ir a visitarlo? —esta vez es John quien habla— Eso sí, de forma pacífica Henry. No queremos problemas con Baker...  

Pensándolo mejor es una buena idea, aunque dudo que ella se encuentra con él ni siquiera son amigos, porque estaría con él. ¿Por qué aceptaría ir con él? Cierro el departamento sin antes echarle un último vistazo y salgo a toda velocidad. 

Llegó hasta la casa de los Baker y salgo azotando la puerta de mi auto.  

—Owen, sal a darme la puta cara imbécil. —grito para que me escuche. 

Su gente no tarda en salir y apuntarnos con sus armas, en cuestión de tiempo Owen sale y pide que bajen sus armas. 

—¿Qué quieres? —es lo primero que pregunta. 

—Sabes lo que quiero, no te hagas idiota —espeto molesto. 

—No, no lo sé. ¿Que se te ofrece? ¿Puedo ayudarte en algo? Me imagino que si, por eso estas aquí. 

—Deja de jugar. ¿Dónde está?  

—Por lo visto la has perdido de vista, déjame decirte que no está en su departamento. No ha querido ir para allá.  

—Eso ya lo sé, no juegues con mi paciencia.  

—Vamos a calmarnos Henry, en primera estás en mi territorio así que controla tus chacras queridos. Baja tu voz que despertarás a la demás gente, ahora punto número dos, le has mentido a mi muñequita, no, no mejor dicho le has ocultado información relativamente importante de su vida ¿Que esperas? Que corra a tus brazos para ser consolada no me jodas. Y por último punto y menos importante no está aquí eso es lo que quieres sabe ¿No? Bueno, ella no está aquí. 

—¿Dónde está? Dime dónde está Owen. Ahora. 

—Se dónde está, pero no te lo diré porque ella no quiere que lo sepas. Y yo, yo no traicionó a mi gente. Mucho menos la traicionaría ella, le he tomado cariño —suspira— Es buena muchacha, que feo que haya tenido que cruzarse en nuestros caminos.

—Y tú qué sabes de lo que ella quiere he. Y no, no es de tu gente. —me repugna que diga que forma parte de su gente. Ella no es como él. 

—Se mucho más de lo que ella quiere, que de lo que sabes tu

—Owen, no seas un hijo de perra. Estamos intentando no... —menciona con voz neutra John. Sé que quiere evitar un problema.

—No me importa lo que intenten, anda váyanse. Es muy tarde y necesito descansar. Mi gente lo necesita.

 Estoy a punto de darme la vuelta, dejarlo en paz y buscarla por otro lado. 

¿Por qué está en peligro? —pregunto al recordar lo que me dijo hace unas horas 

—No creo que tenga que contarte eso a ti ahora, justamente ahora. Ella no quiere estar cerca de ti, no va querer que la protejas tu. Y dudo que a tu lado este a salvo ¿cómo podría estara a salvo con alguien que le ha ocultado información imortante? —recalca la última palabra.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.