Efímero

XXXIII

Miseria y dolor.

☘️ Henry Miller. ☘️

Al abrir la penúltima puerta mis ojos chocan con los sus ojos color avellana, una sensación maravillosa recorre mi cuerpo al verla, está viva, eso hace que mis emociones se alboroten, quiero correr hacia ella y poder abrazarla, curarle todas las putas heridas que tiene. Me jode verla en ese estado. 

Su mirada me hace saber que hay alguien más, así que decido cerrar la puerta y esperar a que salga por mí, saldrá por mi estoy seguro que lo hará. Y aquí estaré esperándolo para enfrentarlo. 

Retrocedo hasta topar con la pared, no pasa mucho tiempo cuando Xander sale del cuarto con un arma en su mano y me apunta con ella. Con una sonrisa malvada comienza a hablar. 

—Llagaste, pensaba que no lo harías, ¿Te importa? ¿Te importa lo suficiente como para arriesgar tu vida? No, sabes no me interesa saber la respuesta.  

—¿Por qué la tienes tú? ¿Qué ganas teniéndola? Dime, y baja tu arma hombre nunca hemos necesitado una. 

—Prefieres que la tenga Jacob, porque vamos sabemos que él la matará y yo....yo no lo haré, jamás lo haría es mi vida entera. 

—¿Que estás haciendo Xander? ¿Para qué mierda la quieres a tu lado?  

—Estoy haciendo lo que tuve que hacer hace mucho, desde el primer día en el que supe que no solo estabas cumpliendo tu trabajo, ¿Por qué te fijaste en ella? Aclaremos esto... ¿por qué la estabas enamorando? Esto no estaba en el puto plan. Carajo. 

—No seas un gran imbécil y déjala ir, arreglemos las cosas nosotros.  

—Nosotros no tenemos nada que arreglar, la quiero a ella, no a ti pedazo de imbécil. ¿Que gano teniéndote a ti? Nada, absolutamente nada

Se acerca a mi guardado su arma, decido hacer lo mismo, la guardo cuando lo tengo de frente levanta la barbilla y me mira a los ojos desafiante. 

—Siempre ha sido ella para mí, pero...pero tú. Tuviste que aparecer y todo se fue a la mierda, porque vamos a aclarar las cosa. Tu único puto trabajo era llevársela a Jacob, para eso hicimos lo de fiesta, que seas un inepto ya no era culpa nuestra, y.…tu plan maestro era enrollarte con ella para llevarlo. Tremendo idiota eres. 

—Eres un puto obsesionado Xander. Realmente no la quieres, eres un puto enfermo que se obsesiono con tener lo que alguien más tenía. 

—No tienes ni puta idea de lo que ella significa para mí ¿Qué haces? Piensas rescatarla, conmigo no corre ningún peligro. Por lo contrario, contigo lo corre, tu figura paterna está detrás de ti ¿qué piensas hacer? Esconderte de por vida...dudo que ella quiera esa vida 

—¿Que? ¿Que no corre peligro? La tienes atada imbécil, has visto esos putos golpes en su cara.  

—Yo no le hice nada, solo…no quiero que se aleje de mí. No voy a dejar que se aleje...nunca más.

—¿No? Explícame ¿Por qué la tienes atada? ¿Los golpes como aparecieron? 

—Yo nunca le haría daño a la mujer que amo. —escucharlo hablar así de ella me da dolor de cabeza. 

—No, no la amas solo es una puta obsesión que tienes. ¿por qué no la dejas? Busca a alguien que te quiera un poco, ten amor propio imbécil. 

—No sabes nada de nosotros, solo queremos estar juntos y en paz por una puta vez. 

—Ella no quiere estar a tu lado, déjala que se marche Xander. Déjala que este en paz, ya ha tenido suficiente con todas las mentiras. 

—¿Que mierda sabes tú de lo que ella quiere? —me espeta furioso— ¡Oh! Y aún no sabe todo lo de Raúl...no... 

—Xander, déjala ir por las buenas o lo harás por las malas, y no te va a gustar para nada que sea por las malas. 

—Por las malas, demuéstralo. Vamos, espere tantos años para tenerla como para que vengas y me digas que la deje ir...no soy estúpido. Hice tanto por ella... ¿crees que por venir hasta aquí con un arma me harás cambiar de idea? 

—Muy bien, pedazo de imbécil. Lo haremos por las malas. Dejarás ir a mi Julie por las malas...bien. 

Me lanza el primer golpe que logro esquivar, lo golpeo en la cara provocando que le salga sangre. La rabia me gana y comienzo a golpearlo sin poder parar, al igual que yo él hace los mismo me lanza golpes a lo brusco. Tengo tantas ganas de matarlo para saciar el odio que le tengo a él y a Evans.  

Me lanza una patada que me logra golpear las costillas, el dolor es soportable, al golpearlo en la mandíbula retrocede y cae en el suelo no dudo en subirme en él y golpearlo con más fuerza, mis ganas de acabar con él son más fuertes, no logro controlarlas. Nunca ha sido bueno para las peleas, solo sabe dispara el muy imbécil. Intenta darme la vuelta sin embargo fracasa en el intento, me rio internamente. Estúpido. 

Mis golpes se vuelven más descontrolados, imaginar a Julie atada sin poder moverse hace que la vista se me nuble y quiera golpearlo hasta matarlo. Un golpe tras otro, su cara se encuentra ensangrentada, mis nudillos me duelen de los golpes que le he proporcionado, gira su cabeza esquivando un golpe. 

—¡Ahora! —grita. 

Me mira con una estúpida sonrisa en su cara ensangrentada y de pronto siento un golpe en mi nuca. Mi vista se nubla. Oscuridad. 

No sé cuánto tiempo pasa, al abrir los ojos me encuentro atado de manos y pies. Imbécil de mierda. Joder, joder. Bien, debo de buscar la manera de desatarme, espero que Owen haya tomado el tiempo y ahora este entrando a esta pocilga. La puerta es pateada y entran tres hombres junto con el imbécil de Xander. 

—Ya despertaste, querido. Déjame decirte que nos duró muy poco el gusto, bien. Vamos, tenemos que terminar de contarle la historia a nuestra querida Julie. 

Nuestra. Imbécil. Quisiera que fuera de él, pero nunca lo será. Es mucha mujer para un mediocre como él. 

—No es nuestra querida Julie. No es. —lo miro con tanto enojo. 




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