Efímero

Extra II

 

☘️ Henry Miller ☘️ 

Llevo un mes sin saber de ella, un jodido mes lejos de ella, quiero abrazarla, besarla solo quiero verla una vez más y poderle decir que se quede toda la vida a mi lado. 

Quiero tenerla a mi lado para toda la vida. Solo quiero eso.  

—Miller. 

Giro al escuchar la voz a mi espalda, un hombre mayor que yo, vestido con colores oscuros, me mira sin mostrar expresión alguna.  

—Travis Williams. —lo nombró al reconocerlo. 

—Un placer conocerte. —me tiende la mano y sin dudarlo la tomo. 

—El placer es mío. 

—Cuando me enteré que te habías separado de Jacob puse a mis hombres a buscarte, te quiero con mi gente.  

Me quedo callado observando cada movimiento que da, escuchando con atención cada palabra que sale de su boca. 

Se que no estoy en posición de ponerme en diva, necesito dinero y sobre todo seguridad para mi hermano, para Emmet y bueno tal vez para mí. No puedo fallarles, a ellos no. 

—Quiero que firmes parte de mi gente. —vuelve a decirme con voz autoritaria. 

—Acepto formar parte de tu gente, solo que no vengo solo, nunca estoy solo  

—Estarán a prueba, no quiero fallas por parte de ninguno.  

—No las tendrá.  

Solo asiente con su cabeza y se marcha, se marcha dejándome solo en esta bodega.  

Después de irme de ese estúpido hospital con más de mil preguntas y dudas rondando por mi cabeza tuve que enfrentarme con la gente de Jacob, necesito mantener a salvó a John y a Emmet, necesitaba un trabajo nuevo.  

Me quedo parado mirando hacia la nada durante quince minutos aproximadamente. Siento pasos a mi espalada, se quien sea estoy listo para recibirlo.  

—¿Qué haces en este lugar? —una voz femenina me pregunta directamente.  

—No es de tu importancia saber la respuesta. —menciono con voz grave. 

—Estas en una zona que no te corresponde, nunca te he visto por aquí ¿Quién eres y para quién trabajas?  

No tengo paciencia, ahora no.  

Volteo lentamente, mis ojos captan a una mujer alta y esbelta, cabello castaño largo y rizado, ojos color negros, es atractiva no lo voy a negar.  

—¿Quién eres tú? —cuestiono con las manos en los bolsillos de mi pantalón  

—Soy Begonia. —me mira de pies a cabeza— Ahora dime tu nombre. 

Begonia. No es mi Begonia, la que quiero tener frente a mi ahora mismo. 

—Henry. 

—¿Henry? —menciona con sorpresa— El que trabajaba para Jacob, vaya...vaya…mira a dónde has llegado. 

—Se dónde estoy parado. —espeto  

—¿Quieres ir por un trago? Puedo ayudarte a que te sientas mejor y puedas establecerte en esta zona. 

Le doy un repaso con mi mirada, esta buena, tiene buen cuerpo, y es guapa. Pero...no es pelirroja, no tiene los ojos color avellana y joder.  

No es ella, no es Julie. Y yo quiero a Julie, solo a ella. 

—No, tengo muchas cosas que hacer por ahora.  

—Cuando tengas un tiempo, búscame. O llámame.  Siempre estoy por estos rumbos, siempre tengo tiempo libre.  

Saca una tarjeta y me la da.  

La tomo sin mucha relevancia, la meto en mi bolsillo y salgo de la bodega con una nueva gente, con nuevo trabajo.  

Camino por las nuevas calles, los nuevos lugares que ahora serán mi hogar. Llegó hasta la pocilga dónde llevamos varias semanas viviendo si es que se le puede llamar vivir.  

—Nos pondrá a prueba.  

—Bueno, es algo bueno... ¿Cuándo empezamos? —cuestiona en seguida Emmett 

—Mañana, por fin podremos salir de esta pocilga y comprar un maldito auto. Odio caminar por las calles... —menciono dándole un repaso a este lugar  

—No seas miedoso, aprende a caminar por las calles solitarias y oscuras.  

—¿Sabes algo de ella? —cuestiona a mi hermano ignorando el comentario de Emmett 

—Nada, ha desparecido, es como si se la hubiera tragado la tierra, después de que la dieron de alta no se sabe más de ella. Su departamento sigue igual, no hay ni un movimiento. Creo que ya lo pondrán en renta. 

—Mañana mismo lo irás a rentar, no, mejor lo compras  

—¿Que? ¿perdón? —cruza sus brazos. 

—Mañana te irás para allá y ordenarás que no saquen nada de ese lugar, lo comprarás lo pondrás a su nombre. Ese lugar es de Julie y seguirá siendo de ella. 

—Ni siquiera tenemos dinero ¿De dónde lo vas a pagar?  

Vaya, nunca se le quitará lo imbécil.  

—De dónde lo pague no es tu problema, solo haz lo que te he dicho. Quiero que ese lugar le siga perteneciéndole a ella.  

—No sabes si ella lo quiere o si va a volver. 

—Es lo único que le queda a ella, es de ella siempre ha sido de ella y si ella no vuelve...no importa.  

Claro que importa, desde hace un mes he querido que vuelva. La quiero de vuelta en mi vida. 

—No cometas una estupidez, piensa que...  

Lo interrumpo alzando un poco la voz.  

—No es una estupidez, solo lo compras y listo.  

—Bien, si eso es lo que quieres eso se hará. —me da la espalda y vuelvo a hablar. 

—Y después buscas a una persona que vaya a limpiarlo cada semana.  

—¿Cada semana? —cuestiona con burla. 

—Si, cada semana. Y que sea de confianza. —finalizo la charla. 

—Bien así será. 

Quiero saber que al menos Julie sigue viviendo allí, que pueda estar recostada en el sofá mirando una estúpida película. Solo quiero pensar que ella sigue cerca de mí. 

 

 

 

 

N/A  

Holaaa, gente. ¿Qué tal? Espero y estén muy bien. 

He querido comenzar mi mes patrio con este extra… ¿De dónde me leen? Quiero saber claro si me lo permiten, bueno eso es todo Gracias por leerme. Chaooo.  

VIVA MÉXICO. 🇲🇽 




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