Capitulo 7 Sombras en el campamento

El desierto no ofreció clemencia, Arseni había pasado horas siguiendo las marcas en la arena, las cicatrices de energía que lo guiaban hacia el corazón de Kareth. Kael trotaba firme , resistiendo el calor como si hubiese nacido en ese reino árido.

Pero antes de avanzar más , el cazador sabía que debía hacer una escala.

Los informes hablaban de un campamento de su orden instalado cerca de la frontera , un lugar donde se reúnen quienes reciben misiones en el desierto. Y si la energía que él había sentido alcanzaba a otros, no sería el único en buscar respuestas.

Al caer la tarde, divisó las tiendas. Eran grandes, de lona áspera, reforzadas con huesos de bestias del desierto. Hoguera en el centro, sombras que se movían, risas graves. El sonido metálico de cuchillas siendo afiladas.

Kael gruñó suavemente y Arseni entendió.

No todos eran compañeros

Al ingresar, los cazadores lo miraron con un interés pesado. Algunos apenas inclinaron la cabeza en saludo, otros , directamente lo evaluaban como si fuera un rival.

-Arseni Valorian de Valmora-Anunció el , sin bajar la mirada, se veía tan imponente que al hablar todos lo miraron.

Un hombre de barba oscura se levantó de junto a la hoguera.

-El novato de los lobos-rió con desdén- Pense que solo eran rumores

Arseni no respondió. Ya conocía esa actitud, cada cazador quería probar su superioridad, demostrar que su presa era la más difícil , que su fuerza era la más letal.

Una mujer se acercó. Sus ojos eran como piedras de obsidiana, y la cicatriz en su cuello mostraba una historia de enfrentamientos.

-No estamos aquí para medir egos-dijo en voz firme-El consejo nos envió porque algo inmenso se mueve en Kareth. Y si no lo detenemos, será demasiado tarde.

Arseni sostuvo su mirada.

-Ya lo vi-admitió. Un murmullo se propagó como fuego entre los presentes.- Una silueta, pura energía celestial. No como los otros.

-¿Un ángel?-preguntó la mujer, con la voz más baja.

Arseni asintió apenas. El silencio se volvió más espeso que la arena que los rodeaba.

Los cazadores no necesitaban más detalles: todos sabían lo que significaba. Si un ángel estuviera actuando en Kareth, no sería un encuentro cualquiera. Era una amenaza que podía destruir ciudades enteras, todos los ciudadanos estaban en grave peligro.

El hombre de barba oscura sonrió con un brillo extraño en los ojos.

-Entonces es una competencia. A ver quien lo atrapa primero.

Kael gruñó amenazante, adelantando. Arsei no movió ni un músculo, pero su mano descansó sobre el arco.

-No vine a competir, Vine a cumplir mi misión

La mujer se interpuso, con gesto severo.

-No importa quien lo encuentre primero. Lo que importa es quien regrese con vida.

La tensión se disipó un poco, aunque no del todo. Esa noche, Arseni compartió el fuego con los demás, pero no tenía confianza. Cada mirada era un recordatorio, si encontraba al ángel, no sólo enfrentaría a una criatura celestial también enfrentaría la ambición de sus propios compañeros. Era la primera vez en mucho tiempo que se sentía eufórico.

Cuando la luna se alzó sobre el campamento.

Aseni se apartó del grupo y acarició el lomo de Kael.

-Mañana seguimos. Nadie lo atrapará antes que nosotros.

El lobo lo miró con sus ojos ámbar, como si entendiera cada palabra de lo que dijo

La hoguera se fue apagando poco a poco. El viento del desierto soplaba arena entre las tiendas, y la mayoría de cazadores se sumió en un sueño inquieto. Arseni , en cambio , no lograba cerrar los ojos.

Cuando finalmente el cansancio lo venció, los recuerdos llegaron como dagas clavadas en el cuerpo.

Se encontró otra vez en Valmora, siendo apenas un niño, observando a su padre tensar un arco bajo la luz del amanecer.

-No caces por odio Arseni-le decía su voz grave, mientras le colocaba la cuerda en las manos. caza para proteger. El odio corrompe incluso a los hombres más nobles.

El niño que fue intentaba imitarlo, pero la cuerda siempre se le escapaba. La risa de su hermano menor resonaba por sus oídos.

-Seré más rápido que tú-le decía en un tono juguetón-Será igual a papá.

El sueño cambió bruscamente. Ahora estaba en el campo de entrenamiento, viendo como su padre entrenaba a los jóvenes cazadores. Los instructores no mostraron piedad. ``Mas rapido, mas fuerte. No tienen derecho a fallar''.

Y una sombra oscura : la noticia del cuerpo de su hermano, caído cerca del bosque, con claras señales de haber sido asesinado por un ángel, inmediatamente los cazadores fueron por su rastro.

El silencio de su padre, que desde entonces dejó de sonreír.

Arseni apretó los dientes en medio del sueño. La muerte siempre había estado ligada a su camino como cazador. Y aun así, había continuado. Habia aprendido a vivir con eso.