EfÍmero

Capitulo 10 Bajo sospecha

Al amanecer el calor del desierto aplastaba incluso el aire. Las carpas del campamento cazador parecían hornos, y el polvo rojizo se pegaba a la piel como una segunda capa. Arseni intentaba moverse con naturalidad pero cada paso, cada movimiento de aquella herida, le recordaba que ocultaba algo que podía costarle la vida.

Los demás cazadores no eran ciegos. Notaba sus miradas. Más de una vez escuchó los susurros cuando se apartaba del grupo. Durante el entrenamiento de la mañana, noto miradas más largas de lo normal. Un cazador veterano, un hombre corpulento con cicatrices en el rostro, se le acercó mientras guardaban las armas.

-No estás bien- gruño, entrecerrando los ojos- llevas días con esa cara de muerto- Será mejor que no nos ocultes nada, los secretos provocan las muerte.

Arseni sostuvo su mirada, pero no respondió. Si hablaba de más, lo perdería todo. El hombre gruñó y se alejó, pero la advertencia quedó colgando en el aire.

Sin embargo, no todos le dieron la espalda. Entre las carpas, una joven cazadora llamada Kara, de cabello oscuro recogido con una trenza al costado y una cicatriz en la ceja derecha,se acercó con media sonrisa.

-No le hagas caso a Davor-dijo inclinándose hacia él como si compartiera un secreto- Le gusta intimidar a los forasteros, pero en realidad ronca más fuerte de lo que lucha.

Arseni no supo qué contestar al principio, pero algo en su tono burlón lo alivio. No estaba solo.

Esa noche, mientras compartían el racionamiento de agua, Kara le habló de cómo había perdido a su hermano en una emboscada angelical.

-Perdi a mi hermano hace dos años, el y yo teníamos una misión juntos…-Hizo una pequeña pausa antes de continuar- De hecho esa era mi primera mision despues de convertirme en cazadora-lo contaba con calma como si ya hubiera aprendido a vivir con el vacío.

Arseni no supo qué decir, era la primera vez que se relacionaba con alguien o la primera vez que hablaba de algo que no era cazar.

-Lo siento mucho- Se sujetó las manos y las miraba como si no supiera si era correcto decir lo siguiente pero lo hizo- Yo perdi a mi hermano y a mi padre, desde entonces estoy solo.

-Hace cuanto fue eso- dijo kara, mirándolo fijamente.

- Ya hace mucho de eso .

El vínculo que hicieron fue discreto pero real.

Horas después, el capitán anunció la nueva misión, había detectado una anomalía en un cañón al oeste un punto donde la energía celestial latía con fuerza. Nadie dudó de que era peligroso. Arseni dio un paso al frente sin pensarlo. Tenía que ir, aunque fuera para callar las sospechas.

Kara, al ver su decisión, se ofreció para acompañarlo, pero fue rechazada por el capitán.

Demasiado riesgoso, dijo.

Mientras Arseni preparaba lo necesario para partir, Kara se le acercó.

-Es una lastima que no podamos hacer esta misión juntos.-dijo esperando respuesta.

-Trabajo mejor así- dijo Arseni.

-Tal vez si, pero no está mal tener alguien en confiar..puede ser solitario esa vida- dijo mientras se alejaba lentamente.

Esas palabras lo dejaron pensando, sabía que ella tenía razón, pero tenía miedo, ya no quería perder personas que le importaban.

Partió al anochecer con su lobo como montura. El grupo se dispersó a medida que exploraban la zona y la arena iluminada por la luna parecía una marea de plata.

Entonces, lo sintió.

El eco.

La conexión se agitó dentro de él como un segundo corazón. No eran solo emociones vagas: eran fragmentos de pensamientos ajenos.

Soledad, desconfianza, furia contenida. Arseni freno al lobo y busco con la mirada.

Una sombra emergió en lo alto del cañón.

-Así que tu eres el cazador que me persigue-la voz de Déniil se derramó sobre la arena como acero frío- Pequeño humano..¿no sabes cuándo detenerte?.

Arseni desenfundo su arma con un brillo desafiante en sus ojos.

-Y tú, ¿no sabes cuánto dolor has causado?

Un silencio breve los separó. Entonces, el ángel descendió de un salto, alas plegadas cayendo frente a él con un estruendo que hizo temblar la arena.

El choque fue inmediato. Acero contra fuerza celestial. Arseni atacaba con velocidad, pero Déniil apenas retrocedía, esquivando y bloqueando con una calma irritante. Sin embargo, cada golpe resonaba en ambos con algo más que el sonido metálico. Era como si la energía compartida respondiera, mezclando sus fuerzas en una tensión insoportable.

En un descuido, Déniil extendió la mano y un destello lo empujó contra la roca. Arseni escupe sangre, levantándose con furia.

-¿Por qué no me matas ya?- gruñó, tambaleante

Los ojos del ángel brillaron un instante con algo de duda.

-Porque aún no decido si eres mi enemigo o…mi condena.

El lobo de Arseni gruño, interponiéndose con los colmillos descubiertos. El cazador levantó de nuevo su arma, pero antes de que pudiera lanzarse, Déniil se desvaneció en un torbellino de arena y viento, dejándolo solo bajo la luna.



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Editado: 07.11.2025

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