Capitulo 17 Bajo cielos cambiantes

Bajo cielos cambiantes.

El árido paisaje de Kareth quedaba atrás. El lobo de Arseni avanzaba con paso firme, dejando una estela de polvo que se disolvió en el aire. A su lado, Kara montaba a su yegua oscura que bufaba con cada cambio del terreno.

La transición era evidente, la arena se mezclaba con tierra húmeda y la vegetación, aunque escasa, comenzaba a aparecer. El aire ya no quemaba en la garganta, ahora pesaba, cargado de humedad.

Kara fue la primera en romper el silencio.

-¿Sabes? Creí que celebraría dejar atrás el desierto…pero ahora casi lo extraño

Arseni giró el rostro, arqueando una ceja.

-¿Extrañar la arena en los zapatos y la piel seca?. Eres extraña Kara.

-Tu eres demasiado serio-respondió ella, dándole un leve empujón en el brazo- Si frunces más el ceño, te van a salir arrugas antes de tiempo.

Un resoplido escapó de Arseni aunque sus labios se curvaron apenas. La risa de Kara tenía algo que le recordaba a su hermano mayor, y ese recuerdo le arrancaba un calor incómodo en el pecho.

-Deberías aprender a reírse más de las cosas- añadió Kara, dándole un golpecito en el hombro-Te ves más viejo de lo que eres cuando estas serio.

-Y tu deberías aprender a callar más- replicó Arseni con tono seco, aunque sus labios dejaron escapar una leve curva.

El viaje continuo entre conversaciones ligeras y silencios incómodos . Había en Kara una naturalidad que rompió las murallas de Arseni, aunque él se esforzara en mantenerlas firmes.

El paisaje seguía transformándose. El aire era más húmedo y pesado y el cielo empezaba a cubrirse de un gris tormentoso. A lo lejos, montañas oscuras se alzaban como muros y Arseni sintió un escalofrío recorrerle la espalda.

-Deberíamos, buscar un lugar para pasar la noche- murmuró Kara, había algo en el aire, algo fuera de lo normal.

-Si creo que sería lo mejor.

Fueron pasando las horas y ellos habían prendido una fogata, hasta que al final ambos se quedaron dormidos.

Durante la noche, Arseni se mantenía inquieto, como si tuviera un sueño que no le perteneciera

Vio un Ángel, no era Déniil lo sabía por el aspecto de aquella criatura, el cabello blanco y corto, no lo reconoció. Nunca lo había visto, de pronto esa misma imagen se transformó en lo que era un pueblo, gente armada…aprisionando angeles, colocandoles cadenas como si fuesen esclavos, a algunos les cortaban las alas, de un momento a otro la criatura que había visto a un inicio se acercó, a un ángel y con un tono de angustia dijo.

-Mikail…eres tú- dijo una voz, una que conocía a la perfección, no había otro que Déniil…uno muy diferente al que conocía, temeroso, cubierto de sangre, esclavizado.

Kara que había visto a su amigo inquieto, lo despertó.

-Arseni despierta…-murmuró como si no fuesen los únicos en aquel lugar, mientras le daba golpecitos en el pecho.

Arseni se despertó de un sobresalto.

-¿Tuviste una pesadilla?- dijo Kara mientras lo miraba preocupada- Toma un poco de agua, te ves mal.

-Tu tampoco te ves tan bien-la miro de reojo mientras se curvaba una ligera sonrisa en sus labios.

-Es por que apenas amaneció.- exclamó Kara mientras le daba un pequeño golpe.- ¿Ya te sientes mejor?

-Si, no fue nada…solo…fue un sueño extraño-el sabia por dentro que aquel sueño había sido producto del lazo que compartía con Déniil. Se preguntaba si él también había tenido sueños que no le pertenecían.

El entorno aún sufría cambios a cada paso que daban, de repente algo en el aire volvió a cambiar como la noche anterior, el aire se volvía más denso.

Kael levantó las orejas.

-¿Lo notaste?-pregunto Arseni, entrecerrando los ojos.

Kara asintió, tomando con más firmeza las riendas de su caballo.

-Si, el aire, cambio.

El silencio se volvió denso. El clima era lo de menos, habia otra cosa alli, un rastro de energía oscura que se colaba en la piel como espinas, Arseni reconoció la sensación al instante, un corrompido estaba cerca

La calma del viaje se quebró como hielo delgado. Y aunque intentó mantener la compostura, Arseni supo que lo que estaba por venir pondría a prueba muchos más que sus habilidades como cazador.