Caoitulo 19 Regreso a Valmora

Regreso a Valmora.

El aire cambió por completo al cruzar los límites de Kareth. El calor sofocante quedó atrás, sustituido por una brisa fresca que acariciaba la piel y por colinas verdes que se extendieron hacia el horizonte.

Kael avanzaba con un paso más ligero, como si también sintiera alivio del regreso, Kara respiro profundamente, cerrando los ojos un instante.

-Esto si…es diferente de casa.

Arseni no respondió. miraba en silencio los campos abiertos con una tensión en el pecho que no se le quitaba desde aquella noche. El recuerdo de la voz de Déniil lo perseguía como una sombra invisible.

Al acercarse a las murallas de Valmora, un grupo de cazadores salió a recibirlos. Entre ellos, una voz clara resonó.

-¡Arseni! ¡Sabía que volverías entero!

Un joven de cabellos castaños oscuros y sonrisa amplia se lanzó hacia él, casi chocando con el lobo. Era Elian D 'Amaro , su antiguo compañero de entrenamiento. Siempre había tenido un aire demasiado entusiasta para el gusto de Arseni, pero también una lealtad inquebrantable.

-Elian…-murmuró Arseni, intentando sonar neutral.

-¿Qué? ¿No me vas a dar al menos una palmada en el hombro?.-bromeó el muchacho, rodeándolo con un abrazo rápido antes de recibir una mirada fulminante del lobo.

Kara observó la escena con una leve sonrisa. Había calidez en la manera en que Elian trataba a Arseni como si lo hubiera esperado mucho tiempo.

Detrás de todos, una figura más imponente se acercó, Cabello oscuro salpicado de canas, mirada severa pero profunda, Andrei Orlov, el jefe del clan de cazadores de Valmora. Su sola presencia impone silencio.

-Has tardado más de lo esperado, Arseni.-dijo con voz grave, aunque sus ojos revelaban un matiz de alivio- Pero regresaste, eso es lo que importa.

Arseni bajo la cabeza en respeto.

-Andrei

El hombre lo observó un momento más, como si buscara en su mirada. Luego desvió la atención hacia Kara.

-Y tu debes ser la cazadora de Kareth. Has recorrido un largo camino.

Kara asintió, firme.

-Kara Black. Es un honor.

Andrei inclinó la cabeza .

-Valmora da la bienvenida a los aliados

Mientras todos caminaban hacia el interior de las murallas, Elian no dejaba de hablar, llenando el aire de historias y comentarios, Arseni apenas respondía, su mente aún atrapada en aquel instante con Déniil.

Kara lo noto. Lo miraba de reojo , con el ceño fruncido.

-¿Estás bien?-le susurro en voz baja, aprovechando que Elian seguía parloteando adelante.

Arseni tenso la mandíbula.

-Si solo…cansado.

Pero Kara no se lo creyó. Había una sombra en su mirada, una energía distinta que no estaba allí antes.Algo había cambiado en él y aunque aún no lo decía en voz alta, lo sabía, Arseni ya no era el mismo cazador que partió de Valmora.

***

Esa misma noche , en el salón del clan, se organizó una pequeña cena de bienvenida, mesas largas de madera se llenaban con pan recién horneado, carne asada y jarras de cerveza espumosa.

Elian se sentó justo frente a Arseni, con la misma energía de un cachorro.

-No sabes cuanto nos aburrimos sin ti . El campamento parecía…menos vivo.

Arseni arqueo una ceja, cortando su carne.

-¿Menos vivo?

-Bueno..-Elian se encogió de hombros- No había nadie que me sacara de los problemas.

Kara, que escuchaba desde un lado, alzó una ceja divertida.

-¿Problemas?

-Oh si,-Elian se inclinó hacia ella con un aire conspirador- Este hombre aquí presente me salvó la vida al menos cinco veces durante los entrenamientos. Y otras tantas de mis propias ideas “brillantes”.

Arseni suspiro exasperado.

-Tus ideas nunca fueron brillantes.

La mesa cercana estalló en risas. Elian sonrió con orgullo, como si ese fuera un cumplido.

-¿Ves? hasta en su silencio era inspirador. Yo decía “Si Arseni puede hacer tres vueltas de resistencia sin caer, yo también puedo”...aunque bueno, yo si caía.

Kara reprimió una carcajada.

-Suena como una amistad peligrosa.

Elian levantó la jarra.

-La mejor clase de amistad.

Mientras las risas llenaban el salón, Andrei observaba en silencio desde el extremo de la mesa. Su mirada fija en Arseni, como si supiera que detrás de esa aparente calma había algo que no terminaba de encajar.