Cuando se ama tú no quieres lastimar a la persona que hace convertir tu mundo en una burbuja de escape, cuando amas no quieres verla llorar porque sabes que muy en el fondo te sientes mal y te sientes un asco como novio.
Matt no quiere decepcionar a Lucía porque sabe muy bien que seria el fin de su relación, un fin desastroso porque ninguno de los dos volverían a ser los mismo de antes.
Es doloroso. No diría nada por el momento, pero su conciencia le pesará por no contarle tal decisión y el riesgo que corre su relación y se vaya a un bote porque luego que el se case no podrá hacer nada.
La impotencia que sentía era extrema, el quería gritar, golpear algo pero no encontraba una razón para que sus rabietas le dieran una solución frente a lo que estaba pasando.
Observar a su chica desde la ventana, estaba esperando que sonará la campana para que saliera el curso de ella; se veía concentrada a Lucía en lo que hacía, como mordía levemente el final del lápiz, pensando en algo más para agregar a su ensayo sobre la primera guerra mundial, segunda guerra y las vanguardias.
El con solo verla le fascinaba, no importaba cuantas horas tuviera que estar hay parado esperando a la chica, porque en ese momento le parecía el espectáculo mas maravilloso que ha logrado ver.
Sonó el timbre que anunciaba el descanso, ella tomó rápidamente su mochila, cogió el cuaderno y sus lápices para guardarlos dentro de ella y colgarla en su hombro.
— Hasta la próxima clase — dijo el profesor.
Algunos que otros alumnos se despedían para salir del aula con rapidez y Lucía era una de ellas, porque estaba impaciente de ir y refugiarse en los brazos del chico que ama.
Por otra parte estaba Lauren, estaba enojada a la vez que la envidia la carcome por dentro al ver como Matt esperaba a Lucía, como prestaba la mayor atención a ella, como el era de ella pero no era suyo. "Cuando nos casemos serás mío para siempre" — pensó.
Un pensamiento un poco ansiado y lleno de maldad.
Lucía al salir del salón, sonrió a Matt, el extendió sus brazos y ella como si fuera una niña pequeña cuando saluda a su padre corrió hacia el y se abrazo entorno a su cuerpo. El feliz de tenerla en sus brazos, aspirar su olor y tenerla con el.
— ¿Cómo te fue? —pregunto Lucía.
— Tu sabes que tienes a un sabiondo andante — bromeó.
Ella carcajeo.
Se separo de los brazos de Matt y se puso de puntas para dejar un beso en los labios del chico.
— Esto es nuevo en ti—manifiesta el chico asombrado por su repentina decisión de ser ella quien lo besara.
— No siempre el hombre tiene que dar.
El asiente divertido.
Toma la mochila de Lucía y se la cuelga en su hombro.
— Siempre siendo un caballero.
— Siempre lo seré mi reina.
Se toman de las manos y entrelazando sus dedos, empiezan a caminar por el pasillo, hasta llegar al sitio que siempre les gusta estar hay.
Matt se sentía como un cobarde, por no contarle a Lucía el cambio que ahora se presenta, como su relación peligra. Quería poder decirle a su padre que no podía obligarlo pero su hermana lo vale todo como también Lucía, no obstante el había escogido a su hermana , se que suena también egoísta entorno a Lucía pero sabría que algo se podría hacer, llegar a un acuerdo o tratar de organizar un plan e irse juntos.
— ¿Qué país te gustaría ir ? — pregunto el rodeando sus brazos por la cintura de ella.
— Italia —respondió mientras deja que su cuerpo este pegado por completo en el torso de Matt.
— Me acuerdo cuando siempre escogias diferentes lugares. Decías Inglaterra y a la semana siguiente me decías otro país. Eras muy indecisa.
— Mira quien lo dice, el que siempre cambiaba de profesión y al final te quedas con el que nunca pensé que escogerías
Cuando somos niños siempre tenemos ser indecisos, porque todavía no encontramos nuestra propia identidad y tenemos diferentes cambios en temas de gustos o algún tema de interés.
— Después de todo cuando crecemos dejamos la indecisión —comenta Matt.
— Si pero lo que varía en indecisiones es cuando tienes que perdonar o no, irte o quedarte, aceptar o rechazar. Diferentes motivos por los cuales todavía tenemos esos debates en nuestra mente—argumenta, dejándose cobijar en los brazos de Matt.
— ¿ Me dejarías algún día?— preguntó con melancolía.
— No, a menos que tu me lo pidas — murmura con tristeza.
— Muñeca hermosa, nunca te dejaría, porque eres importante para mi, a menos que tu no quieras estar mas conmigo.
* Creó que no querrá estar conmigo luego de lo que pasara en la boda* —pensó