La vida cambia, de un momento a otro dejamos de ser niños para convertirnos en adolescentes y luego adultos.
Desde que salimos del colegio teníamos proyectado distintas metas o sueños y si quieres puedes cumplirlos como podría ser que no.
Al culminar nuestros estudios universitarios o técnicos somos felices porque logramos culminar otra etapa más de nuestra vida. Una etapa donde conocemos más personas y quizás una de ellas sea tu pareja.
Es curioso ver como dos personas se enamoran. Empiezan a conocerse, a mirar que tienen en común, saber que te molesta, que te gusta, como conquistas a la persona y no sólo con palabras sino con actos que proclaman el amor que puede sentir esa persona por ti. Con el tiempo formas tu familia y nace esa pequeña semilla insertada en ti y que llevaste nueve meses.
Esa semillita que crece y tiene una vida por descubrir y mil momentos que disfrutar, porque la vida en la tierra no es efímera, pero el alma si lo es.
El alma y el destino si lo son. El alma esta atrapada en nuestro cuerpo dando razón de las cosas y el destino no se controla. Puedes tener un final feliz, pero puedes extraviarte en el camino para alcanzarlo.
Grace.